Rectorragia o sangrado anal: causas y tratamiento

  • La causa más frecuente de la rectorragia son las hemorroides
  • Cuando un paciente acude a consulta por esta causa el médico debe cuantificar la pérdida de sangre
maqueta de intestino

La rectorragia o sangrado anal es algo más común de lo que pensamos. Aunque es alarmante, no en todos los casos significa que el paciente tenga una enfermedad grave.

Qué es la rectorragia

La rectorragia es la emisión de sangre roja a través del ano, de manera aislada o junto con las heces. Según varios estudios realizados se sabe que un tercio de la población ha experimentado, al menos en una ocasión, pérdidas de sangre por vía rectal. No obstante menos de la mitad ha acudido al médico por este motivo.  Es frecuente que el sangrado anal se deba a una hemorragia digestiva baja, con origen en el colon. También puede ser debido, cerca del 20%, a una hemorragia digestiva alta con tránsito intestinal acelerado.

El diagnóstico de la rectorragia no puede realizarse solo con la historia clínica y la exploración física. En este caso es necesario realizar otras pruebas complementarias avanzadas.

Causas de la rectorragia

Es frecuente que la existencia de sangre en las heces se produzca a consecuencia de una afección anorrectal benigna, como son las hemorroides. No obstante es importante su estudio, puesto que puede ser un síntoma de enfermedades graves como el cáncer de colon o la enfermedad inflamatoria intestinal, entre otras. Diversos estudios demuestran que cerca de un 40% de los pacientes con más de 45 años con rectorragia presentan lesiones neoplásicas de intestino grueso, entre las que se encuentran el cáncer colorrectal y los adenomas.

Las principales causas, cuando una persona tiene heces con sangre, son:

  • Hemorroides.
  • Fístula anal.
  • Úlcera rectal.
  • Proctitis (ulcesora, actínica o infecciosa).
  • Diverticulosis.
  • Pólipos colorrectales.
  • Cáncer colorrectal.
  • Angiodisplasia.
  • Otras patologías como colitis isquémica o endometriosis.

Rectorragia sin dolor

La rectorragia no tiene que ser dolorosa. Puede acompañarse de molestias o no en función de la patología que la cause, que puede ser leve (lo más común) o grave. Así, puede haber pérdidas de sangre que no causen dolor, como los divertículos, los pólipos sangrantes de colon y recto, las hemorroides internas, el parasitismo intestinal o el cáncer del colon. Lo importante es acudir siempre al médico cuando haya sangrado anal, independientemente de si existe rectorragia sin dolor.

Qué hacer cuando hay rectorragia: tratamiento

Cuando un paciente acude a consulta a causa de una rectorragia aguda el médico debe cuantificar la pérdida de sangre. Para ello el especialista realiza una exploración física de la región anoperineal, que debe concluir con un tacto rectal. En algunos casos también puede hacer una anuscopia para explorar el canal anal con la ayuda de un pequeño tubo que permite ver el interior o una sigmoidoscopia para observar además del canal anal, el recto y parte del colon.

Cuando hay sangre en las heces se recomienda una analítica que permita saber si el paciente tiene anemia o microcitosis. La colonoscopia total es una exploración endoscópica que muestra el colon de principio a fin y ayuda en el diagnóstico de lesiones colorrectales. El enema opaco es una prueba radiológica que se realiza con contraste para ver el colon y recto.

El tratamiento de la rectorragia depende de la causa que lo ha provocado. En los casos en los que sangre en las heces está causada por hemorroides el tratamiento se basa en la eliminación de dichas hemorroides, con un cambio de alimentación y hábitos, en los casos más leves, o a través de una cirugía llamada hemorroidectomía. Si la causa es una patología más grave es necesario tratar el origen para eliminar la rectorragia (cáncer de colon, pólipos… etc).

Hematoquecia vs rectorragia

La hematoquecia es la emisión de sangre de color rojo intenso, que se produce de forma aislada o junto con las heces y se origina generalmente por una hemorragia en el colon o en el recto. Por lo general aparece como consecuencia de lesiones localizadas por debajo del ángulo del Treiz, que es la conexión que hay entre el duodeno y el yeyuno, en la zona en la que se eleva el duodeno hacia la parte izquierda del diafragma.    

Por su parte la rectorragia es la emisión de sangre por vía rectal, independientemente de cuál sea su origen digestivo.

Rectorragia por hemorroides

La existencia de sangre al defecar está directamente relacionada con las hemorroides. Se produce por un aumento de la presión intraabdominal, que va unido a la realización de esfuerzos (al defecar, levantar peso o a causa de una hipertrofia prostática). Las hemorroides internas están recubiertas de mucosa y se encuentran en el plexo superior y las hemorroides externas aparecen en el plexo externo.

Sus principales síntomas son:

Un dieta rica en fibra y baños de asiento con agua tibia son parte del tratamiento de las hemorroides. En casos más graves se opta por la cirugía.

Rectorragia en niños

La causa más frecuente de la rectorragia en niños es la existencia de una fisura anal. Suele ocurrir en la parte lateral del ano y va acompañada de estreñimiento y dolor al defecar. También puede haber rectorragia por proctitis, con sangramiento rectal en cantidades pequeñas, en el caso de los lactantes y recién nacidos.  

Asimismo también puede aparecer sangre en las heces a causa de colitis ulcerosa, diarrea infecciosa, pólipos, esofagitis o invaginación intestinal, entre otras patologías. Es poco frecuente que los niños tengan hemorroides, a pesar de estar estreñidos.

Si tienes pérdidas de sangre por el ano debes acudir al médico para que evalúe las posibles causas. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte con el diagnóstico y tratamiento.

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