Reconocer los síntomas de un infarto y actuar rápido

Las enfermedades del corazón son una de las principales causas de muerte, no solo en países desarrollados, sino también en aquellos en vías de desarrollo. Reconocer los síntomas de un infarto y actuar con rapidez puede ser vital para salvar vidas.

¿Qué es un infarto de miocardio?

Un infarto de miocardio, comúnmente conocido como ataque al corazón, se produce cuando el flujo de sangre a una parte del corazón se bloquea. Esta obstrucción es generalmente causada por la acumulación de placas de grasa, colesterol y otras sustancias en las arterias, un proceso conocido como aterosclerosis. Cuando el tejido cardíaco no recibe suficiente oxígeno, comienza a dañarse, lo que puede provocar complicaciones graves, incluyendo la muerte.

Factores de riesgo

El infarto de miocardio está asociado con varios factores de riesgo que pueden ser modificables o no modificables. Entre los factores no modificables se encuentran la edad, el género (los hombres tienen mayor riesgo), y antecedentes familiares de enfermedades del corazón. Los factores modificables incluyen:

  • Hipertensión arterial. La presión arterial alta puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de infarto.
  • Colesterol alto. Niveles elevados de colesterol LDL («colesterol malo») pueden contribuir a la formación de placas en las arterias.
  • Diabetes. La diabetes aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Obesidad. El sobrepeso está relacionado con otros factores de riesgo, como la hipertensión y la diabetes.
  • Fumar. El tabaquismo daña las arterias y reduce el oxígeno disponible para el corazón.
  • Inactividad física. Un estilo de vida sedentario contribuye a la obesidad y otros factores de riesgo.

Síntomas de Infarto

Reconocer los síntomas de un infarto es crucial para buscar atención médica de inmediato. Estos síntomas pueden variar entre hombres y mujeres, y en algunos casos, pueden ser más sutiles. Algunos de los síntomas de infarto más comunes son:

  • Dolor en el pecho. Este es el síntoma más característico. El dolor puede describirse como una sensación de opresión, presión o pesadez en el centro o en el lado izquierdo del pecho. Puede durar más de unos minutos o desaparecer y volver. Este dolor puede ser confundido con indigestión o acidez estomacal.
  • Dolor en el brazo izquierdo. Muchas personas experimentan dolor que se irradia hacia el brazo izquierdo, aunque también puede afectar otros lugares, como la mandíbula, la espalda o el estómago. Este síntoma a menudo se asocia con el dolor en el pecho y puede ser un indicador de un infarto.
  • Dificultad para respirar. La sensación de falta de aire puede ocurrir con o sin dolor en el pecho. Algunas personas pueden sentir que no pueden tomar aire suficiente.
  • Síntomas en mujeres. Las mujeres a menudo presentan síntomas de infarto diferentes a los hombres. Pueden experimentar náuseas, fatiga extrema, sudoración o mareos, lo que puede dificultar el reconocimiento del infarto. Es importante que las mujeres conozcan estos síntomas menos típicos.
  • Sudoración excesiva. Sudar de manera excesiva sin razón aparente, especialmente si es acompañada de otros síntomas, puede ser un signo de infarto.
  • Malestar estomacal. Algunas personas pueden experimentar indigestión o dolor abdominal, que a menudo se confunde con problemas gastrointestinales.

Reconocimiento tardío

El reconocimiento tardío de los síntomas de un infarto puede ser mortal. Muchas personas esperan demasiado tiempo para buscar atención médica, lo que aumenta significativamente el riesgo de complicaciones graves. Según la American Heart Association, el tiempo promedio que una persona espera para buscar ayuda durante un infarto es de más de dos horas, lo cual es extremadamente peligroso. Cada minuto cuenta, y actuar rápidamente puede salvar vidas.

Qué hacer en caso de infarto

Si sospechas que alguien está teniendo un infarto, es crucial actuar con rapidez. Algunos de los pasos a seguir son:

  • Llamar al servicio de emergencias inmediatamente. No hay que intentar llevar a la persona al hospital; los servicios de emergencia tienen el equipo necesario para manejar la situación y pueden iniciar el tratamiento en el camino.
  • Mantener la calma. Intentar que la persona se sienta tranquila y cómoda. Evitar que realice esfuerzos físicos innecesarios, ya que esto puede empeorar su situación.
  • Aspirina. Si la persona no es alérgica y no tiene contraindicaciones, masticar una aspirina puede ayudar a diluir la sangre y mejorar el flujo. Esto puede ser particularmente útil si se toma antes de la llegada de los servicios de emergencia.
  • Primeros auxilios. Si la persona pierde el conocimiento, se deben realizar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) si se está capacitado para hacerlo. Las compresiones torácicas pueden ser vitales para mantener la circulación sanguínea hasta que llegue ayuda.

Es importante no ignorar los síntomas: Si alguien alrededor presenta los síntomas mencionados, no se debe esperar. Cada segundo cuenta y la rapidez en la atención médica es crucial.

Importancia de actuar rápido

La importancia de actuar rápido en caso de infarto no puede ser subestimada. La rapidez con la que se recibe tratamiento puede salvar vidas y minimizar el daño al corazón. Según estudios, los pacientes que reciben tratamiento dentro de las primeras dos horas de un infarto tienen una mayor tasa de supervivencia y menor riesgo de daño cardíaco a largo plazo.

Consecuencias del retraso

El retraso en el tratamiento puede llevar a consecuencias graves, como:

  • Daño permanente al corazón. Cuanto más tiempo pase sin tratamiento, más daño sufrirá el músculo cardíaco.
  • Arritmias. Un infarto puede provocar ritmos cardíacos anormales, que pueden ser potencialmente mortales.
  • Insuficiencia cardíaca. El daño prolongado al corazón puede llevar a la incapacidad del corazón para bombear sangre de manera efectiva.
  • Muerte súbita. En casos extremos, la falta de atención médica puede resultar en la muerte súbita.

Educación y conciencia

La educación y la conciencia sobre los síntomas de un infarto son vitales para la prevención y el manejo de esta emergencia médica. Las campañas de sensibilización pueden ayudar a informar al público sobre los signos de advertencia y la importancia de buscar atención médica de inmediato. Además, las personas deben ser alentadas a reconocer los síntomas en sí mismas y en los demás.

Prevención del Infarto

La prevención es fundamental para reducir el riesgo de sufrir un infarto. Algunas recomendaciones efectivas son:

  • Dieta equilibrada. Consumir alimentos ricos en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Limitar el sodio y las grasas saturadas. La dieta mediterránea ha demostrado ser efectiva en la reducción del riesgo cardiovascular.
  • Ejercicio regular. Realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Esto no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también mejora la salud del corazón.
  • Controlar el estrés. La gestión del estrés es esencial para la salud cardiovascular. Prácticas como el yoga, la meditación y la respiración profunda pueden ser útiles.
  • No fumar. Dejar de fumar es uno de los pasos más para mejorar la salud cardiovascular. El tabaquismo daña las arterias y aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Controles médicos regulares. Realizar chequeos médicos periódicos para controlar la presión arterial, el colesterol y otros factores de riesgo. Esto permite tomar medidas preventivas, si es necesario.

Reconocer los síntomas de un infarto y entender la importancia de actuar rápidamente son habilidades esenciales que pueden salvar vidas. La salud cardiovascular debe ser una prioridad, y la educación sobre el reconocimiento de los síntomas de infarto es fundamental. Mantenerse informado, cuidar de la salud y no dudar en buscar atención médica si se presentan síntomas de un infarto. La prevención y la rapidez en la respuesta son clave para asegurar una vida larga y saludable.

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Síndrome metabólico: qué es y cómo se puede prevenir

El síndrome metabólico es un conjunto de condiciones de salud que aumentan significativamente el riesgo de una persona de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y otros trastornos relacionados con el sistema circulatorio. Incluye el aumento de la presión arterial, altos niveles de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos.

Esta patología se considera un problema de salud grave debido a su asociación con un peligro elevado de enfermedades crónicas. Se cree que la resistencia a la insulina, una condición en la que el cuerpo no puede usar eficientemente la insulina que produce, juega un papel central en su desarrollo. Otros factores como la genética, el sobrepeso, la obesidad, la falta de actividad física y una dieta poco saludable también contribuyen a su aparición.

Síntomas del síndrome metabólico

Este síndrome no siempre presenta síntomas evidentes, especialmente en sus etapas iniciales. Sin embargo, ciertas señales y condiciones físicas pueden sugerir su presencia, pidiendo una evaluación más detallada. La identificación temprana es crucial para prevenir complicaciones graves. 

Síntomas visuales y físicos

Los principales síntomas físicos son: 

  • Obesidad abdominal. Una de las señales más visibles es el exceso de grasa en la región abdominal. Esto hace que la forma de cuerpo sea como «de manzana». 
  • Cuerpo de pera. Acumulación de grasa en las caderas y muslos.
  • Apariencia de la piel. Algunas personas pueden desarrollar acantosis nigricans, parches oscuros y aterciopelados de piel, especialmente en pliegues y áreas como el cuello, axilas e ingles. Estos cambios en la piel pueden indicar resistencia a la insulina, un componente del síndrome metabólico.

Síntomas no visuales asociados

También hay que prestar atención a los síntomas que no son evidentes a simple vista. Los principales son: 

  • Presión arterial alta. Aunque la hipertensión a menudo no presenta síntomas directos, puede ser detectada en un chequeo rutinario. 
  • Niveles altos de azúcar en la sangre. La resistencia a la insulina y los niveles elevados de glucosa en ayunas (igual o superior a 100 mg/dL) pueden manifestarse en síntomas como fatiga, sed excesiva, visión borrosa y micción frecuente.
  • Niveles anormales de lípidos en sangre. Los niveles elevados de triglicéridos (igual o superior a 150 mg/dL) son indicativos de esta patología. También los niveles bajos de HDL, o colesterol «bueno» (menos de 40 mg/dL en hombres y menos de 50 mg/dL en mujeres). Estos niveles se pueden dar, incluso aunque no haya síntomas directamente perceptibles,

Causas del síndrome metabólico

Las causas son multifactoriales, lo que significa que existen varios factores de riesgo del síndrome metabólico. Aunque la resistencia a la insulina es un denominador común clave, hay otras condiciones y estilos de vida que juegan un papel importante. Estas incluyen:

  • Obesidad. Especialmente la acumulación excesiva de grasa en la región abdominal. Particularmente, la grasa visceral que se acumula alrededor de los órganos vitales aumenta la resistencia a la insulina y los niveles inflamatorios en el cuerpo.
  • Inactividad física. Un estilo de vida sedentario contribuye significativamente al riesgo de desarrollar obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión arterial y niveles anormales de lípidos en sangre.
  • Dieta no saludable. Serían las dietas altas en azúcares refinados, grasas saturadas y trans, y bajas en fibra, frutas y verduras.
  • Factores genéticos. Heredar genes específicos de los padres puede aumentar la susceptibilidad a condiciones como resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
  • Resistencia a la insulina. Una de las causas directas de esta enfermedad es la resistencia a la insulina, donde las células del cuerpo no responden efectivamente a la insulina. Esto provoca altos niveles de glucosa en la sangre y puede incrementar el riesgo de diabetes tipo 2.
  • Edad. El riesgo aumenta con la edad, posiblemente debido a la disminución de la masa muscular, aumentos en la grasa corporal (especialmente grasa visceral) y la reducción en la capacidad del cuerpo para regular el azúcar en la sangre. Pero existe el síndrome metabólico pediátrico, una condición alarmante que afecta a niños y adolescentes, aumentando su riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en la edad adulta.
  • Factores hormonales. Desórdenes hormonales, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP) en mujeres, están asociados con un mayor riesgo de síndrome metabólico. Se produce debido a su impacto en la resistencia a la insulina y el equilibrio entre los niveles de diferentes hormonas.
  • Condiciones inflamatorias y otras afecciones médicas. Condiciones inflamatorias crónicas y afecciones como la apnea del sueño también se han vinculado al aumento del riesgo, subrayando cómo diferentes aspectos de la salud física están interconectados.

La interacción de estos factores crea una especie de ciclo vicioso, de modo que las consecuencias del síndrome metabólico pueden ser importantes. Así, por ejemplo, la obesidad puede llevar a la resistencia a la insulina, lo que a su vez puede causar más aumento de peso y empeoramiento de la obesidad. Por lo tanto, abordar estas causas mediante cambios en el estilo de vida, incluyendo una alimentación saludable y ejercicio regular, es fundamental para prevenir o manejar esta condición.

Diagnóstico

Las personas con síndrome metabólico tienen un riesgo incrementado de padecer enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2, accidentes cerebrovasculares y enfermedades hepáticas. Por este motivo, el diagnóstico es fundamental para prevenir las posibles complicaciones del síndrome metabólico

Es un proceso que involucra la evaluación clínica de varios factores de riesgo y condiciones de salud concurrentes. La valoración inicial comienza con un examen físico y la revisión del historial médico del paciente. Durante el primero, el médico busca signos de obesidad abdominal, mide la presión arterial y mira cualquier indicio visual que pueda sugerir un riesgo incrementado, como acantosis nigricans (parches oscuros y aterciopelados en la piel).

Criterios diagnósticos

Existen unos criterios diagnósticos del síndrome metabólico. Se puede hablar de esta patología cuando una persona tiene tres o más de los siguientes factores de riesgo:

  • Circunferencia de cintura elevada. Medida de cintura de 102 cm o más en hombres y 88 cm o más en mujeres, indicativa de obesidad abdominal.
  • Niveles altos de triglicéridos, por encima de los 150 mg/dL (1.7 mmol/L) o más.
  • Colesterol HDL bajo, de menos de 40 mg/dL (1.0 mmol/L) en hombres o menos de 50 mg/dL (1.3 mmol/L) en mujeres o uso de medicación para tratar niveles bajos de HDL.
  • Presión arterial alta de 130/85 mm Hg o más o uso de medicación para tratar la presión arterial alta.
  • Niveles altos de glucosa en ayunas. Niveles de 100 mg/dL (5.6 mmol/L) o más o uso de medicación para tratar la glucosa alta en sangre.

Muchas personas con este síndrome no experimentan síntomas evidentes hasta que aparecen complicaciones significativas, como un ataque cardíaco o un derrame cerebral, lo que subraya la importancia de los chequeos de salud regulares y la detección temprana

Por lo tanto, es importante buscar estrategias preventivas, centrándose en la mejora de la dieta, el aumento de la actividad física y el mantenimiento de un peso saludable.

Pruebas Diagnósticas

Las pruebas diagnósticas para el síndrome metabólico incluyen:

  • Análisis de sangre. Para medir los triglicéridos, colesterol HDL, glucosa en ayunas y potencialmente la hemoglobina A1c, que proporciona un promedio de los niveles de glucosa en sangre durante los últimos tres meses.
  • Medición de la presión arterial. Se confirma con mediciones repetidas durante varias visitas al médico para asegurar la precisión.
  • Mediciones antropométricas. Incluyen la medición de la circunferencia de la cintura para evaluar la obesidad abdominal.

Es importante distinguir esta patología de otras enfermedades con síntomas o marcadores similares, como trastornos endocrinológicos específicos (por ejemplo, hipotiroidismo, síndrome de Cushing y síndrome de ovario poliquístico).

Tratamiento del síndrome metabólico

El tratamiento tiene como objetivo principal reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y otras complicaciones relacionadas. Dado que el síndrome involucra múltiples factores de riesgo interrelacionados, el enfoque del tratamiento es multifacético, abarcando cambios de estilo de vida significativos y, si es necesario, intervención farmacológica. 

Cambios en el estilo de vida

Los cambios en el estilo de vida son la piedra angular en el tratamiento, enfocándose en la alimentación, la actividad física y el manejo del peso. Es recomendable seguir los siguientes consejos: 

  • Dieta Saludable. Adoptar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables. Limitar el consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas y trans, y sodio puede ayudar a mejorar los niveles de colesterol, la presión arterial y la glucosa en sangre.
  • Aumento de la actividad física. La recomendación general es lograr al menos 150 minutos de actividad física de moderada intensidad cada semana, como caminar rápido. Esto puede ayudar a perder peso, mejorar la resistencia a la insulina y regular la presión arterial y los lípidos en sangre.
  • Control de peso. La pérdida de peso es fundamental para mejorar todas las facetas del síndrome metabólico. Una reducción del 5-10% del peso corporal puede disminuir significativamente el riesgo de enfermedad cardíaca y mejorar los niveles de glucosa en sangre, la hipertensión y los niveles de lípidos.
  • Dejar de fumar y limitar el alcohol.

Intervenciones farmacológicas

Si bien los cambios en el estilo de vida son críticos, en algunos casos, las medicaciones pueden ser necesarias para controlar los componentes individuales del síndrome metabólico. Algunos de los fármacos utilizados son:  

  • Hipertensión. Medicamentos como los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA), diuréticos y betabloqueantes pueden ser prescritos para manejar la presión arterial alta.
  • Dislipidemia. Los fármacos hipolipemiantes, en especial las estatinas, pueden ser recomendados para mejorar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
  • Hiperglucemia. En ciertos casos, se pueden prescribir medicamentos orales para la diabetes, como metformina, para mejorar la resistencia a la insulina y controlar los niveles de glucosa en sangre.
  • Prevención de complicaciones. La aspirina en dosis bajas puede ser recomendada para ciertos individuos con un riesgo elevado de enfermedad cardiovascular, como medida preventiva contra ataques cardíacos y derrames cerebrales.

