Cómo es el postoperatorio de una mamoplastia

La mamoplastia o aumento de senos es una intervención quirúrgica estética que busca incrementar el volumen y la forma de las mamas de la mujer mediante la introducción de prótesis de silicona. Esta operación se hace con anestesia general y en ella el cirujano realiza una incisión alrededor de la areola, bajo el pecho o en la axila, en función de las preferencias del médico y de la anatomía de la paciente, para introducir los implantes.

La mamoplastia es una de las intervenciones de cirugía estética que más se realizan, y su precio varía bastante en función del lugar en el que se haga. De hecho, España se encuentra a la cabeza de los países que más operaciones de aumento de pecho llevan a cabo. Aunque la mayoría de las mujeres que se someten a esta operación quedan muy satisfechas, deben pasar por un postoperatorio que durante las primeras semanas es un poco molesto.

¿Qué es el postoperatorio de mamoplastia?

Tras la cirugía de aumento de pecho o mamoplastia llega la parte menos amable, el postoperatorio. Son muchas las preguntas que la mayoría de las mujeres se hacen antes de someterse a la intervención. La mayoría hacen referencia a las molestias que van a tener, la movilidad en los brazos y tronco superior en general y la medicación que han de tomar. Todos estos asuntos los vamos a tratar en este artículo.

No obstante, es importante saber que todas estas dudas son resueltas por el cirujano que va a realizar la operación en las consultas previas, para que las pacientes conozcan al detalle cómo va a ser el proceso hasta que sus pechos luzcan como ellas esperan. Por eso, es muy importante elegir al mejor médico y ponerse siempre en manos expertas.

Evolución del postoperatorio de mamoplastia

El cuerpo de la mujer sufre un ligero estrés tras la cirugía para aumentar el pecho y colocar las prótesis. Dependiendo del caso el médico decide si la cirugía es ambulatoria o la paciente debe permanecer en el hospital 1 o 2 días. En un principio se coloca un vendaje, que es retirado a las 24 horas de la intervención y sustituido por un sujetador anatómico.

Lo recomendable es seguir los consejos del médico; es la única forma de conseguir que la intervención sea un éxito. Es importante:

• Descansar durante los primeros días. El reposo es fundamental y hay que tener paciencia para recuperarse lo mejor posible. La primera semana debe permanecer bastante tiempo en la cama, para no moverse de más. No hay que asustarse si notamos el cuerpo hinchado, porque seguramente se retengan líquidos.
• Llevar una dieta equilibrada y beber mucha agua con pajitas, para evitar levantar los brazos. Es importante no moverlos ni elevarlos por encima de los hombros.
• Utilizar sujetadores anatómicos tras la retirada del vendaje. Es importante su uso, a veces acompañado también de una banda mamaria, para ayudar a la inmovilización de la mama y evitar cualquier movimiento que puede perjudicar el resultado de la cirugía. Aunque pueda resultar algo incómodo, llevar puesto este sujetador anatómico alrededor de un mes, durante las 24 horas del día, facilita que la evolución sea positiva.
• Dormir con el cabecero de la cama ligeramente inclinado, para evitar la inflamación. También puede hacerlo sentada si está más cómoda. Para estos días es de gran ayuda tener una almohada cervical que ayude descansar.
• Tomar analgésicos y antiinflamatorios por vía oral, después del alta hospitalaria, para aliviar las habituales molestias en la zona intervenida. La medicación será prescrita por el médico. El dolor varía en función de la paciente, pero se sabe que cuando la prótesis se coloca submuscular hay más molestias que cuando se hace subglandular.
• Utilizar hielo para bajar la inflamación de la zona. Es normal sentir presión en el pecho los días posteriores a ala cirugía.
• No fumar hasta que no se retiren las suturas.
• Utilizar ropa cómoda que se pueda poner fácilmente, como camisas con botones.

Durante los primeros días, e incluso semanas, las prótesis están muy arriba, porque están inflamadas. Así no es como van a quedar definitivamente, por lo que hay que tener paciencia y realizar pequeños masajes cuando ya no haya dolor. Muchas mujeres señalan que el resultado de la cirugía de aumento de pecho se ve a los 4 o 6 meses, momento en el que ya se han asentado las prótesis.

Movimiento y deporte tras la mamoplastia

Volver a la rutina tras una operación de aumento de pechos es algo que debe hacerse de manera gradual. Una vez desaparezcan las molestias y siempre bajo supervisión médica, puede recuperar su actividad anterior, siempre que no requiera esfuerzo físico.

Aunque la mayoría de las pacientes puede mover los brazos desde el primer momento, deben hacerlo de forma suave y pausada, sin movimientos bruscos y evitando levantarlos. De esta manera se acelera la cicatrización y se evita la formación de seromas (líquido acumulado). Asimismo, se consigue que las prótesis se mantengan en su lugar sin desplazarse.

A partir del quinto día la paciente puede recuperar su rutina habitual, siempre evitando realizar importantes esfuerzos con los brazos durante al menos un mes.

Puede realizar deporte, pero tiene que saber que si lleva implantes submusculares y realiza alguna actividad que afecta a la zona del pecho, existe riesgo de rotura o desgaste para los implantes.

Los médicos aconsejan lo siguiente, en relación con el deporte:

• Durante las primeras 2 semanas no hacer nada que aumente la frecuencia cardiaca, ni levantar objetos pesados.
• Pasadas 2 semanas se pueden empezar a hacer algunos ejercicios para el tren inferior (máquinas de poco peso).
• Después de 4 semanas se pueden realizar rutinas para el tren superior, pero como muy poco peso.
• Pasadas 8 semanas se puede correr y saltar, pero no hacer entrenamientos pesados.

Qué no debe hacer la paciente durante el postoperatorio

Como hemos comentado, para que la intervención sea exitosa es importante seguir las indicaciones del médico y evitar realizar acciones que pueden ser dañinas. Algunas de ellas son:

• Ejercitar el músculo pectoral con peso. Lo ideal es que la paciente esté un mes sin realizar cualquier ejercicio que pueda poner en riesgo la intervención, dos meses sin practicar running y tres hasta empezar a practicar deportes que impliquen movimiento importante de los brazos.
• Levantar peso. Cualquier esfuerzo puede producir una hemorragia, al aumentar la presión arterial.
• Fumar. La paciente debe dejar de fumar un mes antes de la intervención. Tampoco debe hacerlo después, para evitar complicaciones postquirúrgicas como las infecciones o el retraso en la cicatrización de las heridas.
• Elevar los brazos por encima de los hombros. Acciones de este tipo podrían hacer que los implantes se muevan.
• No darse un baño mientras la herida esté abierta. Hay que optar por ducharse.

Cuánto dura el postoperatorio de un aumento de pechos

El tiempo de baja tras un aumento de senos es relativamente corto, pudiendo la persona volver a trabajar pasados cinco días de la intervención, siempre que no haya complicaciones. A partir de ese momento también puede conducir, aunque sin realizar movimientos bruscos con los brazos a la hora de aparcar.

Como ya hemos dicho, es importante que evite realizar cualquier esfuerzo físico, por lo que la vuelta a la rutina se debe realizar poco a poco y de manera pausada. No es bueno tener prisa por recuperar la vida que se tenían antes de la cirugía; es necesario tener un poco de paciencia para que todo salga bien.

Dolor tras la mamoplastia y complicaciones

Después de la operación de aumento de pechos o mamoplastia es normal sentir dolor en la zona. Además de las molestias, que varían de una mujer a otra y en función del umbral del dolor, es frecuente que aparezca también:

• Sensación de tirantez en el pecho, que puede aliviarse con la toma de analgésicos y que va cediendo con el paso de los días. La rigidez de la zona puede ser consecuencia de la distensión producida al introducir las prótesis en pieles que no son demasiado elásticas o cuando los implantes que se han puesto son de gran tamaño.
• Picores y escozores, que se pueden evitar manteniendo la piel correctamente hidratada.
• Inflamación del pecho e incluso de otras zonas cercanas como el abdomen, por la inmovilidad de los primeros días.
• Hematomas. 
• Enfisema tisular, frecuente por la entrada de aire en los tejidos subcutáneos.
• Pecho muy elevado, de la propia inflamación de la cirugía. Con el paso de los días se va colocando en su sitio.
• Curación asimétrica de las mamas. 
• Frío o calor en el pecho de forma repentina.

Todo lo anteriormente citado es normal en una intervención de aumento de senos. Pero, aunque no es muy frecuente, pueden surgir complicaciones como:

• Infección. En toda cirugía existe el riesgo de que se produzca una infección. En este caso aumenta, al introducir en el cuerpo un agente externo, como son las prótesis. Por este motivo es importante tener una buena higiene, sobre todo en las cicatrices.
• Hematomas que no se han drenado. En algunos casos pueden infectarse y causar una infección considerable.
• Contractura capsular. Se produce cuando el tejido cicatricial modifica la forma del implante.
• Mala cicatrización. Depende cada paciente (hay algunos que hacen una cicatrización queloide) y de la técnica utilizada para la sutura.
• Mamas asimétricas. En algunos casos los pechos no quedan iguales y es necesario realizar posteriormente un retoque.
• Acumulación de líquido o seroma.

Recuperación de una mamoplastia

La recuperación de una mamoplastia se consigue, generalmente, pasados 2 meses de la intervención. En ese momento la mujer puede llevar una vida normal, como la que tenía antes de operarse. Eso sí, debe evitar realizar esfuerzos físicos importantes.

Lo normal es notar que los nuevos senos se han acomodado cuando han pasado 4 meses.

Para que la cirugía tenga éxito es importante seguir todos los consejos del médico que hemos comentado anteriormente, en cuanto a recuperación de una mamoplastia.

El hecho de llevar implantes mamarios hace necesarias revisiones periódicas con el médico. Se suelen realizar, por lo general, a los 3, 6 y 12 meses. Pasado un año de la intervención la paciente debe hacer un control de las prótesis, que incluya pruebas de imagen, para comprobar que siguen en perfecto estado.

Tratamiento de la cicatriz tras la mamoplastia

El cirujano suele recomendar también llevar un tipo de sujetador para el postoperatorio de mamoplastia, sin aros, que sea de algodón y cómodo para una paciente durante el postoperatorio. Se debe usar durante un mes después de la cirugía. La retirada de puntos suele hacerse a las dos semanas y, aunque la mayoría de los puntos suelen ser reabsorbibles, en algunas ocasiones hay que retirar algunos puntos en consulta.

La mamoplastia deja una cicatriz en ambas mamas, que deben ser cuidadas para no tener complicaciones. Para tratar la cicatriz y que se note lo menos posible es importante limpiarla con antisépticos y mantenerla tapada para evitar su hipertrofia.

Se puede combinar la hidratación de la cicatriz con aceites esenciales con la oclusión de la herida con un esparadrapo de papel. De esta forma se evita que la cicatriz se deshidrate y se forme con mala calidad.  Hay parches que la dejan plana y evitan la formación de queloides o cicatrices hipertróficas, que estéticamente tienen poca calidad.

Asimismo, no se debe exponer al sol, para evitar que se pigmente y quede marca, por lo menos hasta que no pasa un año de la intervención. Así se consigue que la cicatriz cicatrice como un proceso natural y quede escondida en el surco submamario, siendo casi imperceptible.

Drenaje en el postoperatorio de una mamoplastia

El drenaje linfático manual es un tratamiento de fisioterapia muy recomendado tras una operación de aumento de mamas. Consiste en la realización, por parte del fisioterapeuta, de movimientos superficiales y circulares que ayudan a reabsorber el edema que queda tras la intervención. Al ser un masaje ligero, en el que la presión no llega a la prótesis, no hay peligro para los implantes. No ocurre lo mismo con los masajes que amasan, que no están recomendados en las mamoplastias.

Riesgos de realizar una mamoplastia o aumento de pecho

Siempre que se realiza una intervención quirúrgica existen riesgos que pueden aparecer. En el caso del aumento de pecho o mamoplastia son los siguientes:

• Encapsulamiento de la mama. Se forma una cápsula alrededor del implante mamario, que es una cicatriz que aísla el implante del resto del cuerpo y puede contraerse y apretar el implante. Si esto ocurre el implante se va a sentir duro. Es muy poco frecuente y solo se da en un 2% de las pacientes.
• Cicatrices anormales y antiestéticas. Las cicatrices de una mamoplastia son pequeñas y poco visibles. Sin embargo, en pacientes que tienen propensión a hacer cicatrices anormales pueden ser notorias.
• Asimetría mamaria. Los implantes que se colocan generalmente son del mismo tamaño, pero es importante tener en cuenta que la mayoría de las mujeres tienen asimetría mamaria antes de someterse a la operación.
• Pérdida de la sensibilidad en la zona de la areola, el pezón y la piel circundante a la inserción del implante. Esta sensación suele ser temporal.
• Aparición de hematomas. La complicación más frecuente es el hematoma tras el postoperatorio de una mamoplastia, es decir la acumulación anormal de sangre entre el implante y la glándula. Aunque es raro, puede suceder y es necesario volver a intervenir la mama para lograr la limpieza y la evacuación del implante, con el fin de disminuir las complicaciones.

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