Qué significa tener las transaminasas altas y cómo bajarlas
- Su elevación puede indicar no solo daño hepático, sino también problemas cardíacos o musculares.
- El consumo de frutas y verduras: ayudan a desintoxicar el hígado gracias a su alto contenido en antioxidantes.

Las transaminasas son enzimas clave en el funcionamiento del hígado. Cuando sus valores se elevan, puede ser una señal de que algo no está funcionando correctamente en este órgano.
Qué son las transaminasas y cuáles son sus valores normales
Las transaminasas son un grupo de enzimas que participan en el metabolismo de los aminoácidos y que se encuentran principalmente en el hígado, aunque también están presentes en el corazón y los músculos. Estas enzimas juegan un papel fundamental en el ciclo de la urea y en la descomposición de las proteínas.
Las más importantes son:
- AST (aspartato aminotransferasa) o GOT (glutamato oxalacetato transaminasa): presente en el hígado, corazón y músculos. Su elevación puede indicar no solo daño hepático, sino también problemas cardíacos o musculares.
- ALT (alanina aminotransferasa) o GPT (glutamato piruvato transaminasa): se encuentra mayormente en el hígado y es un marcador más específico de daño hepático.
Valores normales de las transaminasas
Los valores normales pueden variar ligeramente según el laboratorio, pero en general se consideran:
- ALT/GPT: 10 – 49 U/L
- AST/GOT: 10 – 34 U/L
Si los valores están por encima de estos rangos, se dice que hay transaminasas altas, lo que puede indicar algún problema hepático o muscular.
A qué se deben las transaminasas altas
Hay diversas causas por las que se pueden elevar las transaminasas en una analítica. Algunas de las más frecuentes son:
1. Enfermedades hepáticas
- Hígado graso (esteatosis hepática): se produce cuando se acumula grasa en el hígado. Puede ser de origen alcohólico o no alcohólico. Se asocia a obesidad, diabetes y resistencia a la insulina.
- Hepatitis viral (A, B, C, etc.): infecciones que inflaman el hígado y elevan los niveles de AST y ALT. Pueden ser agudas o crónicas.
- Cirrosis hepática: enfermedad crónica avanzada en la que el tejido hepático se cicatriza y pierde su función normal.
- Cáncer de hígado: Puede provocar elevaciones de las transaminasas en etapas avanzadas.
2. Consumo de alcohol y medicamentos
- Alcoholismo crónico: El consumo excesivo de alcohol daña las células hepáticas, aumentando los niveles de transaminasas, especialmente la AST.
- Fármacos hepatotóxicos: Algunos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), el paracetamol en dosis altas, estatinas y ciertos antibóticos, pueden elevar las transaminasas.
- Suplementos y productos naturales: algunos productos como el té verde en grandes cantidades o suplementos de herbolaria pueden afectar la función hepática.
3. Enfermedades metabólicas y autoinmunes
- Diabetes tipo 2 y síndrome metabólico: la resistencia a la insulina y el sobrepeso pueden favorecer el hígado graso.
- Hepatitis autoinmune: enfermedad en la que el sistema inmunológico ataca al hígado.
- Hemocromatosis: trastorno en el que el cuerpo acumula demasiado hierro en los órganos, incluyendo el hígado.
- Enfermedad de Wilson: acumulación de cobre en el hígado y otros órganos.
4. Ejercicio intenso y daño muscular
El ejercicio extenuante puede provocar la liberación de transaminasas debido a microlesiones musculares, lo que se traduce en un aumento temporal de AST y ALT en sangre.
Qué pasa si tienes las transaminasas altas
Las consecuencias de tener transaminasas altas dependen de la causa subyacente. Si se deben a un problema hepático, pueden indicar un proceso inflamatorio que, si no se trata, podría evolucionar hacia fibrosis, cirrosis o insuficiencia hepática.
En casos graves, el daño hepático puede derivar en ictericia (coloración amarillenta de piel y ojos), ascitis (acumulación de líquido en el abdomen) y encefalopatía hepática (confusión y deterioro cerebral debido a toxinas en sangre).
Es fundamental identificar la causa y realizar un seguimiento con un médico para evitar complicaciones.
Cómo bajar las transaminasas altas
Si en un análisis de sangre te han detectado GOT/AST alto o GPT/ALT por encima de los valores normales, hay varias estrategias para reducirlas:
1. Cambios en la dieta
- Aumenta el consumo de frutas y verduras: ayudan a desintoxicar el hígado gracias a su alto contenido en antioxidantes.
- Reduce el consumo de grasas saturadas y azúcares: evita alimentos ultraprocesados y fritos, ya que contribuyen al hígado graso.
- Incluye alimentos con propiedades hepáticas: alcachofa, remolacha, ajo y cúrcuma pueden ayudar a mejorar la función hepática.
- Asegura una hidratación adecuada: beber suficiente agua facilita la eliminación de toxinas.
2. Evita el alcohol y medicamentos hepatotóxicos
- Si tomas fármacos que pueden afectar el hígado, consulta a tu médico.
- Reduce o elimina el consumo de alcohol.
3. Mantén un peso saludable y haz ejercicio moderado
- La obesidad está relacionada con el hígado graso y transaminasas elevadas.
- Evita ejercicios excesivamente intensos si tienes valores anormales en la analítica.
- Realiza actividad física moderada como caminar, nadar o yoga.
4. Remedios naturales y suplementos
- Cardo mariano: Se ha estudiado su efecto protector sobre el hígado.
- Cúrcuma: Puede tener propiedades antiinflamatorias beneficiosas.
- Té verde: Su consumo moderado puede ser beneficioso, pero en exceso podría ser contraproducente.
Cuándo acudir al médico
Si tienes transaminasas altas, es importante consultar a un médico para determinar la causa y el tratamiento adecuado, especialmente si:
- Se mantienen elevadas en varios análisis.
- Presentas síntomas como fatiga, ictericia (piel amarillenta) o dolor abdominal.
- Hay antecedentes familiares de enfermedades hepáticas.
Tener transaminasas altas puede ser una señal de alerta sobre la salud del hígado. Identificar la causa es fundamental para prevenir complicaciones. Con cambios en la dieta, el estilo de vida y seguimiento médico adecuado es posible bajar las transaminasas altas y mejorar la salud hepática.
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