¿Sabes qué es la sarna o escabiosis?

Aunque el refrán dice que “Sarna con gusto no pica”, la sarna pica y mucho. Es una enfermedad infecciosa que está producida por un parásito, un ácaro denominado Sarcoptes scabiei, que deposita los huevos en pequeños orificios de la piel y puede vivir fuera del cuerpo humano entre 24 y 36 horas. Se trata de una patología muy contagiosa que provoca un picor generalizado en el cuerpo. Se transmite por contacto directo y por la ropa, las sábanas y las toallas compartidas, por lo que cuando alguien en una casa tiene sarna es muy importante la higiene de todos estos artículos.

Principales manifestaciones de la sarna

La sarna o escabiosis es más habitual en niños y jóvenes y no está asociada, como se pensaba antes, a la falta de higiene. La escabiosis en los niños afecta generalmente a la cara, el cuero cabelludo y las palmas de pies y manos.

Esta patología produce síntomas reconocibles como:  

• Prurito o picor intenso nocturno, de 6 a 8 semanas. Por lo general no se siente en la cabeza y suele aparecer pasadas dos o cuatro semanas del contagio.
• Irritaciones cutáneas eritematosas localizadas.
• Lesiones papulares (sobreelevadas) y urticariformes (placas rojizas o pruriginosas) en cualquier parte del cuerpo.

Hay lesiones que están relacionadas directamente con la aparición de esos ácaros como los surcos o las vesículas y otras con la sensibilización alérgica al ácaro, como las pápulas o las placas de eccemas.

Zonas más expuestas

Existen diferentes tipos de sarna, siendo la más habituales la clásica, la nodular y la costrosa. El diagnóstico se realiza con la exploración física y la historia clínica del paciente, aunque para mayor certeza puede utilizarse un microscopio o una lámpara de Wood.

Esta enfermedad infecciosa aparece en algunas zonas del cuerpo con más frecuencia que en otras. Según diversos estudios, al parecer prefieren las zonas del cuerpo donde casi no hay folículos pilosebáceos. Las principales partes afectadas son:

• Pliegues interdigitales de mano y muñecas.
• Axilas y pezones.
• Nalgas y genitales.
• Cara, en el caso de los niños.
• Cabeza y cuello, en lactantes y pacientes inmunodeprimidos.

Tratamiento para la sarna

El tratamiento de elección es la permetrina al 5% en crema. Debe administrarse en todo el cuerpo, excepto en la cabeza, a todas las personas que convivan con el infectado y dejar actuar toda la noche. En el caso de niños y ancianos se puede administrar también el cuero cabelludo, siempre que sean mayores de 2 años. Es importante aplicar la crema bien en los espacios interdigitales de las manos y los pies, en las axilas, las ingles, los genitales y cerca del ano. También se recomienda una buena higiene de uñas. Como consejo, hay que tener mucho cuidado con aplicar la permetrina en los ojos.

Los especialistas también prescriben Ivermectina tomada de forma oral en aquellas personas que tienen el sistema inmunitario más débil, cuando el tratamiento con cremas no ha surtido efecto. En casos más graves se puede combinar la Ivermectina oral y con la permetrina al 5%.

Asimismo, es importante tomar otras medidas de precaución como:

• No rascarse, aunque cueste, para evitar que se infecten las lesiones de la piel.
• Lavar toda la ropa de vestir, las sábanas y las toallas a 60 grados. Las prendas que no puedan lavarse a esa temperatura se deben guardar en bolsas de plástico cerradas durante tres días.  Si en la casa hay secadora se recomienda utilizarla.
• Utilizar insecticidas sobre aquellas superficies que no se pueden lavar, como los sofás o muebles.
• Pasar bien la aspiradora por las alfombras y los colchones.

Este protocolo debe repetirse pasadas 24 horas y también al cabo de una semana.  

Si crees que tienes sarna debes acudir al médico para que realice una valoración y ponga un tratamiento adecuado. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites.