Contractura cervical: un dolor común, pero controlable
- Las causas de una contractura cervical pueden ser múltiples y, en muchos casos, una combinación de varios factores.
- Frío y calor son dos de los remedios más utilizados, pero cada uno tiene un propósito específico.

La contractura cervical es uno de los trastornos musculares más frecuentes en la sociedad moderna. El estrés, la mala postura, la falta de ejercicio y el sedentarismo son algunos de los factores que contribuyen a su desarrollo. El dolor asociado con la contractura cervical puede ser debilitante, limitando las actividades diarias e interfiriendo en la calidad de vida.
¿Qué es una contractura cervical?
La contractura cervical se produce cuando los músculos de la zona del cuello se contraen de manera involuntaria y permanecen en ese estado, lo que genera dolor, rigidez y limitación en el movimiento del cuello. Esta contracción sostenida interfiere con la función normal del músculo, que debería relajarse y contraerse de forma controlada según la necesidad.
El cuello está compuesto por varios músculos importantes como el trapecio, los músculos escalenos y los esternocleidomastoideos, que, cuando se ven sobrecargados, pueden generar una contractura. Aunque este dolor es común y muchas personas lo experimentan en algún momento de su vida, no siempre se debe a una lesión grave. Muchas veces, factores como una mala postura o el estrés pueden ser los principales desencadenantes.
Causas comunes de la contractura cervical
Las causas de una contractura cervical pueden ser múltiples y, en muchos casos, una combinación de varios factores. Algunas de las principales causas son:
- Mala postura. Pasar muchas horas frente a un ordenador o teléfono móvil, o mantener una mala postura al dormir, puede sobrecargar los músculos del cuello.
- Estrés y ansiedad. El estrés emocional puede generar tensiones en los músculos, lo que contribuye a la aparición de contracturas, especialmente en el cuello y los hombros.
- Lesiones o golpes. Un accidente o un golpe en la zona cervical también puede desencadenar una contractura, al igual que el latigazo cervical (lesión producida por un movimiento brusco del cuello).
- Desgaste muscular por actividad física excesiva. El sobreesfuerzo en actividades físicas, sobre todo en movimientos repetitivos, puede tensar los músculos y provocar la contractura.
¿Cómo quitar el dolor de cuello rápido?
Para aliviar el dolor de cuello rápidamente, existen varios métodos:
- Aplicación de frío o calor: alternar frío y calor puede ayudar a disminuir el dolor y reducir la inflamación.
- Masajes y movilización suave: un masaje terapéutico realizado por un fisioterapeuta puede liberar la tensión de los músculos afectados. El masaje debe ser suave y no causar dolor adicional.
- Medicamentos antiinflamatorios como el ibuprofeno o el paracetamol pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación en los músculos cervicales.
- Ejercicios de estiramiento y movilidad: realizar estiramientos suaves y movimientos controlados para movilizar el cuello puede aliviar la rigidez y mejorar el rango de movimiento.
Es importante tener en cuenta que el tratamiento debe ser adaptado a cada caso, y evitar forzar el cuello, ya que los movimientos bruscos pueden empeorar la lesión.
¿Qué es mejor para una contractura cervical: frío o calor?
El tratamiento adecuado de la contractura cervical puede variar según la fase de la afección. Frío y calor son dos de los remedios más utilizados, pero cada uno tiene un propósito específico.
- Frío. Durante las primeras 48 horas de la contractura, el frío puede ser más beneficioso, ya que reduce la inflamación y disminuye la circulación sanguínea en la zona afectada. El frío disminuye el dolor y la hinchazón, por lo que se recomienda aplicar una bolsa de hielo envuelta en un paño sobre el cuello durante 15-20 minutos varias veces al día.
- Calor. Después de las primeras 48 horas, el calor es ideal para aliviar la rigidez muscular. El calor relaja los músculos tensos, aumenta el flujo sanguíneo y mejora la elasticidad de los tejidos. Puedes aplicar una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica sobre la zona afectada, siempre teniendo cuidado de no quemarte.
Es importante escuchar a tu cuerpo y ver cuál de estos métodos te resulta más efectivo. En algunos casos, una combinación de ambos puede ofrecer un alivio más completo.
¿Cuánto tiempo tarda en estabilizarse una contractura cervical?
El tiempo de recuperación de una contractura cervical depende de varios factores, como la gravedad de la contractura, el tratamiento aplicado y el estado físico de la persona. Generalmente, una contractura leve puede mejorar en un plazo de 2 a 5 días si se trata adecuadamente con descanso, aplicación de frío o calor y medicamentos antiinflamatorios.
Para contracturas más severas o crónicas, el proceso de recuperación puede durar hasta 2 o 3 semanas. En casos más complicados, donde el dolor no desaparece rápidamente o persiste con la actividad diaria, es fundamental acudir a un profesional para obtener un tratamiento más específico, que podría incluir fisioterapia o incluso tratamiento médico más avanzado.
¿Es bueno nadar con contractura cervical?
Una de las preguntas más frecuentes sobre las contracturas cervicales es si el ejercicio, como nadar, puede ser útil o incluso perjudicial. En general, nadar puede ser muy beneficioso para aliviar el dolor cervical, siempre que se haga con precaución. El agua reduce el impacto y la tensión sobre los músculos, lo que facilita el movimiento sin riesgo de agravar la lesión. Los estilos de natación como el espalda o el estilo libre son especialmente recomendables, ya que ayudan a estirar los músculos del cuello sin sobrecargarlos.
Sin embargo, nadar no es adecuado para todos los casos. Si la contractura es severa o dolorosa, lo mejor es consultar a un médico antes de realizar cualquier actividad física. A veces, un descanso inicial es necesario para permitir que los músculos se relajen antes de hacer ejercicios.
¿Con una resonancia magnética cervical se ven contracturas?
Una resonancia magnética cervical (RM) es una herramienta muy útil para estudiar los tejidos blandos, huesos y nervios del cuello. Sin embargo, una resonancia magnética no es capaz de detectar contracturas musculares. Las contracturas son alteraciones funcionales, no estructurales, y por lo tanto no son visibles en una RM a menos que haya un daño significativo en los tejidos o los nervios asociados.
Lo que sí puede mostrar una resonancia magnética son afecciones como hernias discales, pinzamientos nerviosos o daños en las vértebras, que podrían estar relacionados con el dolor cervical. Si se sospecha de una contractura muscular, los médicos generalmente recurren a un diagnóstico clínico a través de la historia médica y un examen físico.
Dolor de cervicales y cabeza: ¿por qué sucede?
El dolor de cervicales a menudo está relacionado con el dolor de cabeza. El dolor en la cervical puede irradiar hacia la cabeza debido a la irritación de los nervios cervicales. Esto se conoce como cefalea cervicogénica, un tipo de dolor de cabeza que proviene de la tensión en los músculos o los nervios del cuello. Los músculos del trapecio, los escalenos y los músculos suboccipitales son responsables de la mayor parte de este dolor referido.
Cuando los músculos cervicales están tensos o contraídos, pueden afectar la circulación sanguínea en el área y alterar la función nerviosa, lo que provoca dolores de cabeza tipo tensión, mareos y fatiga.
Contractura en el trapecio: ¿qué hacer?
El trapecio es uno de los músculos más afectados por las contracturas cervicales, especialmente en las personas que pasan mucho tiempo frente a pantallas o tienen estrés acumulado. Si la contractura afecta a esta área, el dolor puede irradiar hacia los hombros y la parte superior de la espalda, e incluso hacia la cabeza.
Para aliviar la contractura en el trapecio, puedes:
- Realizar estiramientos suaves para aliviar la tensión acumulada en los músculos.
- Masajes terapéuticos que ayuden a liberar la rigidez.
- Aplicar calor en la zona para reducir la tensión muscular.
Es fundamental tener paciencia durante la recuperación y evitar movimientos que puedan agravar la contractura.
La contractura cervical es una afección común, pero no imposible de tratar. Con el enfoque adecuado, que incluye descanso, tratamientos de calor y frío, masajes, y ejercicios de estiramiento, es posible aliviar el dolor y recuperar la movilidad. Es importante identificar las causas subyacentes de la contractura y, si el dolor persiste, buscar atención médica. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte sin esperas y a unos precios muy competitivos. Adoptar buenos hábitos posturales y reducir el estrés también son factores clave para prevenir futuras lesiones en el cuello.
Te informamos de que solo utilizaremos tus datos para enviarte las actualizaciones que se produzcan en los comentarios de post.
Puedes ejercer tus derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación u oposición al tratamiento de datos y portabilidad en materia de protección de datos en la dirección de correo electrónico dpo@saludonnet.com tal y como se detalla en la “Información Adicional”, que podrá ser consultada en https://www.saludonnet.com/politica-privacidad