Control, seguimiento y plan integral

El síndrome metabólico puede ser tratado desde diferentes especialidades, principalmente medicina interna, cardiología y endocrinología. El seguimiento regular es vital para monitorear el progreso y hacer ajustes en el plan de tratamiento según sea necesario. Esto puede incluir evaluaciones periódicas de la presión arterial, pruebas de laboratorio para monitorear los lípidos en sangre y la glucosa, y cambios en el régimen de medicamentos, según los resultados.

Es importante enfocar el tratamiento como un plan integral y de largo plazo. Los pacientes deben trabajar en estrecha colaboración con un equipo de atención médica multidisciplinario, que puede incluir médicos de atención primaria, cardiólogos, endocrinólogos, nutricionistas y especialistas en actividad física, para desarrollar y mantener un plan de tratamiento efectivo.

La clave del éxito en el tratamiento reside en la adopción y mantenimiento de un estilo de vida saludable, apoyado, cuando sea necesario, por medicamentos específicos. La intervención temprana y el enfoque proactivo pueden ayudar significativamente a reducir el riesgo de complicaciones graves asociadas con el síndrome metabólico.  Si crees que puedes tener síndrome metabólico te recomendamos que acudas al cardiólogo para que pueda realizar un diagnóstico lo antes posible. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a unos precios muy competitivos.

Valores normales de la tensión arterial: ¿cuáles son?

La presión arterial, medida en milímetros de mercurio (mmHg), se utiliza para evaluar la salud cardiovascular. Mantener la tensión arterial normal es importante para prevenir complicaciones relacionadas con el corazón y los vasos sanguíneos. Así, es esencial realizar chequeos regulares, especialmente si hay factores de riesgo. Ante variaciones inesperadas, es importante consultar con el cardiólogo para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

¿Qué es la presión arterial?

La presión arterial es la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias mientras es bombeada por el corazón. Se mide con dos valores: la tensión sistólica y la presión diastólica.

¿Cuál es la tensión normal de un adulto?

La tensión arterial normal se define como menos de 120/80 mmHg. La primera cifra, la presión sistólica, mide la fuerza cuando el corazón late, mientras que la segunda, la presión diastólica, mide la presión en reposo entre latidos.

Los valores normales de la tensión arterial en adultos , tanto para una tensión normal de mujer como de hombre, serían: 

  • Normal: Menos de 120/80 mmHg.
  • Prehipertensión: 120-129/80-89 mmHg.
  • Hipertensión estadio 1: 130-139/90-99 mmHg.
  • Hipertensión estadio 2: 140 o más/90 o más mmHg.

La tensión arterial normal por edades se puede dividir en: 

  • Adultos jóvenes (18-30): menos de 120/80 mmHg
  • Adultos mediana Edad (31-50): menos de 130/80 mmHg
  • Adultos mayores (50+): menos de 140/90 mmHg

En niños y adolescentes depende de la edad, género y altura. En este caso es importante consultar con el pediatra o mirar tablas pediátricas.

En el siguiente cuadro se desglosan los valores de la tensión arterial normal por edades.

PRESIÓN SISTÓLICAPRESIÓN DIASTÓLICA
EDADHOMBREMUJERHOMBRE MUJER
16 a 18105-135100-13060-8660-85
19 a 24105-139100-13062-8860-85
25 a 29108-139102-13565-8960-86
30 a 39110-145105-13968-9265-89
40 a 49110-150105-15070-9665-96
50 a 49110-150105-15070-9665-96
60 a MÁS115-160115-16070-10070-100
Tabla de la tensión arterial normal por edades

Factores de riesgo para tensión arterial baja o alta

La tensión arterial es un indicador de la salud cardiovascular. Tener una presión arterial normal es crucial para el funcionamiento adecuado del corazón y otros órganos. Tanto la tensión arterial baja como alta pueden ser una señal de problemas de salud subyacentes y aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares.  

Factores de riesgo para la tensión arterial baja

Se habla de valores de tensión arterial baja cuando la presión arterial sistólica es inferior a 90 mmHg y la presión arterial diastólica es inferior a 60 mmHg.

La tensión arterial baja, también conocida como hipotensión, puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen:

  • Deshidratación. La falta de líquidos en el cuerpo puede provocar una disminución en el volumen de sangre y, por lo tanto, una reducción en la presión arterial.
  • Medicamentos. Algunos medicamentos, como los diuréticos, los betabloqueantes y los antihipertensivos, pueden reducirla a niveles peligrosamente bajos.
  • Trastornos del ritmo cardíaco. Arritmias como la bradicardia pueden causar una disminución en la frecuencia cardíaca y, en consecuencia, una reducción en la presión arterial.
  • Enfermedades subyacentes. Afecciones como la enfermedad de Addison, la diabetes y la enfermedad de Parkinson.
  • Cambios posturales bruscos. Pasar de estar acostado o sentado a una posición vertical rápidamente puede provocar una disminución temporal en la presión arterial, conocida como hipotensión ortostática.

Los síntomas más comunes en estos casos son mareos, desmayos y debilidad. Cuando una persona tiene la tensión arterial baja es importante que tome líquidos, aumente la ingesta de sal y consulte a un médico si persiste.

Factores de riesgo para la tensión arterial alta

Se habla de valores de tensión arterial baja cuando la presión arterial sistólica es superior a 130 mmHg y la presión arterial diastólica es inferior a 80 mmHg.

La tensión arterial alta, o hipertensión, es un factor de riesgo significativo para enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud. Algunos de los factores de riesgo asociados con la hipertensión arterial incluyen:

  • Edad. El riesgo aumenta con la edad, especialmente a partir de los 65 años.
  • Historial familiar. Tener antecedentes familiares aumenta el riesgo de desarrollar la afección.
  • Estilo de vida. La falta de actividad física, una dieta rica en sodio y grasas saturadas, el consumo de tabaco y el consumo excesivo de alcohol son factores de riesgo modificables para la hipertensión.
  • Obesidad. El exceso de peso corporal, especialmente el exceso de grasa abdominal aumenta la presión sobre el sistema cardiovascular. 
  • Estrés. Cuando es crónico puede desencadenar respuestas fisiológicas que elevan temporalmente la presión arterial, y el estrés continuo puede contribuir al desarrollo de hipertensión arterial a largo plazo.

Los principales síntomas son dolor de cabeza, visión borrosa y fatiga. En estos casos es importante que la persona realice cambios en el estilo de vida, tome medicamentos bajo prescripción médica y lleve un seguimiento regular.

Tensión descompensada

La tensión arterial descompensada se refiere a una situación en la que hay una diferencia mínima entre la presión arterial sistólica (alta) y la presión arterial diastólica (baja)

Esto puede indicar una falta de equilibrio en el sistema cardiovascular y aumentar el riesgo de problemas de salud relacionados con el corazón y los vasos sanguíneos.

Una diferencia saludable entre la presión arterial sistólica y diastólica es generalmente considerada alrededor de 40 mmHg. Sin embargo, en una situación de tensión arterial descompensada, esta diferencia podría ser menor, digamos 20 mmHg o incluso menos, lo que podría indicar aterosclerosis, rigidez arterial u otros problemas subyacentes.

Prevención y manejo

Tanto para la tensión arterial baja como para la alta, la prevención y el manejo adecuados son cruciales para reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares. Algunas medidas preventivas incluyen:

  • Mantener una dieta saludable, baja en sodio y grasas saturadas, y rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras.
  • Mantener un peso corporal saludable a través de una combinación de dieta equilibrada y actividad física regular.
  • Limitar el consumo de alcohol y evitar el tabaquismo.
  • Hacer ejercicio regularmente, incluyendo actividades aeróbicas, como caminar, nadar o andar en bicicleta, al menos 150 minutos a la semana.
  • Reducir el estrés a través de técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda.
  • Controlar regularmente la presión arterial y seguir las recomendaciones médicas para el manejo de la hipertensión o la hipotensión.

Tensión arterial y embarazo

La relación entre la tensión arterial y el embarazo es de suma importancia, ya que la gestación puede afectar significativamente los niveles de tensión arterial. El control adecuado de la tensión arterial durante el embarazo es esencial para garantizar la salud de la madre y el desarrollo óptimo del feto. 

Los cambios en la tensión arterial normal  durante el embarazo son: 

  • Primer trimestre. En las primeras etapas del embarazo, la presión arterial normal puede disminuir ligeramente debido a la expansión del sistema vascular.
  • Segundo trimestre. La presión arterial tiende a estabilizarse y regresar a los niveles anteriores al embarazo.
  • Tercer trimestre. En esta etapa, es común que la presión arterial aumente gradualmente, pero aún debe permanecer dentro de los límites normales.

Los valores normales de la tensión arterial, en el caso de embarazadas, son: 

  • Normal. Menos de 120/80 mmHg.
  • Prehipertensión. Entre 120-139/80-89 mmHg.
  • Hipertensión gestacional. Valores de 140/90 mmHg o más.

Principales patologías en el embarazo

La hipertensión gestacional es una condición específica que se manifiesta después de la semana 20 de gestación y generalmente desaparece después del parto. Se caracteriza por la presión arterial alta sin la presencia de proteínas en la orina ni otros signos de daño a órganos vitales.

La preeclampsia es una complicación más grave que puede surgir durante el embarazo, caracterizada por hipertensión y la presencia de proteínas en la orina. Puede afectar varios órganos y sistemas, como el hígado, los riñones y el sistema circulatorio.

La tensión baja en el embarazo, aunque menos común, algunas mujeres pueden experimentar hipotensión (tensión arterial baja) durante el embarazo. Esto puede deberse a la dilatación de los vasos sanguíneos, especialmente al levantarse rápidamente.

En cualquiera de estos casos se recomienda seguir las siguientes acciones: 

  • Cambios en el estilo de vida. Mantener una dieta equilibrada y baja en sodio, realizar actividad física suave y descansar adecuadamente.
  • Medicamentos. En casos de hipertensión gestacional o preeclampsia, el médico puede recetar medicamentos seguros durante el embarazo.
  • Supervisión estrecha. Un monitoreo frecuente y regular es crucial. Se pueden realizar pruebas adicionales, como perfiles de sangre y monitoreo fetal, según sea necesario.

También hay que buscar atención médica si se producen las siguientes situaciones: aumento repentino de la presión arterial, hinchazón súbita, especialmente en manos y cara, dolor de cabeza intenso o persistente, visión borrosa o problemas visuales y dolor abdominal superior persistente.

Entender los valores de la tensión arterial normal es esencial para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Por eso es importante tomarse la presión de vez en cuando, para comprobar que todo está bien. Lo recomendable, ante cualquier desviación, es acudir al cardiólogo. Este especialista puede identificar cualquier patología y poner tratamiento de forma inmediata. Si estás pensado ir al médico en SaludOnNet contamos con cardiólogos que pueden ayudarte, sin esperas y a unos precios muy asequibles.

Buenos hábitos para bajar la presión arterial

¿Qué es la hipertensión?

La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una patología crónica que padece el 44% de la población de entre 35 y 65 años. Este trastorno cardiovascular, a menudo silencioso y sin síntomas evidentes, puede tener consecuencias graves si no se aborda adecuadamente. 

Se habla de presión arterial elevada cuando la fuerza que la sangre ejerce contra las paredes de las arterias es más alta de lo normal. Esta medida se expresa en dos números: la presión sistólica (cuando el corazón late) y la presión diastólica (cuando el corazón está en reposo entre latidos). Una medición normal de tensión sería 120/80 mm Hg, donde 120 es la presión sistólica y 80 es la presión diastólica. Las personas hipertensas cuentan con valores iguales o por encima de los 140/90

En España cerca de 14 millones de personas tienen la tensión alta. Se trata de un problema importante de salud pública y supone un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, pudiendo desencadenar en accidentes cerebrovasculares, cardiopatías o muerte súbita, entre otros.

Causas de la hipertensión

Puede deberse a una variedad de factores, incluyendo la genética, el estilo de vida y las condiciones médicas subyacentes. Entre las causas más comunes se encuentran: 

  • Obesidad. 
  • Falta de actividad física.
  • Consumo excesivo de sal. 
  • Edad avanzada. 
  • Antecedentes familiares de hipertensión. 

Además, ciertas enfermedades, como la diabetes y la enfermedad renal, también pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión

Síntomas y detección

Uno de los desafíos de la hipertensión es que a menudo no presenta síntomas evidentes en sus etapas iniciales. Esto hace que sea esencial medir la presión arterial regularmente, especialmente para aquellas personas con factores de riesgo. Lo puede hacer el médico, la enfermera o el propio paciente en casa en los momentos en los que se encuentre relajado, si tiene un tensiómetro. Quienes tienen familiares con antecedentes de hipertensión deben ser especialmente cuidadosos con su estilo de vida, ya que el riesgo a padecer esta enfermedad es mayor. 

Algunos síntomas tardíos pueden incluir: 

  • Dolores de cabeza persistentes. 
  • Visión borrosa.
  • Fatiga
  • Dificultad para respirar. 

Sin embargo, estos síntomas son inespecíficos y podrían deberse a otras condiciones, subrayando la importancia de la medición regular de la presión. 

Normalmente, es el médico de familia quien detecta esta patología en una revisión rutinaria, y en caso de considerarlo necesario derivará al paciente al cardiólogo para conseguir un diagnóstico y empezar a hacer un seguimiento, recomendando también hábitos para bajar la presión arterial.

Consecuencias de la hipertensión

La hipertensión no tratada puede tener consecuencias graves para la salud. Las principales son: 

  • Enfermedades cardiovasculares. La presión arterial alta ejerce una carga adicional sobre las arterias, el corazón y otros órganos del sistema circulatorio. Con el tiempo, esto puede llevar al endurecimiento de las arterias (aterosclerosis), aumentando el riesgo de enfermedades del corazón, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. 
  • Daño renal. La hipertensión crónica puede dañar los pequeños vasos sanguíneos en los riñones, afectando su capacidad para filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquidos. Este daño renal progresivo puede eventualmente llevar a enfermedades renales crónicas o, en casos extremos, a la insuficiencia renal. 
  • Problemas oculares. La presión arterial elevada también puede afectar los pequeños vasos sanguíneos en los ojos, aumentando el riesgo de enfermedades oculares como la retinopatía hipertensiva. 
  • Problemas cerebrales. El aumento de la presión arterial puede dañar los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que contribuye al riesgo de accidentes cerebrovasculares. 
  • Problemas en el sistema vascular. El estrés constante en las paredes de las arterias puede llevar a la inflamación, la formación de coágulos y la acumulación de placa, todo lo cual aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 
  • Impacto en la calidad de vida. Las personas con presión arterial alta a menudo experimentan fatiga, dolores de cabeza, dificultad para concentrarse y problemas para dormir. Estos síntomas, aunque no son específicos de la hipertensión, pueden afectar la productividad y el bienestar general. 
  • Riesgo en el embarazo. Las mujeres embarazadas que desarrollan hipertensión pueden enfrentar complicaciones que afectan tanto a la madre como al feto. La preeclampsia, una condición relacionada con la presión arterial alta durante el embarazo puede provocar daño a órganos vitales y afectar el crecimiento del feto.

Si se desoyen los consejos médicos el paciente puede volver a tener la tensión descontrolada, con riesgo de complicaciones cardiovasculares futuras como infartos de miocardio o ictus.

Cómo bajar la presión arterial

Muchas personas buscan cómo combatir la hipertensión. A continuación, hablamos de las principales recomendaciones para la tensión alta. 

Dieta saludable 

La dieta desempeña un papel crucial en la regulación de la presión arterial. Llevar una alimentación rica en frutas, verduras, cereales y alimentos bajos en grasas saturadas puede tener un impacto positivo en la presión arterial. La dieta conocida como DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) se ha destacado en numerosas investigaciones como una opción efectiva para reducir la presión arterial. 

La reducción de la ingesta de sodio también es fundamental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar la ingesta de sal a menos de 5 gramos por día. Reducir el consumo de alimentos procesados, que a menudo son ricos en sodio, y optar por hierbas y especias para sazonar los alimentos puede ayudar a mantener la presión arterial bajo control.

Mantener un peso saludable 

El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo significativos para la hipertensión. La pérdida de peso puede tener un impacto sustancial en la reducción de la presión arterial. Estudios han demostrado que incluso perder una cantidad modesta de peso, como el 5 al 10% del peso corporal total, puede conducir a mejoras significativas en la presión arterial. 

La combinación de una dieta saludable y la práctica regular de actividad física puede ser especialmente efectiva para la pérdida de peso y el control de la presión arterial. La actividad física moderada, como caminar, nadar o andar en bicicleta, realizada durante al menos 150 minutos a la semana, puede marcar una diferencia significativa en la búsqueda de cómo bajar la presión alta. 

Ejercicio regular 

No solo es beneficioso para el control del peso, sino que también tiene efectos directos sobre la presión arterial. El ejercicio aeróbico, como correr, andar en bicicleta y nadar, ha demostrado ser particularmente efectivo. Se recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa por semana. El entrenamiento de resistencia, como el levantamiento de pesas, también puede contribuir a la reducción de la presión arterial. Combinar ejercicios aeróbicos y de resistencia en un programa de entrenamiento puede ser uno de los mejores hábitos para bajar la presión arterial.

Reducción del consumo de alcohol

El consumo excesivo de alcohol puede contribuir al aumento de la presión arterial. Las pautas de consumo responsable varían según las regiones, pero en general, se recomienda limitar el consumo de alcohol a una cantidad moderada. Los especialistas sugieren un máximo de una bebida al día para mujeres y hasta dos bebidas al día para hombres. 

Gestión del estrés 

El estrés crónico puede desempeñar un papel en el aumento de la presión arterial. La práctica de técnicas de gestión del estrés, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, ha demostrado ser eficaz para reducir la presión arterial. Estas prácticas ayudan a promover la relajación y a reducir la respuesta del cuerpo al estrés, contribuyendo a mantener la presión arterial en niveles saludables. 

