¿Cómo afecta la fatiga mental al organismo?

La sensación de cansancio excesivo, que no está relacionado con la actividad física intensa, y que no se va por más que se descanse, tiene que ver con la carga mental. Es un estado en el que la persona se siente fatigada, con dificultad para concentrarse, irritable, con tensión muscular y un bajo rendimiento en sus actividades diarias. Cuando esto ocurre hablamos de fatiga mental, una situación que se produce al disminuir la eficiencia funcional mental y física de una persona.

En qué consiste la fatiga mental

En ocasiones confundimos el cansancio físico con la fatiga mental. Esta última se debe principalmente a un exceso de pensamientos o exigencias que la persona se pone a sí misma, situaciones que generan presión emocional e incluso la realización de diversos trabajos al mismo tiempo.

El ritmo de vida actual nos ha hecho creer que afrontar varias tareas a la vez es sinónimo de productividad y eficiencia. Sin embargo, muchas veces tiene el efecto contrario y lo que se consigue es que la persona se bloquee y sature.  Esto conlleva insatisfacción y frustración, haciendo que aparezca el cansancio y cueste conciliar el sueño por la cantidad de pensamientos negativos que se agolpan en la cabeza.  

Según se indica en un documento elaborado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales sobre Carga mental de trabajo: fatiga, cuando las condiciones de trabajo y las exigencias mentales del mismo no están adaptadas a las personas que los desempeñan, puede surgir la fatiga mental como expresión de la necesidad de modificar la situación ajustándola a las características de las personas.

Cómo evitar la fatiga mental

La primera medida que hay que tomar es olvidarse de que ser multitarea es la meta, ya que al hacer varias cosas a la vez la persona termina siendo menos productiva. Por este motivo es recomendable contar con una agenda en la que se anoten las actividades diarias a realizar por orden de importancia. Asimismo, también es fundamental aprender a decir que no, poner límites.

De igual forma, apuntar los pensamientos negativos que generan angustia es un primer paso para saber que es necesario cambiarlos. Es bueno centrarse en aquellos que aportan seguridad y tranquilidad.

Hábitos saludables

El cansancio, el agotamiento y la fatiga pueden afectar a la salud. Por este motivo es importante tener unos hábitos saludables. Los principales son:

• Dieta equilibrada. Una alimentación que contenga los nutrientes necesarios para que el organismo funcione correctamente. Semillas, cacao, verduras de hojas verdes, quinoa o frutos secos ayudan a mantener la energía en la actividad diaria y reduce el cansancio. Hay que evitar las dietas cetogénicas, con un contenido excesivamente bajo en hidratos de carbono. La falta de vitaminas y minerales puede producir un cansancio excesivo.
• Ejercicio físico. El deporte dentro de la rutina diaria permite oxigenar las células del cuerpo y del cerebro, ayudando a que funcione mejor. Actualmente la sociedad es muy sedentaria y el porcentaje de obesos elevado. El exceso de grasa puede agravar la sensación de cansancio, al llevar un lastre con menos masa muscular y además desentrenada. Cinco días de ejercicio físico cardiovascular aeróbico a la semana (caminar, nadar, andar, bicicleta) a intensidad moderada ayudan a reducir la fatiga mental. También son buenos los ejercicios de fuerza para ganar una cantidad suficiente de masa muscular y una mayor vitalidad.
• Descanso nocturno. Un tercio de la población padece trastornos del sueño. Cuando esto ocurre la persona se siente cansada y tienen una sensación de sueño no reparador con somnolencia diurna, despertares frecuentes, ronquidos excesivos o apneas.
• Descanso físico y mental diario.

Recargar la batería del cuerpo

Muchas veces el cansancio aparece porque no hemos cargado correctamente la batería de nuestro cuerpo. Aunque parezca raro, si durante el día no gastamos la suficiente energía, por la noche no se puede recargar como es debido. En muchos casos el cansancio aparece por falta de actividad física, por lo que es importante huir del sedentarismo, evitar el sofá y salir a hacer deporte.

Asimismo, el descanso es bueno, pero en su justa medida. Lo ideal es dormir entre 7 y 8 horas, pero no más porque si no se consigue el efecto contrario. También ayuda la meditación a estar mejor con un mismo.  

Si estás en una situación de cansancio y fatiga mental y esto está interfiriendo en tu trabajo y emociones puedes buscar ayuda psicológica para revisar las exigencias y pensamientos que generan el cansancio emocional, física y mental. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites.