Colangitis: qué es, síntomas y tratamiento
- Es fundamental contar con un diagnóstico temprano y un plan de tratamiento adecuado para evitar contratiempos graves.
- Existen medidas preventivas y cambios en el estilo de vida que pueden minimizar el riesgo de desarrollar esta afección.
La colangitis es una enfermedad inflamatoria de las vías biliares que puede estar causada por infecciones bacterianas o la obstrucción de las vías biliares. En términos simples, ocurre cuando las vías biliares, responsables de llevar la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado, se infectan y se inflaman.
Esta enfermedad requiere atención y tratamiento especializado debido a sus posibles complicaciones, como la formación de abscesos o la aparición de sepsis. Por lo tanto, es fundamental contar con un diagnóstico temprano y un plan de tratamiento adecuado para evitar contratiempos graves.
Causas y factores de riesgo
Existen diferentes causas y factores de riesgo asociados a esta enfermedad, siendo las infecciones bacterianas el motivo principal.
- Infecciones bacterianas. La bacteria más comúnmente implicada en esta enfermedad es Escherichia coli, aunque también pueden estar involucradas otras como Klebsiella o Enterobacter. Estos microorganismos pueden ingresar al sistema biliar a través de diferentes formas:
- Ascendente. La infección se produce cuando las bacterias presentes en el intestino invaden las vías biliares, debido a una obstrucción o estasis del flujo biliar.
- Descendente. Aparece cuando las bacterias presentes en la sangre infectan las vías biliares.
- Obstrucción de las vías biliares. Cuando los conductos biliares están obstruidos, ya sea por cálculos biliares, tumores o estrechamiento de los conductos, la bilis no puede fluir correctamente y esto crea un ambiente propicio para el crecimiento bacteriano. Algunas condiciones que pueden llevar a esta obstrucción incluyen:
- Cálculos biliares. Son pequeñas piedras formadas por la acumulación de colesterol o bilirrubina en la vesícula o los conductos biliares. Puede estar causado por inflamación, cicatrices o tumores.
- Estrechamiento de los conductos biliares. Puede estar causado por inflamación, cicatrices o tumores.
- Tumores. Tanto los benignos como los malignos pueden bloquear el flujo de la bilis.
Factores de riesgo asociados a la colangitis
Existen varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Algunos de ellos incluyen:
- Cirugía biliar previa. Las personas que han sido sometidas a una cirugía biliar, como la extirpación de la vesícula biliar, tienen un mayor riesgo de desarrollarla.
- Obstrucción crónica de las vías biliares. Ya sea por cálculos biliares recurrentes o estrechamiento de los conductos biliares.
- Enfermedades del hígado. Ciertas patologías hepáticas como la cirrosis o la hepatitis crónica pueden aumentar el riesgo.
- Sistema inmunológico debilitado. Las personas con sistemas inmunes débiles, ya sea por enfermedades autoinmunes, VIH/SIDA o el uso prolongado de medicamentos inmunosupresores, son más susceptibles a desarrollar infecciones bacterianas.
Síntomas comunes
La colangitis es una enfermedad que puede presentar una variedad de síntomas, que varían en intensidad y duración. Algunos de los más comunes son:
- Dolor abdominal intenso. Por lo general, la molestia es constante y puede presentarse como un dolor punzante o una sensación de presión en la parte superior derecha del abdomen. Además, puede irradiarse hacia la espalda o el hombro derecho.
- Fiebre y escalofríos. La fiebre suele ser alta y persistente, y puede estar acompañada de sudoración excesiva.
- Ictericia y cambios en el color de la orina. Se manifiesta como una coloración amarillenta de la piel y los ojos debido a la acumulación de bilirrubina en el organismo. Además, las personas afectadas pueden experimentar cambios en el color de su orina, volviéndose más oscura.
- Náuseas y vómitos. Pueden ser provocados por la obstrucción de las vías biliares y por la acumulación de bilis en el sistema digestivo.
Estos síntomas pueden variar en intensidad y no todas las personas los experimentan. Además, algunos también pueden estar presentes en otras enfermedades del sistema digestivo, por lo que es fundamental tener un diagnóstico médico preciso.
Tipos de colangitis
Existen diferentes tipos de colangitis, cada uno con características y causas específicas. Algunos de los más comunes incluyen:
1. Colangitis aguda. Es una inflamación repentina de los conductos biliares, generalmente causada por una infección bacteriana. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor abdominal intenso, ictericia y escalofríos. Requiere tratamiento médico inmediato.
2. Colangitis esclerosante primaria (CEP). Es una enfermedad crónica del hígado en la cual los conductos biliares intrahepáticos se inflaman y se estrechan debido a una respuesta autoinmune. Los síntomas incluyen ictericia, fatiga, picazón en la piel y dolor abdominal. Se habla de colangitis autoinmune, porque se asocia con otras enfermedades autoinmunes y puede progresar lentamente a lo largo del tiempo.
3. Colangitis esclerosante secundaria. Ocurre como resultado de otra enfermedad o afección subyacente, como la enfermedad inflamatoria del intestino, la pancreatitis o lesiones en los conductos biliares. La inflamación y cicatrización pueden estrechar los conductos biliares y dificultar el flujo de bilis.
4. Colangitis ascendente. Se produce cuando las bacterias del intestino delgado ascienden hacia los conductos biliares. Esto puede ocurrir debido a obstrucción o reflujo de bilis desde el intestino hacia los conductos biliares. Los síntomas incluyen fiebre, dolor abdominal, ictericia y escalofríos. El tratamiento implica administrar antibióticos para eliminar las bacterias y drenar los conductos biliares infectados.
5. Colangitis recurrente. En este caso, ocurren repetidos episodios de inflamación de los conductos biliares. Puede ser debido a cálculos biliares que bloquean los conductos o a una estrechez crónica. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer con el tiempo.
6. Colangitis asociada a colangiopatía esclerosante aplanante (CESP). Este tipo de colangitis se observa en pacientes con colangiopatía esclerosante aplanante, una enfermedad rara que causa inflamación y estrechamiento de los conductos biliares intrahepáticos y extrahepáticos.
Colangitis biliar primaria
La colangitis biliar primaria (CBP), antes conocida como cirrosis biliar primaria, es una enfermedad crónica del hígado. Se caracteriza por la inflamación de los conductos biliares pequeños dentro del hígado, mientras que la colangitis generalmente se refiere a la inflamación de los conductos biliares más grandes (extrahepáticos).
En esta enfermedad, los conductos biliares se inflaman y obstruyen, lo que puede llevar a la acumulación de bilis en el hígado. Se desconoce la causa exacta de la CBP, pero se cree que es una enfermedad autoinmune en la que el organismo ataca y daña los conductos biliares.
Los principales síntomas de la colangitis biliar primaria incluyen fatiga, picazón en la piel, dolor abdominal y cambios en la pigmentación de la piel y los ojos.
Tratamiento de la colitis biliar primaria
El tratamiento de la CBP puede incluir:
- Ácido ursodesoxicólico. Es el tratamiento de elección y disminuye la inflamación de los conductos biliares y mejora la función hepática. Se administra en forma de comprimidos y generalmente se toma de por vida.
- Corticosteroides. Especialmente si la CBP está avanzada o si hay síntomas severos. Su uso se reserva para situaciones específicas y bajo supervisión médica.
- Tratamiento de los síntomas. Se pueden utilizar diferentes medicamentos o medidas paliativas. Estos pueden incluir antihistamínicos para el picor, analgésicos para el dolor abdominal y suplementos vitamínicos.
- Control y tratamiento de las complicaciones. En algunos casos, la CBP puede causar efectos no deseados como infecciones biliares recurrentes, enfermedad ósea o cirrosis. Estas complicaciones se deben tratar de manera individualizada según cada caso.
Además del tratamiento farmacológico, es importante llevar una dieta saludable y equilibrada, mantener un peso adecuado, evitar el consumo excesivo de alcohol y mantenerse activo físicamente. Entre los alimentos prohibidos para la cirrosis biliar primaria estarían también las grasas saturadas, las comida ultraprocesadas, los azúcares refinados y la cafeína.
Diagnóstico y pruebas médicas
El diagnóstico de la colangitis requiere la combinación de varios procedimientos para obtener una evaluación integral del paciente. Se basa en una combinación de historial clínico, examen físico del paciente y la realización de diversas pruebas médicas. Estos métodos permiten a los profesionales de la salud determinar si un paciente presenta signos y síntomas y descartar otras posibles causas.
- Historial clínico y examen físico del paciente. El médico recopila información sobre los síntomas que el paciente está experimentando, así como cualquier antecedente médico relevante. Esto incluye preguntas sobre el dolor abdominal, fiebre, ictericia, náuseas y vómitos. Además, se realiza un examen físico para evaluar los signos vitales del paciente y buscar posibles anomalías.
- Análisis de sangre para detectar infección. Se buscan signos de infección mediante la medición de los niveles de glóbulos blancos y marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva (PCR). Se miran los niveles de GGT (Gamma Glutamil Transferasa), enzima hepática, que se concentra sobre todo en el hígado. Además, se pueden realizar pruebas específicas para detectar la presencia de bacterias en el torrente sanguíneo.
- Pruebas de imagen como ecografía y resonancia magnética. La ecografía abdominal es una técnica no invasiva que utiliza ondas sonoras para crear imágenes detalladas de los órganos internos, incluyendo las vías biliares. Una resonancia magnética (RM) puede proporcionar una visión más precisa de las estructuras biliares y detectar posibles obstrucciones.
- Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Es un procedimiento invasivo que utiliza un endoscopio para visualizar las vías biliares y el páncreas. Se introduce un tinte especial a través del endoscopio, lo que permite una mejor visualización de cualquier obstrucción o anormalidad en las vías biliares. Además, durante la CPRE se pueden realizar otras intervenciones terapéuticas, como la eliminación de cálculos biliares.
Tratamiento de la colangitis
El tratamiento se enfoca en diferentes aspectos para garantizar una recuperación completa y prevenir complicaciones. Las opciones más comunes son:
- Terapia con antibióticos. Los medicamentos recetados ayudan a eliminar las bacterias causantes de la enfermedad y reducen la inflamación en las vías biliares. Es importante seguir el tratamiento completo según las indicaciones del médico para asegurar una recuperación efectiva.
- Drenaje de las vías biliares obstruidas. Si se identifica una obstrucción en las vías biliares, es necesario liberar el flujo de bilis y aliviar los síntomas. Este procedimiento puede realizarse mediante diferentes técnicas, como la colocación de stents o tubos drenajes, que permiten mantener abiertas las vías biliares y facilitar el flujo normal de la bilis.
- Cirugía para eliminar la obstrucción. En casos más graves o cuando otras opciones de tratamiento no son suficientes, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar la obstrucción en las vías biliares. Esto puede implicar la extirpación de cálculos biliares o incluso la eliminación parcial o total del conducto biliar afectado.
- Manejo de los síntomas y cuidados posteriores. Puede incluir la administración de medicamentos para aliviar el dolor abdominal, el control de la fiebre y la monitorización regular de los marcadores de inflamación en la sangre.
La duración del tratamiento puede variar según la gravedad de la enfermedad y la respuesta individual del paciente. Es importante tener en cuenta que cada caso es único y requiere un enfoque personalizado.
Prevención y estilo de vida
La colangitis es una enfermedad que puede tener graves consecuencias si no se trata adecuadamente. Afortunadamente, existen medidas preventivas y cambios en el estilo de vida que pueden minimizar el riesgo de desarrollar esta afección. Algunas pautas clave para la prevención de esta patología son:
- Mantener una buena higiene personal. Lavarse las manos regularmente con agua y jabón, especialmente antes de comer y después de usar el baño, puede ayudar a eliminar las bacterias dañinas que podrían causar infecciones en las vías biliares.
- Evitar el consumo excesivo de alcohol. El consumo abusivo y prolongado de alcohol puede dañar el hígado y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades hepáticas. Limitar o evitar por completo su ingesta puede ser beneficioso para mantener un hígado sano y prevenir complicaciones relacionadas.
- Vacunación contra enfermedades hepáticas. La vacunación contra la hepatitis A y la hepatitis B puede ayudar a prevenir infecciones que podrían llevar al desarrollo de la enfermedad.
- Seguir una dieta saludable y equilibrada. Una alimentación equilibrada y rica en nutrientes es esencial para mantener un buen estado de salud en general, incluido el funcionamiento adecuado del hígado. Consumir una variedad de alimentos frescos, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y prevenir enfermedades hepáticas.
Si has experimentado síntomas de colangitis o crees que puedes estar en riesgo de desarrollar esta enfermedad, es crucial que busques atención médica de forma inmediata. En Saludonnet ofrecemos servicios médicos especializados en el tratamiento de la colangitis y estamos comprometidos a brindarte la mejor atención posible.
Recuerda, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son fundamentales para prevenir complicaciones graves asociadas. En SaludOnNet podemos ayudarte con especialistas de confianza y la mejor atención.
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