Claves para entender a los adolescentes ¿Cuánto dura esta etapa?

La adolescencia es una etapa de cambios físicos, emocionales, sociales y cognitivos. Durante este periodo, los adolescentes experimentan alteraciones en su forma de ser y comportarse, lo que muchas veces puede resultar desconcertante para familiares y amigos. Es un época en la que los padres tienen que estar alerta de los cambios que tienen, para evitar posibles problemas como el bullying, la ansiedad o los trastornos de alimentación como la anorexia o la bulimia, entre otros.

Cambios en el carácter durante la adolescencia

Es común observar que los adolescentes pasan por una fase de rebeldía, riesgo y búsqueda de identidad propia. Muchos de estos cambios en el carácter pueden atribuirse a factores biológicos, psicológicos y sociales.

Factores biológicos

Durante la adolescencia, el cerebro experimenta una reorganización estructural y funcional significativa. De hecho, diversas investigaciones demuestran que el proceso de maduración cerebral continúa hasta bien entrada la edad adulta. La corteza prefrontal es la región responsable del control de los impulsos y la toma de decisiones. Su desarrollo es especialmente relevante en la comprensión de los cambios en el carácter.

Factores psicológicos

La adolescencia es una etapa caracterizada por la búsqueda de independencia y autodeterminación en la que tratan de descubrir quiénes son y definir su lugar en el mundo. Esto puede llevar a cambios en el carácter, como una mayor resistencia a la autoridad, cuestionamiento de las normas establecidas y búsqueda de nuevas experiencias.

Además, los adolescentes pueden experimentar cambios en su estado de ánimo debido a las fluctuaciones hormonales propias de la pubertad. Estos cambios pueden manifestarse en emociones intensas y cambios de humor repentinos.

Factores sociales

El entorno social desempeña un papel crucial en el desarrollo de la personalidad y el carácter durante la adolescencia. Los amigos, la familia y la sociedad en general pueden influir en la forma en que se comportan y expresan sus emociones.

La presión de grupo y el deseo de encajar pueden influir en la adopción de comportamientos arriesgados o poco saludables. Además, las expectativas y las normas sociales pueden generar conflictos entre los adolescentes y sus familias, lo que puede contribuir a cambios en el carácter.

Cómo es el cerebro de un adolescente

El cerebro de un adolescente se encuentra en pleno proceso de desarrollo y maduración. La corteza prefrontal, la región responsable del razonamiento, la planificación y el autocontrol, es la última en desarrollarse completamente. Esto explica en parte por qué pueden mostrar comportamientos impulsivos y tener dificultades para pensar a largo plazo.

Además, durante la adolescencia, la amígdala, una estructura cerebral relacionada con la respuesta emocional y el procesamiento del miedo, puede estar más activa que en otras etapas de la vida. Esta mayor activación puede explicar por qué los adolescentes pueden ser más propensos a experimentar cambios de humor y emociones intensas.

Cuándo termina su desarrollo

Aunque no existe una edad exacta en la que el carácter de un adolescente vuelve a la normalidad, se considera que la maduración cerebral continúa hasta la edad adulta temprana, alrededor de los 25 años. Durante este periodo, experimentan una mayor estabilidad emocional, mejor control de los impulsos y una mayor capacidad para tomar decisiones informadas.

Sin embargo, es importante destacar que cada persona es única y el tiempo de regreso a la normalidad puede variar. Algunos adolescentes pueden experimentar cambios en su carácter de manera más pronunciada y prolongada, lo que puede requerir apoyo adicional de familiares, amigos o profesionales de la salud mental.

Relación con sus padres

La relación entre padres e hijos es una de las más importantes y complejas que existen. Durante la adolescencia, esta dinámica se vuelve aún más desafiante, ya que los jóvenes atraviesan un período de cambios físicos, emocionales y sociales significativos. Además, empiezan a desarrollar su propia identidad y a buscar independencia. Esto implica cuestionar las normas establecidas y desafiar la autoridad de los padres. En muchos casos, lleva a que adopten actitudes de rebeldía y se muestren reacios a recibir consejos o críticas por parte de sus padres.

Entender cuándo se les puede hablar y cuándo no es fundamental para mantener una comunicación efectiva con los adolescentes. En primer lugar, es importante reconocer que hay momentos en los que los jóvenes no están dispuestos a escuchar. Por ejemplo, cuando están enfadados, frustrados o cansados, es probable que no estén receptivos a una conversación seria. Es más productivo esperar a que se calmen o elegir un momento más adecuado para abordar el tema.

Además, es necesario respetar la privacidad. A medida que crecen, necesitan espacio para explorar su individualidad y establecer límites personales. Interrumpir constantemente su privacidad o invadir su espacio puede generar resistencia y un distanciamiento emocional. Es importante establecer límites claros y respetar su intimidad, siempre teniendo en cuenta que es necesario mantener una comunicación abierta y honesta.

Cómo hablar a los adolescentes

Es fundamental adoptar una actitud de escucha activa y empatía. Los adolescentes necesitan sentir que sus opiniones y emociones son valoradas y respetadas. Evitar imponer la propia visión o juzgar sus decisiones les da la confianza necesaria para expresarse libremente. Además, hay que utilizar un lenguaje claro y directo, evitando la confrontación o la agresividad.

La comunicación efectiva implica también comprender por qué muchas veces están a la defensiva. Durante esta etapa de sus vidas, los jóvenes experimentan una serie de cambios hormonales y emocionales que pueden hacerlos más susceptibles y sensibles. Además, se encuentran en un proceso de búsqueda de su identidad, lo cual puede generar inseguridad y una mayor necesidad de protegerse a sí mismos. Cuando se sienten atacados o criticados, suelen adoptar una postura defensiva como mecanismo de autodefensa.

Es importante tener en cuenta que están lidiando con una serie de presiones y expectativas tanto internas como externas. El mundo en el que crecen está lleno de influencias, desde los medios de comunicación hasta sus amigos. Esto puede generar confusión y conflictos internos. Muchas veces, su actitud defensiva tiene como objetivo protegerse de estas presiones y encontrar su propio camino en la vida.

Se puede decir que las actitudes de los adolescentes en su relación con sus padres son una combinación de búsqueda de independencia, necesidad de privacidad y protección de sí mismos. Para establecer una comunicación efectiva, es importante reconocer cuándo se les puede hablar y cuándo no, respetar su privacidad, adoptar una actitud de escucha activa y empatía, y comprender las presiones a las que están expuestos.

Sólo a través de un diálogo abierto y respetuoso se puede fortalecer la relación y ayudar en su proceso de desarrollo. Proporcionar un entorno de apoyo y comprensión es crucial para ayudar a los adolescentes a navegar exitosamente esta etapa de transición hacia la vida adulta.

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