¿Por qué es importante revisarse periódicamente los lunares?
Seguro que alguna vez hemos oído el refrán que dice: «La mujer lunarosa, de suyo es hermosa». Y es que hasta no hace mucho, estas manchitas en la piel eran signos de belleza y, según el lugar en el que estuvieran, de envidia para muchas personas. Hay hasta quien ha buscado significados a los lunares en función de la zona del cuerpo en la que se tienen. Pero más allá de lo estético, hay que estar atentos a estas manchas porque hay veces que evolucionan de manera negativa.
En muchas ocasiones escuchamos que nos debemos hacer una revisión periódica de los lunares, y es importante conocer el porqué de la misma y la trascendencia que ésta tiene para nuestra salud. La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y pueden existir muchos tipos de manchas que no necesariamente tienen que ser lunares.
Los lunares son manchas en la piel, generalmente pequeñas, localizadas en cualquier lugar de nuestra superficie corporal, de color marrón, castaño o rosado, planos o elevados que se forman cuando las células que producen el pigmento, llamadas melanocitos, se disponen formando grupos. Los lunares pueden aparecer en cualquier momento de nuestra vida, desde el nacimiento hasta casi los 40 años y algunos tienden a desaparecer con el envejecimiento.
Es muy común entre los seres humanos la presencia de lunares, y la gran mayoría de estos no son cancerosos. Pero existen lunares atípicos, como el nevo displásico, que aunque no es frecuente que se transforme en Melanoma, sí es cierto que existe una relación directa entre la cantidad de nevos displásicos y la aparición del Melanoma.
El Melanoma es el cáncer de piel más peligroso que existe, ya que puede infiltrarse en tejidos cercanos y diseminarse al resto del cuerpo. Al ser la piel un órgano visible, nos permite poderlo identificar de forma temprana por lo que es aconsejable que con cierta frecuencia nos realicemos un autoexamen de los lunares, así como una valoración médica 1 vez al año, incluso en aquellas personas con más de 50 lunares, que tienen la piel y los ojos muy claros, se queman con facilidad, se han expuesto mucho al sol durante toda su vida y con antecedentes familiares de Melanoma se debe realizar cada 6 meses. La detección precoz de este tipo de este tipo de cáncer es vital, detectarlo antes de que se extienda nos da la posibilidad de curarnos y salvar nuestras vidas.
Las características a tener en cuenta cuando nos realizamos un autoexamen, son muy sencillas, y nos guiamos por la regla general que es fácil de recordar, es la regla ABCD:
- A de asimetría
- B de bordes
- C de contornos
- D de diámetro
Los lunares sospechosos de melanoma son aquellos asimétricos, de bordes irregulares, de color muy oscuro, negro o de varios colores y de diámetro mayor de 1cm. De notar algún lunar con estas características se debe acudir inmediatamente al Dermatólogo, que es el médico especialista en la piel, encargado de analizar estas peculiaridades anteriormente descritas.
Analizando todo lo anteriormente explicado se llega a la conclusión de que en nuestras manos está el poder prevenir o detectar de forma muy temprana el Melanoma y de esta manera poder salvar nuestras vidas.
Agradecemos la colaboración de la Dra. Viviana Casacó Diez, especialista en Dermatología, en la elaboración de este artículo
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