Medicación

En algunos casos, el médico puede recetar medicamentos para controlar la presión arterial. Es crucial seguir las indicaciones del especialista y tomar los medicamentos según lo recetado. Además, hay que realizar chequeos médicos regulares para monitorizar y controlar la presión arterial. 

Qué comer para bajar la tensión

Muchas personas encuentran cómo bajar la presión arterial con una dieta más sana. Llevar una alimentación saludable es uno de los hábitos para bajar la presión arterial más importante. Es importante huir de la comida que sube la tensión, como la sal, la cafeína o los excitantes y saber qué no se puede comer con la tensión alta. Algunos consejos sobre qué comer para bajar la tensión incluyen: 

  • Aumentar la ingesta de potasio.  El potasio es un mineral esencial que desempeña un papel clave en la regulación de la presión arterial. Estudios han demostrado que las dietas ricas en potasio pueden contrarrestar los efectos del sodio, ayudando así a reducir la presión arterial. Los plátanos, naranjas, espinacas, batatas y aguacates son fuentes de potasio. Integrar alimentos ricos en este mineral puede ser una estrategia efectiva para aquellos que buscan bajar su presión arterial.
  • Optar por alimentos ricos en magnesio. Los frutos secos, semillas, legumbres, espinacas y granos enteros contienen mucho magnesio. 
  • Consumir alimentos ricos en calcio. Productos lácteos bajos en grasa, como leche y yogur, son buenas fuentes de calcio. 
  • Incorporar grasas saludables. Las presentes en aguacates, nueces, aceite de oliva y pescado graso pueden tener efectos positivos en la salud cardiovascular. Estos alimentos son ricos en ácidos grasos omega-3, que han demostrado tener propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la presión arterial.
  • Reducir la ingesta de sodio. La sal en exceso puede contribuir al aumento de la presión arterial. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar la ingesta de sodio a menos de 5 gramos al día. Estrategias para reducir el sodio incluyen cocinar con menos sal, leer las etiquetas de los alimentos para identificar el contenido de sodio y optar por alimentos frescos en lugar de procesados, que a menudo son altos en sodio.
  • Incluir alimentos ricos en fibras. La fibra ayuda a mantener un sistema cardiovascular saludable y puede contribuir a la reducción de la presión arterial.
  • Moderar el consumo de alcohol. Hay controversia entre los que piensan que el consumo moderado de alcohol, especialmente de vino tinto, puede tener beneficios para la salud cardiovascular, y los que creen que no es bueno. En cualquier caso es esencial consumirlo con moderación. 
  • No consumir demasiados alimentos y bebidas con mucho azúcar.
  • Evitar consumir mucha cantidad de carne roja.

Estos son algunos hábitos para bajar la presión arterial. Si sospecha que puede ser hipertenso lo primero que debe hacer es acudir al médico, ya sea el médico de familia o el cardiólogo. El especialista realizará tres tomas de tensión arterial (TA) en un periodo no superior a tres meses, dejando al menos una semana entre las mediciones. Una vez realizado el protocolo, la tensión arterial de la persona será la media que resulte entre las tres tomas.

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El shock hipovolémico: síntomas y primeros auxilios

Un shock hipovolémico es una emergencia en la que se pierde una cantidad excesiva de fluidos corporales (sangre u otros líquidos), impidiendo que el corazón bombee la cantidad suficiente de sangre al cuerpo. Como resultado de esta condición, disminuye considerablemente la función de muchos órganos, causando graves efectos en la salud

Generalmente se produce a consecuencia de una pérdida de sangre, ya sea por hemorragia interna o externa, o por deshidratación extrema. Esta condición es grave, ya que puede causar la muerte si no se trata adecuadamente. Por ese motivo es importante buscar atención médica inmediata si hay sospechas de que se está produciendo. 

¿Qué es el shock hipovolémico? 

Es una condición médica grave y potencialmente mortal que se produce cuando hay una pérdida significativa de sangre o líquidos en el cuerpo, lo que resulta en una disminución del volumen sanguíneo. Esta reducción en la circulación sanguínea puede llevar a una falta de suministro de oxígeno y nutrientes a los órganos vitales, lo que puede provocar daño y disfunción en varios sistemas del cuerpo.

La restricción del caudal sanguíneo tiene como consecuencia una reducción de la presión arterial a niveles críticos (por debajo de 90/50 mmHg para adultos). Al caer drásticamente los niveles de presión y volumen sanguíneo, también baja el flujo sanguíneo en los principales órganos, impidiendo la oxigenación tisular adecuada.

Causas del shock hipovolémico

Las causas del choque hipovolémico se deben a diferentes factores de riesgo, que pueden darse por separado o de manera conjunta. Hablamos de: 

  • Pérdida de sangre por hemorragias severas o abundantes. Puede serhemorragias externas o internas.
  • Cirugías complicadas.
  • Complicaciones obstétricas.
  • Quemaduras extensas.
  • Pérdida de líquidos debido a vómitos, diarrea o sudoración excesiva. 
  • Deshidratación o dismotilidad gastrointestinal.
  • Disminución de la producción de líquido hemodinámico como resultado de sepsis o insuficiencia renal.
  • Falta de líquidos administrados en una situación crítica.

Tipos de Shock hipovolémico

El choque hipovolémico se puede clasificar en cuatro tipos diferentes, según su origen y mecanismo de producción:

1. Hipovolemia absoluta. Es el tipo más común y ocurre cuando hay una disminución real de la cantidad total de volumen sanguíneo en el organismo. Puede estar causado por hemorragias internas o externas, deshidratación, quemaduras extensas, entre otras condiciones.

2. Hipovolemia relativa. En este caso, el volumen sanguíneo total es normal, pero se produce una redistribución de este, lo que lleva a una disminución de la perfusión en órganos y tejidos. Este tipo de choque se observa en situaciones como quemaduras extensas, traumatismos graves, insuficiencia cardiaca y septicemia.

3. Hipovolemia compensada. En esta situación, el organismo es capaz de compensar la pérdida de volumen sanguíneo y mantener la presión arterial dentro de rangos normales. Sin embargo, el paciente puede presentar síntomas como taquicardia, vasoconstricción periférica y oliguria. Este tipo de choque suele producirse en forma de respuesta al dolor, estrés y traumatismos leves.

4. Hipovolemia descompensada. Sucede cuando el organismo no es capaz de compensar la pérdida de volumen sanguíneo y se desarrollan síntomas más graves. La presión arterial disminuye significativamente y el paciente puede presentar disminución del estado de conciencia, debilidad, mareos, hipotermia y disfunción multiorgánica. Este tipo de choque es potencialmente mortal y requiere tratamiento médico urgente.

Síntomas del shock hipovolémico

 Los principales síntomas son:

  • Presión arterial baja o hipotensión. 
  • Piel fría y pálida. 
  • Ritmo cardiaco rápido. 
  • Respiración acelerada y superficial. 
  • Congestión nasal, tos y sibilancias en los pulmones. 
  • Fatiga extrema e incluso pérdida de conciencia.

Los pies, manos y labios de las personas con shock hipovolémico suelen estar muy fríos al tacto. Además, la persona suele estar desorientada y puede perder el conocimiento temporalmente. En los casos graves, puede sufrir convulsiones y le puede costar hablar. 

Diagnóstico del shock hipovolémico

El diagnóstico del choque hipovolémico es crucial para la rápida identificación y tratamiento de esta condición médica potencialmente mortal. Se realiza mediante la valoración clínica de los signos y síntomas. El examen físico del paciente puede revelar signos como piel pálida o fría al tacto, presión arterial baja, frecuencia cardíaca rápida, respiración acelerada o labios y uñas de color azul (cianosis). La auscultación del corazón y los pulmones también es importante para evaluar la función cardiovascular y respiratoria.

Asimismo, se realizan pruebas de laboratorio y de diagnóstico por la imagen para determinar el origen del shock. Los análisis de sangre y orina valoran los líquidos del cuerpo, la función renal, el nivel de electrolitos, el nivel de urea y los estudios de coagulación. Las pruebas de diagnóstico por imagen utilizan ultrasonidos y tomografías para evaluar posibles heridas internas o deterioro hepático. Estas herramientas son especialmente útiles en situaciones de traumatismos o lesiones específicas donde la causa del choque no es evidente de inmediato.

La detección temprana y el manejo adecuado del choque hipovolémico son fundamentales para garantizar la supervivencia y la recuperación del paciente.

¿Qué hacer en caso de shock hipovolémico? 

Es fundamental actuar de manera rápida y precisa, controlar el sangrado, mantener al paciente en posición horizontal, elevar sus piernas y buscar asistencia médica de manera inmediata. No perder tiempo en estas acciones puede marcar la diferencia entre salvar una vida o empeorar la situación.

Primeros auxilios 

Los primeros auxilios en el shock hipovolémico consisten en mantener la vía aérea abierta y administrar oxígeno. Asimismo, se recomienda ofrecer líquidos calientes para aliviar algunos de los síntomas de la deshidratación y mantener a la persona con buena temperatura. 

Si hay hemorragia, se debe intentar parar inmediatamente aplicando una presión directa en la herida

Tratamiento del shock hipovolémico 

Es importante llevar al paciente a unidades de cuidados intensivos lo antes posible para realizar pruebas y recibir tratamiento especializado. El tratamiento del shock hipovolémico consiste principalmente en la reanimación con líquidos intravenosos para corregir la hipovolemia, la reposición de electrolitos y la corrección de la presión arterial sistémica

Además, se administran antibióticos para prevenir la infección, medicamentos para contrarrestar el dolor, anticonvulsivos para evitar convulsiones, entre otros. 

En caso de liberación exagerada de líquidos en el torrente sanguíneo, es necesaria la administración de diuréticos para contrarrestar la hipovolemia.

Asimismo, se pueden aplicar terapias con plasma y eritropoyetina para promover la producción y liberación de glóbulos rojos en la circulación sanguínea. 

Complicaciones del shock hipovolémico

Las complicaciones asociadas pueden ser graves y requerir intervención médica inmediata. Las más comunes son:

  • Disminución del flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede resultar en daño cerebral irreversible o incluso la muerte. 
  • Daños en órganos como los riñones, el hígado y los pulmones, debido a la falta de oxígeno y nutrientes.
  • Disfunción del corazón, lo que puede llevar a un ritmo cardíaco anormal y la incapacidad del corazón para bombear eficientemente la sangre al resto del cuerpo. Esto puede llevar a una hipotensión severa (presión arterial baja) y un deterioro generalizado de la función cardiovascular.
  • Desarrollo de enfermedades infecciosas e inmunológicas, debido a la disminución de la actividad inmunológica. 

Es importante tratar estas afecciones tempranamente para disminuir las posibilidades de complicaciones a largo plazo. 

Prevención del shock hipovolémico 

La prevención del shock hipovolémico es fundamental y se centra en evitar o tratar de manera rápida y efectiva cualquier tipo de pérdida de sangre o líquidos. Algunas recomendaciones son: 

  • Mantener una buena ingestión hídrica y conservar la presión sanguínea adecuada.
  • Asimismo, es importante que los pacientes que presenten hemorragias reconozcan la cantidad de líquido perdido para poder reemplazarlo adecuadamente.
  • Conocer los límites de cada persona y evitar exponerse a situaciones peligrosas como trabajar bajo condiciones extremas de calor. 
  • Llevar una dieta equilibrada rica en líquidos y alimentos como frutas, verduras, lácteos y carnes. Esto ayuda a prevenir la deshidratación y a mantener un buen ritmo metabólico.
  • Evitar el ejercicio excesivo al aire libre con altas temperaturas. 
  • Realizar suficiente descanso y llevar un buen horario de vida para prevenir el desequilibrio en el volumen sanguíneo. 
  • En casos de accidentes o lesiones traumáticas, es esencial aplicar presión directa sobre las heridas para controlar la hemorragia, así como buscar atención médica de emergencia lo antes posible.

Si crees que puedes estar padeciendo un shock hipovolémico debes acudir al médico de inmediato. Si lo has tenido y quieres informarte sobre cómo prevenirlo o realizarte un seguimiento puedes utilizar SaludOnNet. En nuestro portal médico puedes comprar una consulta con un cardiólogo desde 26 euros, sin esperas y con una atención inmejorable.

Enfermedades valvulares: causas y síntomas

Las enfermedades valvulares o valvulopatías son un grupo de patologías que afectan a los mecanismos de bombeo naturales del corazón, conocidos como válvulas cardíacas. Se caracterizan por la acumulación de placa en las válvulas, que hace que se cierren (estenosis) o se abran demasiado (insuficiencia), influyendo en el funcionamiento del corazón. 

¿Para qué sirven las válvulas cardíacas? El corazón está formado por cuatro cámaras que funcionan juntas para bombear sangre alrededor de todo el cuerpo. Las dos cámaras superiores se llaman aurículas, mientras que las dos inferiores se llaman ventrículos. Existen también cuatro válvulas cardíacas del corazón, que separan las aurículas de los ventrículos (mitral y tricúspide), y los ventrículos de la arteria aorta (válvula aorta) y la arteria pulmonar (válvula pulmonar). Son como puertas que se abren y cierran. El correcto funcionamiento de las válvulas cardíacas permite el flujo de la sangre, lo que impide que fluya hacia atrás.

Enfermedad en adultos y en niños

Las enfermedades valvulares cardíacas tienen un significativo aumento de la prevalencia con la edad. En adultos, la proporción de personas con este trastorno cardíaco es cada vez mayor. Por el contrario, los niños no solo tienen una incidencia significativamente menor, sino que también experimentan una variedad de síntomas mucho más leves. 

Enfermedades valvulares en adultos

Uno de los factores que más influyen para el desarrollo de enfermedad de las válvulas cardíacas es el envejecimiento del corazón. A medida que el tiempo pasa, los tejidos cardíacos se deterioran, especialmente los vasos sanguíneos y las válvulas. Esto se debe a una serie de factores como la edad, el estilo de vida y la genética. Con la edad, las válvulas del corazón se vuelven rígidas y no pueden controlar la cantidad de sangre que entra y sale del corazón. Esto hace que el flujo de la sangre sea ineficiente, lo cual conduce a enfermedades importantes como la insuficiencia cardíaca, la arritmia y el infarto de miocardio.

Enfermedades valvulares en niños

Los niños y adolescentes son menos propensos a desarrollar una enfermedad valvular cardíaca, ya que sus válvulas cardíacas todavía son flexibles y permiten el paso adecuado de la sangre. Así, enfermedades graves como la insuficiencia cardíaca o la arritmia son menos comunes en edades tempranas. No obstante, es muy importante realizar diagnósticos precoces para identificar el desarrollo de alguna patología antes de que se agrave.

Tipos de enfermedades valvulares

Las valvulopatías son enfermedades en el corazón que afectan los tejidos que componen las válvulas del corazón. Estas enfermedades se clasifican como insuficiencia o estenosis

  • Insuficiencia valvular. Las válvulas no se cierran de forma adecuada, lo que provoca la regurgitación de la sangre, es decir que la sangre circule en sentido contrario. 
  • Estenosis valvular. Se refiere a una rigidez o engrosamiento en los velos de la válvula, lo que reduce el flujo de sangre a través de ésta. 

Así, las lesiones valvulares cardíacas pueden ser: estenosis o insuficiencia aórtica, estenosis o insuficiencia mitral, estenosis o insuficiencia pulmonar y estenosis o insuficiencia tricúspidea.

Además de estas enfermedades, existe la atresia valvular, una enfermedad congénita donde la válvula no se forma y hay una obstrucción que impide la circulación normal de sangre entre los compartimentos del corazón.

Aproximadamente el 4% de personas mayores de 70 años tiene alguna forma de estenosis aórtica, que hace que las válvulas del corazón no se abran. La insuficiencia mitral, donde las válvulas no se cierran de forma adecuada, afecta al 1,6% de la población, y aumenta con la edad. Menos frecuentes son la insuficiencia tricúspide y la aórtica, con una prevalencia del 0,8% y el 0,5%, respectivamente. Mientras que la estenosis mitral es la enfermedad menos común, con una prevalencia del 0,1%.

Causas

Según sea el origen, las enfermedades valvulares cardíacas se pueden dividir en diferentes tipos: adquiridas y congénitas

Enfermedades valvulares adquiridas

Son aquellas que desarrollan los pacientes durante su vida adulta. La causa más frecuente es la degenerativa, relacionada con el paso de los años y la acumulación de cambios en el tejido de las válvulas. Entre los factores que más influyen esta patología está la aterosclerosis, que causa la acumulación de placas en las arterias. Otras enfermedades comunes que pueden contribuir a la aparición de valvulopatías adquiridas incluyen: 

  • Prolapso de la válvula mitral. 
  • Endocarditis bacteriana. 
  • Estenosis mitral idiopática. 
  • Enfermedad aórtica reumática.
  • Estenosis Aórtica.

Enfermedades valvulares congénitas

Existen malformaciones congénitas de la válvula cardíaca, que aparecen desde el nacimiento. Las valvulopatías hereditarias se transmiten de padres a hijos y pueden estar causadas por diversos factores genéticos, como el síndrome de Marfan, el síndrome de Noonan y la miocardiopatía hipertrófica. Estas enfermedades valvulares cardíacas congénitas son responsables del 40-50% de las enfermedades del sistema cardiovascular.

Factores de riesgo de EV

La ateroesclerosis, la diabetes de tipo 2, la hipertensión arterial, la enfermedad crónica del hígado, los trastornos metabólicos y los factores genéticos son algunos de los factores de riesgo implicados en su desarrollo. 

La prevención de la enfermedad se centra en la identificación temprana de los factores de riesgo, que aumenta en personas mayores de 65 años, debido al envejecimiento de la válvula mitral con cambios degenerativos. Igualmente, la diabetes mellitus ha disparado recientemente el riesgo de aparición de enfermedad valvular, especialmente de ventrículo izquierdo y de la válvula aórtica.

Junto con los cambios relacionados con la edad, los hábitos alimenticios inadecuados, las enfermedades crónicas o la obesidad

 están entre los principales factores de riesgo. 

Por otro lado, las patologías metabólicas, la disfunción renal y los trastornos hormonales también se consideran factores de riesgo para la aparición de enfermedades valvulares cardíacas. Su correcto manejo también puede minimizar el riesgo. Los cambios en los criterios de alimentación, además de la actividad física regular y el control de los hábitos tabáquicos, contribuyen a una reducción sustancial en la presencia de la aparición de esta enfermedad. 

Finalmente, los factores genéticos han sido adoptados cada vez en mayor medida como un factor de riesgo para la aparición de enfermedad valvular. 

Síntomas de las enfermedades de las válvulas cardíacas 

Las enfermedades valvulares cardíacas pueden provocar dificultades en el funcionamiento normal del corazón. Lo síntomas de los problemas de las válvulas del corazón incluyen: 

  • Falta de energía, agotamiento o fatiga
  • Taquicardia. 
  • Disminución de la presión arterial. 
  • Dificultad para respirar o falta de aliento.  
  • Tos. 
  • Sensación de palpitaciones.
  • Dolor en el pecho y/o mareos.

Si no se trata, estas afecciones pueden llevar a la insuficiencia cardíaca, ataque al corazón o accidente cerebrovascular

Diagnóstico

En algunos casos, el diagnóstico temprano se puede confirmar por una ecocardiografía simple. Esta prueba utiliza imágenes de ultrasonido para mostrar la anatomía del corazón y las válvulas cardíacas. Además, otras pruebas que se pueden utilizar para diagnosticar las enfermedades valvulares son: 

  • Angiografía cardíaca. 
  • Radiografía. 
  • Tomografía computarizada (TC). 
  • Electrocardiograma (ECG). 
  • Cateterismo. 

Enfermedad de las válvulas cardíacas: tratamiento 

Existen diferentes tratamientos disponibles, en función del tipo de enfermedad, la edad del paciente, el estado general de salud y la gravedad de los síntomas. 

Una de las principales formas de tratar esta afección cardiaca es mediante cambios en el estilo de vida, como una alimentación saludable y ejercicio, controlando los factores de riesgo y moderando el consumo de sal. 

 Para ralentizar la enfermedad se recurre al uso de fármacos, con el fin de regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Entre los medicamentos más utilizados están los diuréticos, los betabloqueantes, los anticoagulantes, los bloqueadores beta, los antagonistas de los canales de calcio y los vasodilatadores. 

Por otra parte, el tratamiento quirúrgico es la única opción para algunas personas. La cirugía de la válvula es una buena técnica para mejorar los síntomas y tratar la enfermedad de forma eficaz. Existen diferentes procedimientos quirúrgicos, aunque siempre se intenta reparar las válvulas antes que reemplazarlas. No obstante, cuando no es posible su reparación se reemplazan las válvulas cardíacas y se colocan prótesis, que pueden ser biológicas, mecánicas, sin sutura, sin soporte u homoinjertos.  

Las decisiones sobre el tratamiento quirúrgico se basan principalmente en la gravedad de la enfermedad, el estado del paciente y los riesgos de la cirugía. 

Además del tratamiento farmacológico y quirúrgico, se han utilizado a lo largo de los años diferentes técnicas no invasivas para mejorar los síntomas, como la terapia de respiración, la fisioterapia y la rehabilitación cardiaca. Se usan para ayudar a mejorar la salud del paciente y reducir los síntomas. 

Otras opciones terapéuticas para tratar las enfermedades valvulares cardíacas incluyen cateterismo, cirugía y tratamiento con dispositivos. Además, algunos pacientes pueden necesitar un trasplante de válvula, en el que se extrae la válvula enferma y se sustituye por una válvula artificial o una válvula tomada de un donante. 

Seguimiento tras la intervención

Los pacientes con EV deben tener una atención médica regular para controlar y tratar cualquier complicación. Esto puede incluir exámenes de ultrasonido para medir el efecto posterior a la cirugía, evaluación anual de los síntomas para detectar cualquier nuevo dolor o malestar, y una evaluación si se considera un implante de marcapasos.

Las enfermedades valvulares cardíacas son una condición grave, por lo que los pacientes que se diagnostican precozmente tienen mayores posibilidades de recibir tratamientos eficaces y, en algunos casos, a recuperarse por completo. Esto demuestra la importancia de hacerse chequeos regulares con un profesional de la salud para detectar cualquier condición cardíaca y recibir tratamiento temprano.

Si tienes alguno de los síntomas de cardiopatía valvular, como falta de aire al realizar actividades o dolor en el pecho, es importante que acuda al cardiólogo para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios razonables. Ahora puedes comprar una consulta con un cardiólogo desde 26 euros

Ablación cardíaca: qué es, cuánto dura y riesgos que tiene

La ablación cardíaca es un procedimiento médico que se utiliza para corregir alteraciones del ritmo cardíaco a través de la eliminación de tejido o bloqueo de tejido anómalo del corazón. Esta técnica avanzada ha demostrado ser efectiva para tratar algunas cardiopatías congénitas, arritmias, taquicardias y bradicardias

¿Qué es una ablación cardíaca? 

Se trata de un procedimiento quirúrgico que utiliza calor o frío para generar pequeñas cicatrices en el corazón que bloquean las señales eléctricas irregulares y ayudan a reestablecer un ritmo cardíaco normal. Se realiza con el fin de bloquear los tejidos anormales en el corazón que causan problemas con el ritmo cardíaco y que suponen un riesgo para la salud. 

Se lleva a cabo a través de una pequeña incisión, colocando un catéter eléctrico dentro del corazón. La parte interior del catéter envía calor en forma de ondas de radio para destruir los tejidos anormales. 

Tipos de ablación cardíaca

Este tratamiento se puede realizar de distintas maneras, aunque lo más frecuente es el aislamiento de las venas pulmonares de la aurícula izquierda. La ablación de las venas pulmonares es una intervención cardíaca que implica el uso de calor o de frío para tratar áreas reducidas del músculo cardíaco que son la causa de los latidos cardiacos anómalos.

Lo más frecuente es que la ablación cardíaca se realice con radiofrecuencia (calor), aunque hay casos en los que se utiliza crioablación (frío), a temperaturas muy bajas. 

  • Ablación con radiofrecuencia. Este procedimiento es el más común y seguro y tiene una duración de varias horas. Se realiza con sedación, para reducir la ansiedad del paciente, y se monitorizan las constantes vitales (frecuencia cardíaca, presión arterial, etc.). Para insertar los catéteres, se hace una punción sobre la vena femoral. Asimismo, se lleva a cabo un estudio de la arritmia mediante estimulación eléctrica de la aurícula y el ventrículo en el que se produce y se emplean técnicas para detectar el lugar óptimo en el que actuar. Una vez completada, se comprueba que la arritmia ya no se produce. Finalizado el proceso, el paciente debe permanecer en cama durante unas cuatro horas antes del alta.
  • Crioablación. La crioablación es un método moderno para tratar la fibrilación auricular no persistente, con la ayuda de frío en vez de calor, para implementar la energía, a diferencia del tratamiento típico con radiofrecuencia, utilizado habitualmente.

En qué casos se recurre a la ablación cardíaca 

Es importante saber que este procedimiento generalmente se utiliza cuando los tratamientos convencionales ya no pueden ofrecer un resultado satisfactorio. Se puede usar para tratar diferentes condiciones como arritmias cardíacas, enfermedades del corazón congénitas y taquicardias supraventriculares. 

Arritmias cardíacas 

La ablación cardíaca es un procedimiento médico diseñado para aliviar los latidos cardíacos anormales. Busca el bloqueo de los tejidos afectados para tratar de devolver el ritmo cardíaco a la normalidad. Esta condición puede ser potencialmente muy peligrosa para la salud, por lo que el procedimiento puede ser la única forma de reducir el riesgo para el paciente.

Enfermedades del corazón congénitas

Son trastornos congénitos o adquiridos que afectan la configuración del corazón. Estos trastornos a menudo provocan que el corazón no bombee correctamente la sangre. Como resultado, se requiere un procedimiento para bloquear los tejidos anormales e intentar restaurar la función cardíaca normal. 

Taquicardia supraventricular

La taquicardia supraventricular es un problema en el que el corazón late más rápido de lo normal. Puede ser muy peligroso para la salud, ya que el corazón bombea demasiada sangre a través del cuerpo. La ablación cardíaca es una forma de tratar esta enfermedad al bloquear los tejidos anormales que causan la taquicardia. 

Procedimiento de la ablación cardíaca 

La ablación cardíaca no es una intervención sencilla y tiene una duración aproximada de unas 4 horas. El cardiólogo inserta uno o varios catéteres en los vasos sanguíneos, generalmente ubicados en la ingle del paciente, y con unas guías los dirige al corazón. Estos tubos tienen unos sensores o electrodos que envían impulsos eléctricos y registran la actividad del corazón. 

El propósito es obtener más detalles sobre la localización exacta del lugar en el que existe el daño y así poder decidir dónde hacer la ablación. Una vez detectado, se aplica el tratamiento adecuado según cada caso (calor o frío, según la técnica elegida) para eliminar el área problemática.

El objetivo de este procedimiento es destruir los tejidos problemáticos para así detener los problemas de ritmo cardíaco. Después de que el tejido anómalo haya sido destruido, el cirujano retira el catéter y cierra la incisión. Una vez realizado el procedimiento, el médico comprueba si se han corregido las arritmias después de la intervención.

Cómo prepararse para el procedimiento 

De forma previa al procedimiento el médico realiza una ecografía para ver si la aurícula izquierda está muy dilatada. Asimismo, un mes antes de la ablación se indica la toma de fármacos anticoagulantes a los pacientes, para evitar que haya trombos en la aurícula izquierda. También es importante el control de los factores de riesgo. Así, los pacientes obesos deben perder peso antes de la ablación y se deben controlar patologías como la hipertensión arterial y las apneas del sueño para que el éxito sea mayor. También se recomienda que quienes se vayan a someter a esta intervención dejen de fumar y beber alcohol. 

Riesgos y complicaciones de la ablación cardíaca 

Aunque es un procedimiento seguro, hay algunos riesgos y complicaciones asociados. Los posibles riesgos o efectos secundarios de una ablación cardíaca incluyen: 

  • Sangrado excesivo o infección en la zona en la que se ha insertado el catéter.  
  • Daño a los órganos cercanos
  • Problemas con el ritmo cardíaco

Estos peligros en la ablación cardíaca son frecuentes, pero generalmente no son graves. Así, se puede decir que la ablación cardíaca ofrece una mejora significativa en la calidad de vida después de la cirugía

La ablación tiene un éxito sobre el 80%, en términos generales. En pacientes mayores el porcentaje se encuentra en torno al 50-60%. Por eso es importante realizarla de forma temprana en el curso de la enfermedad y seleccionar bien a los pacientes.

Postoperatorio y recuperación después de la ablación

Los principales síntomas después de una ablación cardíaca son cansancio, dolor en el pecho y latidos cardíacos acelerados o irregulares. No son demasiado molestos y desaparecen según van pasando los días. 

Después del procedimiento, el paciente debe descansar durante una semana para que el cuerpo se recupere correctamente. En ese tiempo no debe practicar deporte y debe evitar el estrés. Por lo general, la mayoría de los pacientes se recuperan rápidamente y vuelven a su vida normal en una o dos semanas

En conclusión, podemos decir que la ablación cardíaca es un procedimiento seguro y eficaz para tratar varias arritmias cardíacas, enfermedades del corazón congénitas y taquicardias como la fibrilación ventricular o auricular. Si necesitas someterte a este procedimiento te recomendamos que te informes de cómo debes prepararte acudiendo a la consulta de cardiología. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios asequibles. Ahora puedes comprar una consulta con un cardiólogo desde 26€

Síncope vasovagal: ¿es lo mismo que una lipotimia?

¿Qué es el síncope vasovagal?

El síncope vasogal es una forma de desmayo o pérdida breve de conciencia, provocada por una disminución de la frecuencia cardiaca (bradicardia) y de la presión arterial. Es una alteración temporal del sistema cardiovascular, causada por una descompensación en la regulación del latido del corazón o una constricción excesiva de los vasos sanguíneos. 

En muchos casos, este síncope cardíaco es un fenómeno pasajero, pero en otros el desmayo puede ser intenso y hacer que la persona caiga al suelo repentinamente. Es importante no confundirlo con los mareos o los vértigos

Tipos de síncopes

Existen diferentes tipos de síncopes, entre los que se encuentra el vasovagal. Pueden clasificarse en función del mecanismo de inicio y desarrollo. Los más comunes son: 

  • Vasovagal. Se produce por una activación cerebral excesiva del nervio vago. Puede estar relacionado con la emoción, el ejercicio intenso, la temperatura y un paro cardiaco y algunos medicamentos como los sedantes, la nicotina, los bloqueantes beta-adrenérgicos y los fármacos antihipertensivos.
  • Posicional. Se produce cuando una persona cambia repentinamente su posición de estar de pie a recostarse.
  • Por deshidratación. Se producen cuando hay una disminución severa del volumen sanguíneo.
  • Neurometabólico. Se caracteriza por una disminución en el metabolismo del cerebro causada por una enfermedad metabólica, lo que puede causar alteraciones en los niveles de sales en el cuerpo, tales como hipocalemia o hiponatremia.

Los tipos de síncope vasovagal serían: 

  • Simple o primario. Se caracteriza por producirse de forma espontánea y sin motivo específico. 
  • Recidivante o secundario. Se produce cuando el desmayo se repite con el tiempo en una misma persona. Puede estar provocado por alguna actividad específica como levantarse muy rápido de la cama, pasar mucho tiempo en posición de pie o ver sangre, o por situaciones de estrés o ansiedad

Diferencia entre síncope vasovagal y lipotimia

Diferencias según la causa

La diferencia principal entre un síncope y una lipotimia es el origen de los síntomas. Los síntomas de un síncope vasovagal se producen cuando hay una disminución del suministro de sangre al cerebro, mientras que la lipotimia se produce muchas veces porque el nivel de glucosa en la sangre es muy bajo. 

Las causas del síncope vasovagal pueden estar relacionadas con alteraciones cardiacas, de los vasos sanguíneos, disminución de los niveles de glucosa en sangre, problemas de presión arterial, entre otros. La lipotimia se asocia generalmente con la hipoglucemia, es decir, con bajos niveles de glucosa en sangre. Los desmayos asociados con la hipoglucemia son más comunes en niños y adolescentes, debido a que el mecanismo de regulación de la glucosa en sangre se produce de manera diferente. 

Diferencias según los síntomas

Un síncope se caracteriza por una breve pérdida de conciencia, a diferencia de la lipotimia, que generalmente presenta síntomas como confusión, dificultad para hablar, pérdida de la coordinación motora y debilidad muscular. No obstante, en algunos casos puede incluir una pérdida momentánea de la conciencia. Esta situación es mucho más frecuente en adultos mayores de 40 años, aunque a veces sucede en adolescentes. 

Diferencia entre síncope vasovagal y epilepsia

Como hemos dicho, un síncope es un trastorno transitorio de la conciencia causado por una falta de flujo de sangre al cerebro. Esto puede provocar una breve pérdida de conciencia, una desorientación o aturdimiento, una sensación de mareo y mareos, o incluso caídas. Los síncopes a menudo se producen por un trastorno temporal del ritmo cardíaco llamado fibrilación auricular y se tratan con medicamentos. 

En cambio, la epilepsia es un trastorno neurológico crónico caracterizado por crisis recurrentes (ataques), a menudo involuntarias. Estas pueden provocar convulsiones, desmayos, confusión o retardación mental temporal. Una persona que experimenta convulsiones puede tener un episodio prolongado de pérdida de conciencia, así como pérdida de la memoria durante ese tiempo y otros síntomas como desorientación y alteraciones del comportamiento. La epilepsia se trata generalmente con medicamentos antiepilépticos, estimulantes y terapias psicológicas.

Causas de síncope vasovagal

El síncope vasovagal está provocado por una descompensación en la regulación del flujo sanguíneo y la presión arterial. Se desconocen con exactitud las causas exactas del desequilibrio, aunque generalmente tiene que ver con: 

  • Una constricción excesiva de los vasos sanguíneos cercanos a la pared arterial o 
  • Una disminución exagerada del gasto cardíaco

Por otro lado, también hay factores no fisiológicos que pueden contribuir a desencadenarlo, como situaciones de estrés, ansiedad, cansancio excesivo, obesidad, ver sangre, enfermedades cardíacas, deshidratación, fuertes dolores…etc. 

Síntomas del síncope vasovagal

Los síntomas son muy característicos y comprenden:

  • Sensación de mareo, vértigo o desorientación. 
  • Palidez y sudoración fría. 
  • Náuseas. 
  • Disminución del ritmo cardiovascular. 
  • Desorientación. 
  • Debilidad muscular y en los brazos y piernas.
  • Cambios en el tono de la voz. 
  • Incontinencia urinaria. 
  • Alteración transitoria de la vista, parpadeos o cegueras intermitentes. 

En algunos casos, estos síntomas pueden ir acompañados de un desmayo. 

Factores que lo pueden desencadenar 

Existen ciertos factores que pueden desencadenar el síncope vasovagal. Incluyen: 

  • Situaciones de estrés o ansiedad. 
  • Ver sangre. 
  • Levantarse muy rápido de la cama. 
  • Estar de pie mucho tiempo. 
  • Algunos medicamentos. 
  • Presión alta. 

Además, en algunos casos, los desmayos pueden estar provocados por algunos movimientos corporales bruscos, como un giro excesivo de la cabeza

Qué hacer ante un síncope vasovagal 

Cuando una persona presenta síntomas de un síncope vasovagal, lo primero que hay que hacer es levantarle la parte del cuerpo que esté más baja para ayudar a incentivar la circulación sanguínea de los miembros inferiores. Si la persona logra recuperar la conciencia, se le debe poner en una posición cómoda y evitar los movimientos repentinos. De igual forma, si no logra recuperarse, se debe acudir al servicio de urgencias. 

Diagnóstico

El diagnóstico del síncope vasovagal se basa en la historia clínica del paciente, en el examen físico, en algunas pruebas de laboratorio y en exámenes complementarios, con el fin de excluir otras causas que puedan producir pérdidas de conciencia. 

En la mayoría de los casos, es suficiente la valoración clínica para identificar los episodios de hipotensión, desvanecimientos y caídas. Además, el médico generalmente solicita una analítica completa para descartar trastornos sanguíneos

Entre los exámenes que se podrían pedir para descartar anomalías se encuentran el electrocardiograma (ECG), la prueba de esfuerzo cardiopulmonar, la ecocardiografía o el monitoreo Holter

El objetivo principal es estudiar qué factores influyen en los desvanecimientos y descartar otros problemas de salud que puedan estar detrás del síncope.

Tratamiento del síncope vasovagal

El tratamiento puede incluir el manejo de los síntomas y factores desencadenantes. Así, es importante aprender a controlar y reconocer los síntomas antes de que los desmayos ocurran. 

El tratamiento consiste en: 

  • Toma de medicamentos. El cardiólogo puede indicar la toma de diuréticos para tratar presión arterial baja o medicamentos para la taquicardia
  • Realización de ejercicio físico con regularidad. Una actividad física moderada, como caminar, mejorar la circulación sanguínea y la salud general.
  • Control de los niveles de estrés. Evitar situaciones estresantes o desencadenantes también puede reducir el riesgo de sufrir desmayo. También se debe prestar atención al descanso. 
  • Control de la dieta. Se recomienda reducir o evitar el consumo de alcohol y drogas. 

Cuando se sospecha que una persona presenta un síncope de este tipo, es recomendable acudir al cardiólogo para que se le realice un examen del latido del corazón y confirmar el diagnóstico. Una vez probado, se recomienda seguir el tratamiento propuesto, con el fin de prevenir que se presenten episodios frecuentes de desmayo. 

Prevención

No hay una forma segura de prevenir el síncope vasovagal, pero existen algunas medidas que se pueden tomar para evitar que se presenten estos desmayos, con el golpe o contusión que muchas veces conlleva. Estas medidas incluyen: 

  • Descansar adecuadamente. 
  • Comer alimentos saludables y equilibrados. 
  • Evitar la deshidratación. 
  • Hacer ejercicio de forma regular. 
  • Realizar determinadas técnicas de relajación. 
  • Evitar situaciones de estrés. 

Cuándo hay complicaciones del síncope vasovagal

En raras ocasiones esta pérdida de conciencia puede progresar hasta llegar a complicarse de forma importante. No obstante, los síntomas y el estado general de salud pueden empeorar si se repite varias veces, es decir un síncope vasovagal recurrente. En estos casos, es conveniente acudir al servicio de urgencias para recibir un tratamiento adecuado. Además, deben descartarse enfermedades cardíacas, ya que estas patologías también pueden provocar un desmayo. 

Si has tenido un síncope vasovagal no debes asustarte, pero es bueno que pidas cita con el médico para que valore qué tratamiento debes seguir. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, a precios muy razonables y sin esperas. Ahora puedes comprar una consulta con un cardiólogo desde 26€. 

¿Qué es una embolia pulmonar? Causas, síntomas y tratamiento

La embolia pulmonar (EP) es una afección potencialmente mortal en la que un coágulo de sangre se desplaza desde otro lugar del cuerpo hasta los vasos de los pulmones, obstruyendo el flujo sanguíneo. Esto provoca una disminución del oxígeno del torrente sanguíneo, así como daños a los tejidos pulmonares. Esta condición requiere tratamiento de emergencia. 

En la mayoría de los casos, el coágulo de sangre comienza en una vena profunda de la pierna y se mueve hasta el pulmón. Si no se trata de manera adecuada, la embolia pulmonar puede causar inestabilidad hemodinámica, arritmias cardíacas, shock cardiogénico, paro cardiorrespiratorio e incluso la muerte. 

Así, el diagnóstico precoz es esencial para disminuir la gravedad de los síntomas, realizar tratamientos adecuados y evitar complicaciones que pueden ser letales.

¿Qué es la embolia pulmonar? 

El tromboembolismo pulmonar (TEP) es una urgencia cardiovascular común. Es un término general usado para describir una enfermedad que se caracteriza por la presencia de coágulos de sangre o trombos que bloquean los bronquios y tienen su origen en vasos sanguíneos lejanos desde el pulmón. No se debe confundir ver con la tromboflebitis, que es un trastorno venoso que consiste en una afección inflamatoria en la que se produce un coágulo de sangre en una vena superficial

Generalmente los trombos provienen de la vena profunda de la extremidad inferior. En casos localizados pueden igualmente provenir del tórax, del cuello y de los vasos de la arteria pulmonar. 

Tampoco hay que confundir la embolia pulmonar con el edema pulmonar, que es la acumulación anormal de líquido intersticial en los pulmones.

de riego sanguíneo. 

Causas de embolia pulmonar y factores de riesgo

Las causas de una embolia pulmonar pueden ser muy variadas, desde trastornos hereditarios hasta la exposición a factores ambientales dañinos. El más común de todos es la trombosis venosa profunda (TVP), que se caracteriza por un aumento en la viscosidad de la sangre que se acumula en las venas, con el fin de evitar la circulación sanguínea y el flujo de oxígeno en el cuerpo. Esta condición se asocia con patologías como enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos, obesidad y ciertas enfermedades autoinmunes.

Los factores de riesgo incluyen la edad avanzada, la enfermedad cardíaca o la cirugía reciente. Otras causas de trombo pulmonar son: 

  • Pacientes que reciben catéter venoso central (CVC) o tratamiento con medicamentos y dispositivos para la coagulación sanguínea. 
  • Uso prolongado de anticonceptivos orales. 
  • Obesidad. 
  • Tabaquismo. 
  • Presencia de un cuerpo extraño que bloquea la circulación en el pulmón, como ciertos fármacos, aceites y aire.
  • Una cirugía a corazón abierto.

La EP puede provocar daños a los pulmones, fallo cardíaco y shock, que puede comprometer la vida.

Síntomas de la embolia pulmonar

Los síntomas de trombo pulmonar que presenta el paciente suelen depender de la dimensión del coágulo o trombo que se bloquea en los pulmones, así como del grado y la ubicación. Los síntomas de tromboembolia pulmonar más comunes son: 

  • Dificultad para respirar. La embolia pulmonar primaria causa síntomas de dificultad respiratoria aguda, que incluyen niveles más altos de saturación de oxígeno en la sangre, sensación de falta de aire, fatiga al respirar e incluso calambres en el pecho. Aumentan gradualmente con el posible desarrollo de disnea aguda. Esto es somatizado por la persona afectada a través de una sensación de asfixia, lo que provoca ansiedad y desencadenamiento del reflejo bronco espástico. 
  • Dolor en el pecho. Puede ser característico de una infección o tos constante. El dolor se siente en el lado izquierdo, debajo del esternón y generalmente se intensifica cada vez que el paciente respira profundamente o tose.
  • Pérdida de conciencia. Sucede porque la falta de oxígeno afecta la señalización encefálica. Se ha comprobado que el riesgo de hipoxemia es mayor cuanto mayores son los niveles de saturación de oxígeno en la sangre, lo que puede llevar a la muerte inmediata.
  • Taquicardia. Puede provocar taquicardia paroxística, un tipo de taquicardia supraventricular. Conlleva palpitaciones o latidos cardíacos no normales, que generalmente ocurren en las personas con frecuencia respiratoria alta. Esta arritmia generalmente se acompaña de una presión arterial baja, presencia de edema pulmonar o aumento de la presión venosa de los senos de alguna región. 
  • Tos. 
  • Fatiga repentina. 
  • Palpitaciones irregulares. 
  • Sudoración. 

No siempre se presentan todos los síntomas. Los más comunes son el malestar general, la fatiga y la palidez y los más evidentes se identifican con subidas repentinas de presión arterial en las que se compromete el funcionamiento del corazón. 

Otros síntomas un poco menos comunes son el aturdimiento, las alteraciones visuales, los cambios de coloración de los labios, la cianosis y el color azul de las extremidades por ausencia 

Diagnóstico de la embolia pulmonar

Los signos y síntomas de la trombosis pulmonar pueden ser difíciles de distinguir de otras enfermedades pulmonares. Por lo tanto, el diagnóstico necesita una evaluación adecuada. Principalmente se basa en una historia clínica detallada y en una variedad de pruebas médicas para descartar otras enfermedades. La realización de estudios complementarios es fundamental para determinar la ubicación exacta de los coágulos o desarrollar estrategias adicionales para la detección de la embolia. Se incluyen: 

Estos exámenes se llevan a cabo para detectar el trombo pulmonar y determinar qué áreas del tejido pulmonar están comprometidas. Es importante para el cardiólogo realizar un diagnóstico preciso y oportuno de esta enfermedad. 

Tratamiento de embolia pulmonar

El tratamiento para la embolia pulmonar depende del tamaño y la ubicación del trombo y consta de medidas farmacológicas y no farmacológicas. Si es relativamente pequeño, puede ser tratado con terapia con anticoagulantes para evitar la formación de nuevos trombos, junto con la administración de medicamentos trombolíticos, para mejorar el flujo de la sangre. 

Se recomienda el uso de anticoagulantes, como la heparina y sus derivados, para reducir la formación de coágulos en la sangre. Estos medicamentos se inyectan a través de una solución intravenosa para reducir el riesgo de desarrollar complicaciones adicionales. 

En casos más graves, el tratamiento del trombo pulmonar puede ser necesaria la cirugía para eliminarlo y prevenir un infarto pulmonar. Sin embargo, no siempre es posible, dependiendo de la gravedad de la embolia y el estado de salud del paciente. 

Uno de los procedimientos quirúrgicos consiste en la extracción de los coágulos sanguíneos de la arteria y otras estructuras del pulmón, para tratar la embolia pulmonar. Se coloca un filtro en la vena cava para acelerar la eliminación del coágulo y evitar que la patología llegue a los pulmones. También se puede realizar una trombólisis, asistida por un catéter, para llegar al coágulo mediante un tubo flexible.  

Pronóstico

El pronóstico del trombo pulmonar es generalmente bueno si se detecta rápidamente y se trata de forma adecuada. Sin embargo, los pacientes con EP avanzada tienen un pronóstico más difícil, sobre todo si presentan insuficiencia cardíaca, choque hipovolémico o un alto índice de embolia.

El pronóstico de una embolia pulmonar depende de varios factores, como la ubicación y el tamaño del trombo, el tiempo de duración de los síntomas y el estado general de salud del paciente. En muchos casos no deja secuelas, si es tratada de manera adecuada y se hacen los cambios necesarios de estilo de vida para mantener una buena salud. 

Sin embargo, puede haber algunas complicaciones cuando no se trata correctamente o es grave. En estos casos, puede ser necesaria una cirugía de emergencia para reparar daños en el órgano afectado. 

Complicaciones

Si el tratamiento de la EP se demora puede dar lugar a complicaciones graves.

  • Complicaciones potenciales. Una persona con EP puede desarrollar síntomas como aumento de la presión arterial, taquicardia, disnea, latido cardíaco rápido y falta de aliento. En los casos graves, puede producir insuficiencia cardíaca o el síndrome de distrés respiratorio. 
  • Factores de mal pronóstico. Incluyen la edad avanzada, la presión arterial baja a la llegada a la sala de emergencia y el Shock hipovolémico. Otras complicaciones asociadas a la EP son la insuficiencia cardíaca aguda, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la diabetes, la inmunosupresión y un historial de tromboembolismo previo. 

Recuperación de la embolia pulmonar

La recuperación de la EP depende de la edad, el estado de salud, la cantidad de tratamiento recibido y los factores de riesgo. Es importante seguir unas pautas, que incluyen: 

  • Dieta saludable. La dieta saludable puede ayudar a mejorar la resistencia y la salud general. Algunas opciones son alimentos ricos en antioxidantes, grasas saludables, fibra y proteínas. es necesario que el paciente consuma alimentos ricos en proteínas para mantener una buena salud y evitar condiciones como anemia
  • Deportes de resistencia. Las actividades cardiovasculares como caminar, trotar o andar en bicicleta en intervalos intermitentes son útiles para fortalecer los pulmones y mejorar la resistencia. 
  • Ejercicios de respiración. Las técnicas de respiración profunda y lenta permiten a la persona aprovechar al máximo el oxígeno y actuar de forma efectiva contra la EP.
  • Tomar medicamentos. Se recomienda la toma de fármacos para disminuir la presión arterial elevada, reducir la inflamación de los vasos sanguíneos, mejorar el flujo sanguíneo y ayudar a disolver los coágulos sanguíneos. En algunos casos, el médico puede recetar diuréticos para eliminar el exceso de líquido en los pulmones. Todos los medicamentos siempre deben adquirirse bajo indicación y prescripción médica
  • Ayuda psicológica. Estudios recientes han demostrado que el apoyo psicológico y el bienestar en general son factores importantes para una recuperación exitosa. La terapia y el bienestar emocional pueden ser particularmente útiles para personas que presentan episodios repetitivos o relacionados con ansiedad.

Recuperarse de la embolia pulmonar puede requerir un enfoque multidisciplinar que integre tratamientos médicos, cambios en el estilo de vida y una gestión adecuada de los factores psicológicos. Aunque a veces es un proceso complicado, los resultados a largo plazo pueden ser excelentes si se sigue un tratamiento adecuado. Si crees que pueden padecer esta afección o la has tenido y quieres realizarte un seguimiento te recomendamos que acudas a un cardiólogo. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy asequibles. Puedes comprar una consulta con un cardiólogo desde 26€.

Azúcar y enfermedades cardiovasculares

Uno de los mayores peligros para la salud a nivel mundial es el consumo excesivo de azúcar. De hecho, actualmente un 18 por ciento de las muertes cardiovasculares se deben a esta causa. Estudios recientes han demostrado que el exceso de ingesta de este producto aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, las enfermedades de las arterias coronarias y la hipertensión. El consumo sin control también se relaciona con el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. 

¿Qué son las enfermedades cardiovasculares?

Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos que afectan al corazón y los vasos sanguíneos. Son unas de las principales causas de muerte en el mundo y pueden aparecer a cualquier edad. Los problemas que generan pueden ser el resultado de una serie de factores, desde condiciones genéticas heredadas hasta otros causados por el estilo de vida. Los trastornos cardiovasculares incluyen enfermedades como la hipertensión arterial, el accidente cerebrovascular, la arritmia y las enfermedades cardíacas coronarias.

Estas patologíasson las responsables de muchos de los fallecimientos que se producen en España. El ritmo actual de vida (sedentarismo, estrés, tabaco, obesidad…) y la alimentación juegan un papel destacado. Una dieta con exceso de grasas saturadas y con una ingesta de azúcar muy superior a la recomendada se asocia a un mayor riesgo de padecer una enfermedad del corazón. 

¿Qué es el azúcar y por qué es perjudicial para la salud?

Cuando se habla de azúcar se hace referencia a diferentes monosacáridos o disacáridos, englobados como hidratos de carbono. Se trata de una sustancia dulce, consumida mayoritariamente por la población actual. Hasta hace unos años la preocupación de los especialistas encargados de conocer las causas del aumento de las enfermedades cardiovasculares eran las grasas saturadas. Hoy en día el azúcar le ha quitado el puesto, sobre todo la fructosa, que se erige como el enemigo número uno a combatir. 

El azúcar es una sustancia presente en muchos alimentos, especialmente aquellos de alto contenido calórico como refrescos, postres y dulces. Su consumo excesivo, sin embargo, está relacionado con varias enfermedades, entre ellas la diabetes y la obesidad. Esto se debe a que se convierte en glucosa en el torrente sanguíneo, y altos niveles de glucosa pueden llevar a muchos problemas de salud. 

Azúcar y enfermedades cardiovasculares van unidos; a mayor consumo del primero mayor es el riesgo de padecer estas patologías debido a su efecto en la insulina y los lípidos, y por la presencia de sustancias nocivas como el ácido fórmico y el ácido acético. Por lo tanto, para mantener la salud es importante minimizar el consumo de alimentos con alto contenido calórico rico en azúcar, y optar por otros más saludables.

¿Qué es la fructosa?

La fructosa y la glucosa son dos monosacáridos que componen la sacarosa, más conocida como azúcar de mesa. Es la que más se usa en el día a día, para endulzar los alimentos y las bebidas. Aunque es importante su consumo, por el aporte energético que proporciona, cuando se ingiere en abundantes cantidades aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. 

La fructosa es un azúcar natural que se encuentra principalmente en frutas, verduras y miel. A diferencia de otras fuentes de azúcar, la fructosa no se digiere tan rápidamente en el organismo, sino que se absorbe más lentamente. Esto significa que el cuerpo la procesa de forma más lenta, lo que puede ayudar a mantener los niveles de energía estables durante el día. Estudios recientes han descubierto que la fructosa ofrece una amplia gama de beneficios para la salud, incluyendo un menor riesgo de enfermedad de las articulaciones, un mejor control de la glucosa y una mejor salud del corazón.

Cuál es la cantidad de azúcar diaria recomendadas por la OMS

Con el paso de los años ha cambiado la forma en la que la población se alimenta con respecto a sus antepasados. Actualmente se consumen entre 150 y 300 calorías más que antes, en un momento en el que la vida es más sedentaria y la actividad física que realizan las personas es inferior a la recomendada. De esas calorías de más, casi la mitad las proporcionan los azúcares añadidos que se encuentran en algunas bebidas o refrescos, que están hechos en su mayoría de fructosa. La consecuencia directa es que aumenta la obesidad de la población

La Organización Mundial de la Salud desde 2015 recomienda que la toma de azúcar en adultos no supere el 5% del valor calórico total de la dieta. Esto es, la cantidad de azúcar diaria recomendada para adultos y niños mayores de 11 años es de no más de 25 gramos de azúcar libre, lo que equivale a 6 cucharaditas de azúcar (aproximadamente 100 calorías). 

Esta cantidad está destinada a prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación como la diabetes tipo 2, la enfermedad cardíaca y la obesidad. Además, se recomienda limitar el consumo de alimentos ricos en azúcar añadido como refrescos, galletas, pasteles, helados y postres.

Qué causa el azúcar

Una dieta elevada en azúcares puede aumentar los niveles de glucosa en la sangre, lo que causa problemas metabólicos como la resistencia a la insulina y el aumento del riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2. Esto se debe a que el azúcar rápidamente se absorbe en el torrente sanguíneo y la insulina se libera para regular los niveles de glucosa en sangre. 

La resistencia a la insulina también hace que se produzca una cantidad excesiva de azúcar que puede llevar al cuerpo a producir cada vez más insulina. Esto puede provocar un aumento de peso, así como otros problemas de salud. El azúcar también daña el tejido conectivo y provoca envejecimiento prematuro.

Así, el consumo elevado de fructosa contribuye al desarrollo de enfermedades crónicas y se relaciona un descenso de los niveles de HDL o colesterol bueno y con un incremento de:

Todos estos síntomas están relacionados con la posibilidad de tener ateroesclerosis. Podemos decir, entonces, que hay relación entre azúcar y enfermedades cardiovasculares. 

Cantidad recomendada de azúcar para un consumo responsable

Para evitar los síntomas no deseados es importante que el médico establezca unas pautas a seguir en las que haya un equilibrio en la toma de este tipo de alimentos. 

No significa que haya que eliminar el azúcar por completo, porque sería muy difícil no comer turrón en Navidad, no celebrar un cumpleaños sin una tarta o no tomarse un cóctel de vez en cuando. Pero sí hay que hacer un consumo responsable en casa, intentando llevar una dieta equilibrada que limite los alimentos menos sanos, como el azúcar, las grasas o los precocinados. Asimismo, es necesario tomar conciencia de la importancia que tiene el ejercicio físico para tener una buena salud. 

La cantidad de alimentos con azúcar añadido que se recomienda al día debe situarse en torno a las 150 calorías/día como máximo, según señalan desde la Asociación Americana de Cardiología. Esto es, unos 25 gramos, que suponen aproximadamente seis cucharadas pequeñas al día. Esta norma debería de cumplirse escrupulosamente en el caso de los niños. 

Otras enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar 

En los últimos años el consumo excesivo de azúcar ha sido la principal causa de morbididad y mortalidad en el mundo. Algunas de las enfermedades relacionadas con el consumo de azúcar más conocidas son las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, sin embargo, son muchas más las afecciones y complicaciones de salud asociadas al exceso de azúcar. 

¿Qué enfermedades causa el azúcar? El exceso de azúcar en la dieta puede contribuir a una variedad de problemas de salud. Investigaciones recientes han demostrado que el azúcar causa un aumento en el riesgo de desarrollar prediabetes, enfermedades cardiovasculares, obesidad y enfermedades relacionadas con el metabolismo, como la resistencia a la insulina. Esto se debe al alto contenido calórico y los efectos inflamatorios del exceso de ingesta de azúcar en la dieta.

 Las principales enfermedades relacionadas con el azúcar son: 

  • Obesidad. Es uno de los principales problemas de salud relacionados con el consumo excesivo de azúcar. Se asocia con la ingesta de alimentos con alto contenido calórico y altos niveles de azúcar. El aumento de peso va unido también con el desarrollo de enfermedades como la hipertensión, enfermedades pulmonares crónicas, osteoartritis, problemas digestivos, entre otros. 
  • Alteraciones hepáticas. Los estudios han demostrado que los alimentos ricos en azúcar pueden dañar la función hepática, lo que también puede contribuir a la formación de patologías. La enfermedad hepática grasa no alcohólica está provocada por la acumulación de grasa en el hígado. Es el resultado del consumo excesivo de calorías, especialmente aquellos ricos en azúcar. Los síntomas asociados a este tipo de enfermedad incluyen dolor abdominal, debilidad, cansancio, orina de color oscuro y heces de color claro. 
  • Enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide. Estas patologías se caracterizan por el daño articular como resultado de una respuesta excesiva del sistema inmunológico. Una alimentación alta en grasas y azúcares puede provocar el empeoramiento de estas enfermedades. 
  • Desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer. El azúcar se ha relacionado con la pérdida de memoria y disminución de la capacidad cognitiva. Aunque las investigaciones sobre el tema no concluyen con claridad, se plantea que el aumento en los niveles de glucosa en la sangre podría dañar las neuronas y provocar los síntomas característicos de estas enfermedades. 
  • Formación de caries. Los azúcares fermentables son aquellos que se descomponen con la ayuda de los microbios de la boca para formar ácidos, que afectan a los dientes y llevan a la formación de caries. 

Si bien azúcar y enfermedades cardiovasculares  están relacionados directamente, también puede provocar otras enfermedades tales como obesidad, diabetes, caries y alteraciones hepáticas. Por lo tanto, se debe limitar en la dieta su consumo para evitar cualquiera de estos problemas.

Si tienes dudas sobre la cantidad de azúcar que consumes o quieres reducir su ingesta para mejorar tu salud cardiovascular lo mejor es que acudas a consulta con un especialista que pueda ayudarte. En SaludOnNet contamos con médicos cardiólogos y endocrinos dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una consulta desde 26 euros, sin esperas y con los mejores profesionales.

¿Qué es el Flutter auricular?

El Flutter auricular (FA) o aleteo auricular es una particular forma de arritmia cardíaca que ocurre cuando las aurículas del corazón empiezan a balancearse debido a un daño en el tejido cardíaco, lo que causa una señal desordenada que se llama aleteo. Este movimiento se produce cuando las válvulas cardíacas no se abren y cierran correctamente, causando una contracción ineficaz. 

Esta afección cardíaca no es tan frecuente pero, cuando se presenta, es importante que sea examinada a fondo para intentar prevenir complicaciones a largo plazo. Es un patrón de ritmo cardíaco regular que presenta similitudes con la fibrilación auricular, pero que se puede remediar de forma fácil con una ablación.

Flutter auricular: síntomas principales

El flutter auricular (FA) es una arritmia cardíaca que afecta aproximadamente al 2% de la población y se caracteriza por un pulso irregular y prematuro en el corazón. 

Los síntomas del aleteo auricular dependen de la severidad de cada caso. En general, pueden durar desde unos minutos hasta varias horas, y son: 

  • Palpitación cardíaca irregular y/o una sensación de presión o vacío en la parte superior del pecho. 
  • Fatiga severa y mareos, con episodios incontrolables de desmayos, en los casos más graves. 
  • Pérdida de la consciencia. 
  • Problemas de respiración, como falta de aliento o dificultad para respirar.
  • Taquicardia y arritmia ventricular. Estos síntomas se deben a que el flujo de sangre a través del corazón es irregular, lo que provoca presión en los órganos vitales.
  • Hinchazón en los tobillos.

Diferencias entre flutter y fibrilación auricular

La fibrilación auricular y el flutter auricular son trastornos del ritmo cardíaco, cuyas diferencias pueden ser clasificadas según la forma en que afectan los puntos de conducción del corazón. Aunque los síntomas clínicos son muy similares, sus diferencias deben entenderse y tenerse en cuenta para el diagnóstico y tratamiento adecuado. 

La fibrilación auricular se caracteriza por una generación rápida e irregular de impulsos eléctricos irregulares que causan contracciones musculares de la aurícula rítmicas e irregulares. Esto significa que el latido cardíaco es irregular y se produce sin un patrón predecible. No debe confundirse con la fibrilación ventricular, que afecta el bombeo de sangre desde el corazón y es más peligrosa, pudiendo causar un paro cardíaco.Por otro lado, el Flutter auricular es un patrón oscilante en la conducción eléctrica cardíaca que causa latidos cardíacos regulares, pero acelerados. 

Otra característica que diferencia a la fibrilación auricular del flutter auricular es la respuesta de los músculos. En la fibrilación auricular, los impulsos eléctricos no son lo suficientemente fuertes como para contraer los músculos de forma precisa y sin descanso, lo que causa un latido cardíaco irregular. Por otro lado, el flutter auricular ocurre cuando los impulsos eléctricos son forzosos y regulares, lo que causa un contracción rítmica y constante de los músculos. 

Ambos pueden ser tratados con medicamentos o procedimientos médicos específicos, como la ablación. 

Tipos de Flutter auricular

Existen muchos tipos y clasificaciones de aleteo auricular, en función de la ubicación, forma o patrón de la actividad eléctrica anormal dentro del corazón. Algunos tipos serían: 

  • Sinusal. Produce latidos cardíacos regulares gracias a la actividad de los impulsos eléctricos de origen sinusal.
  • Sostenido. Es una arritmia que provoca un patrón de ondas P y QRS específico en el ECG y se diagnostica cuando un latido continúa por más de 30 segundos.
  • Inducido por el esfuerzo físico. Se produce como resultado de una actividad extenuante en la que se ejercen altos niveles de energía.
  • Inducido por la ansiedad. La ansiedad puede desencadenar cambios eléctricos en el corazón que causan arritmias. 
  • Paroxístico. Un tipo de arritmia breve, durante el cual puede haber cambios significativos en el ritmo cardíaco.

Atendiendo a la rapidez con la que se agitan las aurículas, podemos hablar de aleteo auricular típico y atípico: 

  • El aleteo auricular típico es el más común. Es un trastorno eléctrico del corazón en el que el tejido eléctrico en ciertas áreas de la pared auricular se vuelve lento, provocando que el corazón aletee en lugar de latir normalmente. Esto causa una frecuencia cardíaca rápida y regular, que suele ser temporal.
  • El aleteo auricular atípico implica una arritmia cardíaca más grave y compleja, en la que el patrón de ondas electrocardiográficas es irregular. Requiere un tratamiento inmediato para evitar que se vuelva más seria. 

Causas del flutter auricular

El flutter auricular se caracteriza por un ritmo regular y rápido, que suele estar entre 150-250 latidos por minuto. Existen varias causas que pueden contribuir a la aparición de esta patología que afecta a personas de cualquier edad, aunque es más común en adultos. 

  • Enfermedades Cardiovasculares. Incluye enfermedades como la insuficiencia cardíaca, enfermedades valvulares, miocardiopatías hipertróficas y enfermedades del músculo cardíaco. Afectan la irrigación y el flujo sanguíneo adecuado en el corazón, lo que puede provocar diversos problemas de arritmias cardiacas. Además, algunas enfermedades cardiovasculares afectan la morfología de los órganos cardíacos, lo que aumenta el riesgo de desarrollar esta patología. 
  • Abuso de sustancias. Hace referencia al uso excesivo o el abuso de ciertas sustancias, como el tabaco, el alcohol, las drogas y los medicamentos. Cuando no son usadas adecuadamente, pueden desequilibrar los neurotransmisores responsables del ritmo normal del corazón, causando arritmias. Esto afecta al agua y los electrolitos en el cuerpo, lo que puede acelerar el ritmo cardíaco hasta el punto de ser peligroso para la salud. 
  •  Estrés psicológico y emocional. El estrés y la depresión son los principales culpables. El primero aumenta los niveles de cortisol en el cuerpo, lo que puede disminuir los niveles de potasio en el cuerpo. Esto puede llevar a arritmias cardíacas, así como a un aumento en el ritmo cardíaco.
  • Ansiedad.  Crea un estado de estrés en el cuerpo, lo que puede contribuir a arritmias cardíacas. Esto puede hacer que el ritmo cardíaco se acelere de manera anormal.
  • Medicamentos. Ciertos fármacos pueden desequilibrar los respiradores cardíacos secretores de norepinefrina y epinefrina. Esto puede provocar cambios en el ritmo cardíaco y llevar a arritmias cardíacas. Algunos de los medicamentos más comunes incluyen los usados para tratar el asma, la presión arterial alta, la presión arterial baja y el insomnio. 

Diagnóstico del flutter auricular

El flutter auricular es una arritmia cardíaca potencialmente mortal si no es detectada y tratada a tiempo. Por esta razón, el diagnóstico y tratamiento temprano son fundamentales para prevenir complicaciones potencialmente fatales. 

Cuando un paciente presenta síntomas, el primer paso es realizar un examen físico por parte del cardiólogo. Esto ayuda al médico a escuchar las palpitaciones en el área del pecho y palpar la pulsación arterial.

El diagnóstico se realiza también a través de un electrocardiograma (ECG). Éste registra una señal de aleteo trazada por el impulso eléctrico que recorre el corazón. El patrón de la onda ECG es característico de este trastorno. Es posible también realizar un Holter de ECG, un dispositivo portátil que registra el ritmo cardíaco durante 24 horas para verificar si hay algún tipo de arritmia y ayudar a hacer un diagnóstico más preciso.

También ayudan al diagnóstico otras pruebas como un ecocardiograma, radiografía de tórax, ecocardiograma computarizado (ECHO) o un análisis de sangre. Todas ellas permiten al médico ver si el ritmo cardíaco es irregular o si existen signos de daño cardíaco, como una anormalidad en el flujo de sangre a través de los vasos sanguíneos.

Tratamiento del flutter auricular

Tratar el flutter cardíaco es un proceso largo y meticuloso, que puede incluir cirugía o medicamentos, o incluso ambas cosas, según la severidad de los síntomas. De forma previa se deben repetir los exámenes ECG para monitorizar la actividad cardíaca. El tratamiento del aleteo auricular puede incluir: 

  • Medicación. Él médico puede indicar medicamentos necesarios para controlar la arritmia y dilatar los vasos sanguíneos del corazón para que el flujo de sangre no se vea interrumpido. Los más utilizados para controlar la frecuencia cardíaca incluyen beta-bloqueadores, bloqueadores de canales de calcio, diuréticos, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) y anticoagulantes. Estos fármacos ayudan a disminuir la frecuencia cardíaca, reduciendo así los latidos prematuros.
  • Cambios en el estilo de vida. Evitar cualquier actividad que provoque fatiga o tensión, comer alimentos saludables y equilibrados, mantenerse hidratados, no fumar, beber o abusar de drogas, tener un peso saludable, realizar una actividad física regular y dormir lo suficiente para recuperarse.
  • Ablación por radiofrecuencia. Se usa cuando el paciente no responde a los medicamentos ni a los cambios de estilo de vida. Esta técnica implica destruir el tejido anormal en el corazón con una descarga de radiofrecuencia controlada. Durante el procedimiento, el cirujano mapea el corazón con un láser para detectar los puntos anormales y destruir el tejido. El procedimiento generalmente se realiza durante una hora y requiere un período de recuperación de una semana.

Complicaciones del FA

Las complicaciones son raras, pero van desde el empeoramiento o aparición de nuevos trastornos cardíacos hasta la aparición de daños cerebrales. Por ejemplo, la presión sanguínea puede bajar de forma brusca, lo que puede provocar desvanecimiento, vértigo e incluso una parada cardíaca. Estos casos son excepcionales y se puede reducir el riesgo con el uso de la medicación adecuada. 

El flutter auricular también puede ser un factor de riesgo para un accidente cerebrovascular. Asimismo, una persona con esta patología también puede presentar síntomas psicológicos, como ansiedad y depresión. 

En casos severos, puede llevar a complicaciones potencialmente mortales. Estas complicaciones incluyen el desarrollo de una arritmia sinusal auricular independiente, que puede provocar un paro cardíaco repentino o infarto de miocardio. Si no se trata a tiempo, puede producirse un ritmo cardíaco potencialmente mortal en el que el corazón se debilita y no es capaz de bombear sangre con normalidad. 

El flutter o aleteo auricular es un tipo taquicardia, junto con la fibrilación auricular, la taquicardia ventricular, la taquicardia supraventricular y la fibrilación ventricular. En el lado contrario se encuentran las bradicardias, condición en la que el corazón late a un ritmo más lento de lo normal.  Si tienes problemas de arritmias cardíacas debes acudir al cardiólogo para que realice un estudio de tu patología y te ponga tratamiento. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una consulta de cardiología desde 26 €, sin esperas y eligiendo entre más de 4000 clínicas en toda España. 

Taquicardia ventricular: ¿Qué es y cómo actuar?

La taquicardia ventricular (TV) es una afección en la que el corazón late a un ritmo anormalmente rápido. Esta arritmia cardíaca que se origina en los ventrículos y produce una frecuencia cardíaca de unos 120 pm, puede durar desde pocos segundos hasta varias horas. Generalmente se produce cuando el corazón recibe impulsos eléctricos anormales o incorrectos. El corazón se contrae de manera descoordinada, lo que puede provocar que bombee menos sangre de lo que corresponde. Los impulsos anormales también pueden exigir que el corazón trabaje más duro y aumente su velocidad.

Esta afección es una rara y preocupante complicación de una enfermedad cardíaca preexistente o de otras patologías no relacionadas con el corazón. En los casos graves puede resultar en un infarto de miocardio, una arritmia cardíaca o incluso la muerte.

Causas de la taquicardia ventricular

No se conoce con exactitud la causa de esta arritmia ventricular, pero hay algunos factores que se han asociado con el desarrollo de esta afección. Incluyen:

  • Defecto cardíaco congénito.
  • Enfermedades cardíacas preexistentes, como enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica.
  • Trastornos electrolíticos, como la deshidratación o el exceso de potasio en la sangre.
  • Ciertos medicamentos.
  • Situaciones de estrés.
  • Mala nutrición, abuso de alcohol y falta de ejercicio regular.

Es importante que cualquier persona que sufra de TV siga un tratamiento establecido por un profesional de la salud.

Cuando no se identifica una causa, en algunos casos se recomienda usar un marcapasos para regular la frecuencia cardíaca. También pueden prescribirse medicamentos para manejar una condición subyacente, por ejemplo, ciertos diuréticos para tratar la insuficiencia cardíaca.

Si la causa de la taquicardia ventricular se identifica, el tratamiento para reducir el ritmo cardíaco puede incluir la radiofrecuencia o la ablación en el corazón.

Factores de riesgo de la Taquicardia Ventricular

Los factores de riesgo para la TV incluyen:

  • Antecedentes médicos de enfermedades del corazón.
  • Exposición prolongada a niveles altos de estrés.
  • Abuso de drogas o alcohol.
  • Enfermedades cardíacas congénitas.
  • Problemas metabólicos, como la diabetes y el hipotiroidismo.
  • Factores psicológicos como la ansiedad.

Cómo funciona el sistema eléctrico del corazón

El corazón es un órgano vital para el funcionamiento humano ya que es el responsable de transportar el oxígeno hacia todas las partes del cuerpo. Esta circulación se compone de dos ciclos, el sistema arterial y el sistema venoso. Adicionalmente, el corazón es responsable de generar el latido regular que conocemos como el pulso. Cuando esta actividad se acelera, se producen los latidos extras (taquicardias) que pueden ser el resultado de numerosas patologías.

El sistema eléctrico del corazón asegura que el corazón bombee sangre adecuadamente. Está compuesto de dos tipos de tejidos: específicos de conducción eléctrica y miocinéticos. El tejido eléctrico envía señales eléctricas a través de nuestras venas y arterias. Estas señales le dicen al corazón cuándo y con qué fuerza deben contraerse para bombear la sangre al cuerpo.

La parte eléctrica del corazón incluye:

  • Nodo sinoauricular o nódulo sinusal. Actúa como el reloj del corazón, emite impulsos eléctricos regulares que se extienden a través del tejido eléctrico del corazón a velocidad muy rápida, como una onda, para que el corazón se contraiga y bombee sangre rítmicamente.
  • Nodo auriculoventricular. Envía impulsos a los ventrículos para informarles que deben contraerse después de la contracción de la aurícula.
  • Conductos de His. Inyecta estímulos de las aurículas a los ventrículos para que bombee la sangre.

La parte miocinética del corazón incluye la capa miocárdica de las aurículas y ventrículos, que contiene células especiales que reciben las señales del tejido eléctrico para provocar la contracción. Cuando una señal eléctrica llega a la capa miocárdica, ésta se contrae rítmicamente para impulsar la sangre al cuerpo. El sistema eléctrico del corazón es integral para asegurar que nuestro corazón bombee sangre adecuadamente y nos ayude a vivir una vida saludable.

El resultado de estos ciclos es el pulso regular que somos capaces de percibir. Un latido cardíaco es la contracción y relajación generada al interior del corazón. Si los latidos se aceleran, se produce lo que denominamos una taquicardia. Si estos latidos extras se repiten y continúan en el tiempo hay que buscar ayuda médica para confirmar qué causa los eventos taquicárdicos.

Síntomas de taquicardia ventricular

Los síntomas y el grado de severidad varían, dependiendo de la duración, la frecuencia cardiaca y la causa. Hay personas con esta afección que son asintomáticos. Los síntomas de esta arritmia ventricular son:

  • Palpitaciones cardíacas.
  • Respiración corta.
  • Dificultad para respirar.
  • Mareos y desmayos.
  • Debilidad extremada, fatiga, palidez.
  • Sudor frío y sudoración excesiva.
  • Presión arterial baja.
  • Dolor en el pecho, el abdomen o el cuello.

En casos extremos, la TV puede llevar a un paro cardíaco. Por este motivo, cuando se experimentan uno o más de estos síntomas, se debe consultar al médico de inmediato.

Tipos de taquicardia ventricular

Existen varios tipos de TV, y cada uno tiene diferentes manifestaciones y características clínicas.

Según su morfología son:  

  • Taquicardia ventricular monomórfica (TM). Es la forma más común y benigna de TV. Aparece como un latido cardíaco con un patrón y una morfología consistentes, normalmente a través de una línea recta a lo largo de un electrocardiograma (ECG). El ritmo alto generalmente se detiene con una descarga de energía eléctrica en el pecho. El pecho no suele experimentar dolor asociado con esta afección, aunque la persona puede sentirse agotada o tener dificultades para respirar.
  • Taquicardia ventricular polimorfa (TP).  Es un trastorno del ritmo cardíaco en el que los impulsos eléctricos del corazón se desarrollan anormalmente y con formas diferentes. Estas formas son llamadas ondas P, QRS y T. Esto puede llevar a signos de insuficiencia cardíaca, arritmias graves y, en algunos casos, muerte cardíaca súbita. Entre ellas se encuentra la taquicardia ventricular sin pulso, una arritmia muy peligrosa que ocurre cuando el corazón no bombea sangre y que se caracteriza por un latido cardíaco rápido y desorganizado, pero sin el tono pulso regular asociado a una buena circulación.

Según su duración son:

  • Taquicardia ventricular sostenida. La duración es superior a 30 segundos. Se caracteriza por un patrón de latidos del corazón anormales y sostenidos que producen palpitaciones incómodas e, incluso, dolores en el pecho.
  • No sostenida. La duración es inferior a 30 segundos.Puede aparecer en episodios únicos con una duración muy corta, o se puede repetir varias veces al día.

Según su frecuencia son:

  • Polimórfica o monomórfica. Frecuencia entre 120/130 y 250 latidos por minuto.
  • Bidireccional. Frecuencia entre 160 y 250 latidos por minuto.
  • De reentrada ventricular o fibrilación ventricular (FV). Frecuencia entre 130 y 250 latidos por minuto. A diferencia de la fibrilación auricular, la FV puede ser potencialmente mortal.

Aunque existen varios tipos, todos ellos comparten un factor común: ponen en riesgo la vida del paciente. Por lo tanto, el manejo adecuado de los mismos es fundamental para la prevención de complicaciones graves. Si el paciente experimenta cualquier tipo de TV, debería buscar tratamiento inmediato de un cardiólogo cualificado para recibir el mejor cuidado posible.

Diagnóstico de la Taquicardia Ventricular

Cuando existen síntomas y la duración de esta arritmia ventricular es sostenida o se asocia a muy pocos ritmos normales, el diagnóstico se fundamenta en la historia clínica. Durante la evaluación que realiza el médico revisa la presencia de factores de riesgo como enfermedades cardíacas hereditarias, antecedentes familiares, exposición a altas concentraciones de estrés o medicamentos recetados. Al mismo tiempo se realiza un examen físico completo para determinar la presencia de signos de TV.

El médico también utiliza pruebas para detectar la taquicardia como un electrocardiograma, ecocardiograma, monitorización holter, registro de ritmo cardíaco y mediciones de bioimpedancia. Si el ECG proporciona resultados que confirman la TV, el médico recomienda un tratamiento para restaurar el ritmo cardíaco.

Tratamiento de la taquicardia ventricular

El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas y de los factores subyacentes,de la duración, la frecuencia y la intensidad de los latidos anormales.

Tratamiento inmediato

El tratamiento de urgencia de la taquicardia ventricular depende de cuál sea la vía de acceso. En la mayoría de los casos, se utiliza la cardioversión eléctrica, que requiere un desfibrilador para devolver el ritmo cardíaco normal.

Es un tratamiento inverso de la desfibrilación eléctrica que implica que una corriente eléctrica de baja intensidad es aplicada al corazón para tratar ritmos cardíacos anormales o taquicardia. La electricidad del dispositivo utilizado, llamado desfibrilador, normalmente se administra a través de electrodos colocados en el pecho para restablecer el ritmo cardíaco normal. Esta práctica se ha utilizado tradicionalmente para tratar arritmias como taquicardia ventricular, taquicardia supraventricular con QRS ancho y fibrilación auricular.

Un medicamento antiarrítmico intravenoso como la lidocaína o la amiodarona también pueden ser útiles. Si estos métodos no funcionan, se pueden utilizar otras terapias, como la ablación por radiofrecuencia.

Tratamiento a largo plazo

Aunque esta patología requiere una atención inmediata, en muchos casos el control del estilo de vida y la medicación para mantener estable el ritmo cardíaco son suficientes para tratarla a largo plazo. Comer una dieta saludable, hacer ejercicio y evitar el estrés, además de limitar el consumo de cafeína y los estimulantes, son algunos de los cambios a seguir.

Otros tratamientos médicos pueden incluir un dispositivo implantado de pequeño tamaño para aplicar una descarga eléctrica a los latidos rápidos y regular el ritmo cardíaco y cirugías para reparar el corazón. Si se detecta una TV recurrente, se pueden utilizar marcapasos, extraer catéteres o usar soluciones para reducir la cantidad de latidos.

La TV puede ser una afección grave que requiere diagnóstico y tratamiento rápidos para prevenir los peligros de cualquier problema cardíaco relacionado. Si un paciente presenta síntomas de taquicardia ventricular, debe acudir a un médico de inmediato para una evaluación completa y el tratamiento apropiado.

Manejo y prevención de la TV

Cuando hay antecedentes de enfermedad cardíaca o de otras afecciones médicas que afectan el corazón, es importante hacerse chequeos regulares para monitorizar la taquicardia ventricular.

Si se sospecha que puede estar en riesgo de TV, es importante llevar un estilo de vida saludable para minimizar el riesgo de desarrollar esta afección. Esto incluye:

  • Seguir una dieta saludable.
  • Hacer ejercicio regularmente.
  • Evitar el consumo de alcohol y cafeína.
  • Tratar de reducir el nivel de estrés.

Qué hacer si crees que tú o alguien cercano está teniendo una TV

Cuando esto ocurre es importante tomar algunas medidas para reducir el riesgo de complicaciones. Uno de los primeros pasos es realizar una evaluación para determinar si la taquicardia ventricular está presente. Para hacer esto, es importante que la persona determine los síntomas que está experimentando y busque una evaluación médica. Algunos signos comunes de taquicardia ventilar incluyen latidos cardíacos irregulares, dificultad para respirar o sensación de mareo o desvanecimiento.

Si se sospecha que una persona tiene una TV se debe llamar a una ambulancia inmediatamente, para tratarla lo antes posible. Esto a menudo requiere la administración de un medicamento específico, así como la aplicación de un shock eléctrico al corazón para desfibrilar al paciente. Si estos tratamientos no resultan exitosos, podría ser necesaria una cirugía de corazón.

El objetivo es detener los latidos cardíacos irregulares de forma rápida y segura. Es importante tener en cuenta que, si bien muchas veces la TV es tratable y curable, también puede estar causada por muchas otras enfermedades cardíacas subyacentes. Por lo tanto, se recomienda hacer una revisión médica completa para descartar cualquier otra condición que pueda estar causando los latidos cardiacos irregulares.

¿Se puede conducir durante una taquicardia ventricular?

Aunque los síntomas pueden ser leves y no afectar la capacidad para conducir un vehículo, existen circunstancias en las que puede interferir significativamente. Una taquicardia ventricular puede provocar una serie de manifestaciones desagradables como desmayos, mareos, palpitaciones en el pecho y sudores fríos.

Cuando alguien siente alguno de estos síntomas mientras está conduciendo, debe parar de inmediato y buscar atención médica adecuada. También es importante que quienes sufren esta afección sean evaluados por un médico, porque puede constituir una gran amenaza para la seguridad debido al aumento en la fatiga, la presión arterial y la disminución de la concentración y la coordinación.

Debido a estos factores, el cardiólogo puede recomendar un descanso del volante extendido para evitar un accidente.

En conclusión, la taquicardia ventricular es una afección grave que puede tener consecuencias fatales si no se trata adecuadamente. Es importante que los pacientes con TV sean evaluados por un cardiólogo para determinar el mejor tratamiento. Si se detecta y trata a tiempo, los pacientes pueden disfrutar de una vida saludable.

Si crees que puedes tener taquicardia ventricular te recomendamos que acudas al cardiólogo para que realice un seguimiento de tu caso. En SaludOnNet puedes comprar una consulta con cardiología desde 26 euros. Elige entre más de 4000 clínicas y hospitales de toda España.

Cómo reconocer y tratar la fibrilación ventricular

¿Qué es la Fibrilación Ventricular? La Fibrilación Ventricular (FV) es una de las arritmias más graves. Se produce cuando el corazón pierde su ritmo normal y comienza a latir de forma anormal y rápida. Los ventrículos se contraen de forma descoordinada y dejan de tener la fuerza necesaria para bombear la sangre.

Esta afección no suele ser permanente, pero puede provocar muerte súbita o graves problemas en el corazón si no se trata de manera adecuada. Se considera una arritmia maligna porque la actividad eléctrica en el corazón es tan inestable que el corazón no bombea de manera eficaz la sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. 

Causas de la FV 

Una de las principales causas de fibrilación ventricular es la enfermedad coronaria. Se produce cuando las arterias coronarias, encargadas de abastecer al músculo del corazón, se endurecen y se estrechan debido a la acumulación de una capa de placa en su interior. Esto limita el flujo sanguíneo al corazón e interfiere con la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente.

La hipertensión también puede ser una causa. La presión arterial alta puede provocar estrés en el corazón, lo que lleva a una forma anormal del latido del corazón y reduce el suministro de oxígeno al corazón. Si la presión arterial no es controlada de forma adecuada, el corazón puede sufrir daños a largo plazo, aumentando el riesgo. 

Otras causas incluyen el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, los traumatismos torácicos, el sobrepeso, la herencia genética y algunos medicamentos (algunos antidepresivos y fármacos para la ansiedad). 

Estos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta enfermedad y necesitarán un tratamiento adecuado para reducir el riesgo de desarrollar la afección.

Tipos de fibrilación ventricular

Esta afección puede tener varios tipos, cada uno con sus propias características y consecuencias.

  • Paroxística. Es el tipo más común e implica un ritmo irregular que comienza y se detiene con el tiempo, lo que hace que los latidos cardíacos sean muy rápidos. Esto significa que el corazón no puede bombear la cantidad normal de sangre al cuerpo, lo que puede provocar síntomas como fatiga, dificultad para respirar y desmayo. En el peor de los casos, la fibrilación ventricular paroxística no tratada puede llevar a un paro cardíaco. 
  • Torsades de pointes. Es una afección grave en la que se producen latidos cardíacos irregulares que cambian de frecuencia y amplitud. Esta forma es relativamente rara y si no se trata, puede causar un paro cardíaco. 
  • Sostenida o continuada. Es una afección poco común que dura más de 30 segundos antes de detenerse por sí sola. Si no se trata, puede causar un paro cardíaco letal. 
  • Con pulsos. Está relacionada con la paroxística, pero implica un ritmo cardíaco más regular. Si no se trata, también puede provocar un paro cardíaco.

Síntomas de fibrilación ventricular

Los síntomas pueden ser repentinos y graves. Es importante estar alerta a las señales para actuar con rapidez y obtener el tratamiento médico adecuado. Los síntomas comprenden, entre otros: 

  • Palpitaciones.
  • Dificultad para respirar.
  • Mareos. 
  • Debilidad y desmayos. 
  • Fatiga.
  • Sensación de desvanecimiento.
  • Dolor en el pecho. 

Algunas personas pueden tener síntomas menos graves como latidos cardíacos acelerados, sensación de ahogo o desorientación. A veces, los síntomas no se presentan, sobre todo cuando el problema se manifiesta brevemente. 

Diferencia entre fibrilación auricular y ventricular

Fibrilación auricular (FA) y fibrilación ventricular (FV) son dos arritmias cardíacas causadas por la pérdida de la coordinación eléctrica en el corazón que a menudo se confunden entre sí. No obstante, presentan algunas diferencias en cuanto a cómo se manifiestan y cómo afectan al organismo. Las principales son: 

  • Velocidad del latido del corazón. La FA a menudo causa un ritmo rápido y desorganizado, mientras que la FV causa un ritmo lento y constante. Esto puede ser muy peligroso, ya que no hay suficiente tiempo para una distribución adecuada del oxígeno. Esto significa que los órganos no reciben suficiente sangre para llevar a cabo sus funciones adecuadamente. Debido a que la FV es una forma más peligrosa de arritmia cardíaca, a menudo se requiere un tratamiento de emergencia. 
  • Síntomas. La FA se caracteriza por palpitaciones, a veces mareos y debilidad. Los síntomas de la FV se asocian con insuficiencia cardíaca congestiva, síncope parcial y dolor torácico. 
  • Complicaciones. Estas dos arritmias también pueden conducir a diferentes complicaciones. Por ejemplo, los coágulos sanguíneos y los derrames cerebrales son mucho más comunes con la FA que con la FV. 
  • Tratamiento. Tanto FA como FV pueden ser tratadas con medicamentos, cirugía o terapia eléctrica. Los fármacos para tratar las arritmias cardíacas a menudo pueden ayudar a controlar la frecuencia cardíaca y prevenir complicaciones. Si los medicamentos no funcionan, se puede recurrir a la radiofrecuencia, ablación por catéter o cardioversión eléctrica para controlar el ritmo cardíaco. 

En conclusión, la FA puede provocar una frecuencia cardíaca rápida y desorganizada, mientras que la FV causa un ritmo cardíaco más lento y constante. Además, los síntomas y complicaciones asociadas con ellas son diferentes. Por último, el tratamiento puede variar dependiendo del tipo de arritmia.

Diferencia entre taquicardia ventricular y fibrilación ventricular

La TV y la Fibrilación ventricular son dos condiciones cardíacas que pueden ser graves y potencialmente mortales. Es importante entender qué las distingue para saber cómo el cuerpo responde a los problemas cardiacos. 

La diferencia principal entre taquicardia ventricular y fibrilación ventricular es que la primera se trata como una anomalía eléctrica en el corazón, que causa latidos cardíacos rápidos, mientras que la segunda se trata como una arritmia cardíaca no controlada, que interfiere con el ritmo cardíaco normal. Los tratamientos para ambas condiciones pueden incluir medicación, cardioversión eléctrica y cirugía. 

Estas dos arritmias cardíacas pueden ser graves y requieren tratamiento rápido. Comprender su diferencia es crucial para detectar y tratar estos problemas cardíacos.

La fibrilación ventricular también es diferente a la taquicardia supraventricular, que normalmente no es grave, pero puede generar algunos síntomas desagradables y requerir un tratamiento.

Diagnóstico de la Fibrilación Ventricular

Se debe acudir al médico si se sospecha de una fibrilación ventricular, ya que su prevención y tratamiento pueden evitar la muerte súbita y el riesgo de enfermedades cardíacas a largo plazo. Para diagnosticar esta afección el especialista realiza una evaluación física, pruebas de laboratorio y un electrocardiograma para medir la actividad eléctrica del corazón. Los resultados del ECG se utilizan para determinar si se ha producido un episodio de arritmia de este tipo.

Otras pruebas en el diagnóstico de la FV son el ecocardiograma y el TAC cardiovascular. Estos exámenes ayudan a identificar el patrón de latidos anormales en el corazón y facilitan que los médicos tomen decisiones sobre el tratamiento, que puede incluir el uso de fármacos para controlar la arritmia, el aislamiento eléctrico del corazón o la ablación cardíaca. 

El diagnóstico temprano de la fibrilación ventricular es clave para prevenir una enfermedad grave. Si se detectan los factores de riesgo y se realizan pruebas, los médicos pueden identificar y tratar la arritmia con rapidez. De igual forma, si se sigue el tratamiento recomendado por el médico y se controlan los factores de riesgo, los pacientes pueden minimizar el riesgo de desarrollar complicaciones.

Tratamiento de la Fibrilación Ventricular

El tratamiento de la fibrilación ventricular ha mejorado en los últimos años y las opciones actuales están orientadas hacia las necesidades de los pacientes individuales. Ahora se dispone de una amplia gama de terapias médicas, diseñadas para ayudar a en la recuperación y a prevenir la muerte súbita. Si la FV es diagnosticada y tratada con diligencia, la recuperación puede ser total.

Los médicos examinan a los pacientes para determinar qué estrategia seguir. Los principales tratamientos son: 

  • Medicamentos antiarrítmicos. Se usan para evitar la recurrencia. Incluyen fármacos antiarrítmicos clase I, medicamentos ionizantes, beta-bloqueantes, antagonistas de los canales de calcio y medicación para el tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva (IAC).
  • Dispositivos cardíacos. Aparatos como los marcapasos biventriculares, desfibriladores automáticos externos (DAE) y dispositivos para estimular el corazón durante los cambios bruscos en el ritmo cardíaco. Se implantan durante una cirugía cardíaca con pocas complicaciones y ofrecen protección contra la fibrilación ventricular.
  • Cambios en el estilo de vida. Incluye reducir el estrés, evitar la cafeína y la nicotina, comer una dieta saludable, hacer deporte con regularidad y moderar el uso del alcohol. Con estos cambios también se ayuda en el manejo de otros factores de riesgo como hipertensión arterial, diabetes y obesidad.
  • Cirugía. Se usa en los casos en los que los pacientes con fibrilación ventricular no responden a los tratamientos tradicionales. Una de las cirugías consiste en la realización de una ablación cardíaca. Esta operación implica la destrucción de regiones específicas del tejido cardíaco para intentar frenar la actividad eléctrica anormal. Otras opciones incluyen un desfibrilador cardíaco implantable (ICD), la abertura quirúrgica transcatéter (TOM) o la ablación con radiofrecuencia.

Con las terapias médicas, los dispositivos implantables, los cambios en el estilo de vida y la cirugía, los pacientes ahora tienen mejores probabilidades de controlar su patología y prevenir la muerte súbita.

El tratamiento de emergencia incluye una descarga eléctrica (desfibrilación) para restaurar el ritmo normal del corazón y medicamentos para estabilizar el ritmo cardíaco. También se recomienda el uso de respiración boca a boca y masaje cardíaco externo (RCP). 

Prevención de FV 

La fibrilación ventricular es una arritmia que puede ser letal, especialmente si no se trata de inmediato. La prevención es importante para evitar estos problemas de salud graves. El cuidado general del corazón y la circulación sanguínea es la mejor forma de prevenir esta enfermedad.

Algunas formas de prevenirla son: 

  • Mantener una dieta saludable. Se debe limitar el consumo de grasas saturadas y comida basura y optar por alimentos nutritivos tales como frutas y verduras o grasas saludables como el aceite de oliva, que pueden contribuir positivamente a la salud cardíaca. 
  • Realizar ejercicio. Hacer deporte durante 45 a 60 minutos al día, por lo menos tres días a la semana, es un punto de partida ideal para la prevención de esta arritmia. 
  • Controles médicos regulares. Es importante visitar al médico de cabecera regularmente. Esto le permitirá garantizar que el corazón y la presión arterial se encuentren saludables. 
  • Manejo de estrés. El estrés y la ansiedad son factores desencadenantes comunes. Es bueno utilizar técnicas de reducción de estrés como meditación, yoga y relajación, para tomar el control de la salud. 

Mantener los niveles de presión arterial controlados, limitar los factores de riesgo relacionados con el tabaquismo, y realizar ejercicio regularmente son algunas de las mejores maneras de prevenir esta afección.

Si tienes algún síntoma de FV, debes consultar a un médico de inmediato para recibir el tratamiento adecuado. En SaludOnNet puedes comprar una consulta con un cardiólogo desde 26 euros, sin esperas y a precios muy ajustados.

Taquicardia Supraventricular: qué es, síntomas, tratamientos y complicaciones

¿Qué es la taquicardia supraventricular (TSV)?

Es un tipo de arritmia, un trastorno cardíaco que afecta el ritmo normal del corazón, generando una frecuencia cardíaca mayor a los 100 latidos por minuto. Esto se debe a contracciones cardíacas anormales que se producen en la parte superior del corazón, ya sea en la aurícula o el ventrículo. Si se mantiene por un período prolongado, puede causar problemas como presión arterial alta, insuficiencia cardíaca congestiva, arritmia grave y, en casos extremos, puede ser fatal.

Este trastorno puede afectar a personas de todas las edades, pero es más común en adultos y niños mayores de 10 años. Puede tener múltiples facetas, variando en su severidad: puede ser leve o presentar complicaciones graves. A menudo, los episodios pueden manifestarse de forma repentina o desaparecer de forma espontánea. Cuando la frecuencia cardíaca supera los 180 latidos por minuto puede ser potencialmente grave

La TSV es un tipo de taquicardia, un trastorno del ritmo cardíaco en el que el corazón late más rápido de lo normal. En el lado opuesto se encuentran las bradicardias, que se producen cuando el ritmo cardíaco es anormalmente lento, por debajo de 60 latidos por minuto.

Tipos de taquicardia supraventricular

Este trastorno cardíaco se divide principalmente en dos formas:

  • Taquicardia supraventricular paroxística (TSPV). Se caracteriza por episodios de taquicardia transitoria y autolimitante en la que la frecuencia cardíaca es alta, pero la arritmia puede desaparecer por sí sola en algunos minutos.
  • Taquicardia supraventricular persistente (TSP). Es una forma crónica de taquicardia, que requiere que el paciente sea tratado con medicamentos para controlar la patología.

Síntomas de taquicardia supraventricular

Los síntomas de la TSV varían en gravedad, pero generalmente incluyen: 

  • Palpitaciones o latidos cardíacos más rápidos de lo normal. 
  • Fatiga. 
  • Desmayos. 
  • Mareos. 
  • Desorientación. 
  • Sensación de opresión torácica. 

Aproximadamente un tercio de las personas diagnosticadas con TSV experimenta episodios recurrentes. Si son sostenidos y severos, se puede recomendar un tratamiento con medicamentos y, en algunos casos, una intervención quirúrgica. Aunque con frecuencia se puede aliviar la sintomatología, en la mayoría de los casos, no se encuentra la causa subyacente. Por esta razón, es importante que aquellos con TSV consulten con un cardiólogo para encontrar formas de controlar sus síntomas.

Taquicardia supraventricular en niños

Los niños con TSV pueden experimentar síntomas similares a los de los adultos, tales como mareos, dolor torácico, palpitaciones y fatiga, aunque esta afección no es tan común en niños. El manejo de los niños es similar al de los adultos y puede abarcar desde: 

  • Cambios en el estilo de vida. 
  • Aumento del descanso. 
  • Evitar los factores desencadenantes. 
  • Uso de medicamentos. 
  • Procedimientos quirúrgicos. 

Causas de taquicardia supraventricular

En algunos casos, se desconocen las causas de la taquicardia supraventricular, pero las más frecuentes son: 

  • Enfermedad o disfunción cardíaca. 
  • Alimentación desequilibrada. 
  • Estrés. 
  • Alcoholismo. 
  • Abuso de sustancias. 
  • Enfermedad pulmonar crónica. 
  • Presión arterial alta
  • Uso de fármacos inapropiados. 
  • Enfermedades del sistema inmunológico. 

Algunas de estas causas se pueden prevenir o tratar, mientras que otras son difíciles de tratar con éxito. Es importante identificar los factores de riesgo y estar alerta a los síntomas para reducir el riesgo de desarrollar TSV.

Diagnóstico de la Taquicardia Supraventricular

El diagnóstico de la TSV abarca una variedad de pruebas para ayudar a los médicos a determinar si una persona está experimentando este tipo de arritmia. Esta afección es común y a menudo se puede controlar con medicamentos, cambios en el estilo de vida y, en casos graves, un procedimiento de ablación. 

Para un diagnóstico preciso, los médicos a veces requieren una combinación de pruebas de diagnóstico tales como: 

  • Mediciones de la frecuencia cardíaca. Pueden ayudar a determinar si un paciente está experimentando un ritmo supraventricular anormalmente rápido. Se realizan generalmente con un dispositivo especial llamado Holter, que se lleva durante un período de 24 horas. En este tiempo, el dispositivo mide la frecuencia cardíaca del paciente durante un día entero y luego lo transfiere a un ordenador para un análisis detallado.
  • Ecocardiogramas. Importante herramienta diagnóstica, este examen puede ayudar a los médicos a evaluar el tamaño, el espesor, la función y la localización del corazón.
  • Radiografías de tórax
  • Mediciones de electrolitos (gammagrafías).  
  • Electrocardiogramas
  • Pruebas de esfuerzo
  • Ecocardiogramas transcraneales

Los resultados de estas pruebas de diagnóstico ayudan a los médicos a determinar el tratamiento correcto para cada paciente individual. 

Taquicardia supraventricular: tratamiento

El tratamiento de la taquicardia supraventricular depende de la causa subyacente, la gravedad de la enfermedad y los síntomas del paciente. Muchos episodios de TSV pueden desaparecer espontáneamente sin tratamiento. Pero los más duraderos pueden requerir medicamentos para ralentizar el ritmo cardíaco, así como estrategias de autocuidado y cambios de estilo de vida

La radiofrecuencia es una alternativa a los medicamentos para esta afección, un tratamiento que usa calor controlado para interrumpir los circuitos eléctricos del corazón y reestablecer un ritmo cardíaco regular. 

La ablación con catéter también se puede usar, pero solo en situaciones en las que no se han conseguido los resultados deseados con medicamentos o para prevenir futuros episodios. 

Los tratamientos más habituales son: 

  • Medicamentos para el control cardíaco. 
  • Fármacos para aumentar la resistencia del corazón. 
  • Un dispositivo de regresión rítmica. 
  • Ablación cardíaca. 
  • Tratamiento con un desfibrilador de choque. 
  • Cardioversión eléctrica. 

El objetivo de estos tratamientos es reducir el número y la duración de los episodios, mejorar los síntomas asociados a la taquicardia y prevenir complicaciones asociadas con TSV. 

Taquicardia supraventricular: complicaciones

La TSV puede ser causa de complicaciones si no se controla. Existe una variedad de problemas que se asocian, incluyendo: 

Prevención de la TSV

Es importante que los pacientes con TSV reciban consejo médico para prevenir complicaciones potencialmente mortales. Además, se deben evitar los factores desencadenantes y tomar las siguientes medidas para prevenir y controlar la taquicardia supraventricular: 

  • Controlar el peso. 
  • Rebajar el estrés. 
  • Aumentar el ejercicio regularmente. 
  • Mantener un estilo de vida saludable. 
  • Llevar una nutrición adecuada. 
  • Limitar el consumo de alcohol y de café. 
  • Tratar la hipertensión arterial (si es necesario). 

No se recomienda  automedicarse, debido al riesgo de efectos secundarios y complicaciones.

Si los pacientes tienen problemas para controlar la taquicardia con estas medidas, entonces también pueden tomar medicamentos o recibir tratamiento con dispositivos especializados. Aunque el tratamiento de la taquicardia supraventricular y sus complicaciones puede resultar muy difícil, se deben buscar opciones de tratamiento adecuadas para lograr un ritmo cardíaco saludable. El cardiólogo puede ayudar al paciente a entender mejor el proceso general de recuperación y a identificar formas específicas de prevención para reducir el riesgo de complicaciones. 

Cómo diferenciar la taquicardia supraventricular de la taquicardia ventricular

La taquicardia ventricular se caracteriza por un ritmo aritmético grave, muy rápido y originado en la parte inferior del corazón. Se asocia con una grave disfunción en el mecanismo de control cardíaco, lo cual a menudo es potencialmente mortal, por lo que se trata de una urgencia médica. 

Puede producir síntomas mucho más intensos que los provocados por la TSV, y presentarse en formas muy variadas, desde leves, pasando por moderadas, hasta graves. Entre los síntomas más comunes se incluyen la sensación de latidos cardíacos acelerados o palpitaciones, debilidad, mareo, sudoración, presión arterial baja, disnea (falta de aire) y dolor en el pecho. La taquicardia supraventricular, por su parte, a menudo se presenta durante la noche, cuando el cuerpo está en un estado más relajado y la tensión muscular es menor. Los síntomas son similares a los de la taquicardia ventricular, pero la TSV se debe a la actividad eléctrica anormal en la parte superior del corazón, en lugar de la parte inferior como sucede con la taquicardia ventricular.

Si crees que puedes tener una taquicardia supraventricular te recomendamos que acudas al cardiólogo. En SaludOnNet contamos con especialistas preparados para realizar un diagnóstico fiable y poner tratamiento cuanto antes. Puedes comprar una consulta de cardiología desde 26 euros. Elige entre más de 4.000 clínicas y hospitales de toda España, y ahórrate las listas de espera, aunque no tengas seguro médico.

Fibrilación auricular, la arritmia más frecuente

La Fibrilación auricular (FA), es la arritmia cardíaca más común en adultos de entre 18 y 65 años y se caracteriza por un ritmo cardíaco anormal que provoca que los impulsos eléctricos sean desorganizados y múltiples. Esto impide que el músculo cardíaco se contraiga de forma eficaz. La FA puede causar dificultades respiratorias, debilitamiento del estado general, disminución en la calidad de vida, accidentes cerebrovasculares (ictus), e incluso un mayor riesgo de muerte (infarto).

Se presenta cuando el corazón se dispara rápidamente a velocidades de 400 a 600 latidos por minuto, lo que provoca que el ritmo sea desordenado y caótico. Esto a su vez impide al corazón llenarse correctamente con sangre oxigenada, lo que provoca una disminución en la cantidad de sangre que puede bombear alrededor del cuerpo. Además, puede aumentar el riesgo de coágulos u otra enfermedad vascular.

La Fibrilación auricular afecta aproximadamente al 2,7% de la población mundial. Puede provocar síntomas como palpitaciones, debilidad, cansancio y desmayos. Es un tipo de taquiarritmia, en la que la frecuencia cardiaca está por encima de 100 ppm, a diferencia de las bradiarritmias, como la bradicardia sinusal, en las que el ritmo cardíaco está por debajo de 60 ppm.

Causas de fibrilación auricular

La Fibrilación auricular puede ser breve o durar mucho tiempo, incluso años. Esta condición puede ser una amenaza para la salud y provocar desde una sensación de opresión en el pecho hasta un ataque al corazón. Las principales causas son:

  • Trastornos estructurales del corazón. Enfermedades cardíacas como defectos congénitos del corazón o inflamación de la válvula mitral.
  • Factores eléctricos del corazón. Cuando se producen interrupciones eléctricas en el corazón es fácil desarrollar una FA. Esto sucede cuando el impulso eléctrico recorre el corazón en patrones anormales.
  • Daño al Corazón. Al tener un ataque cardíaco, se crean cicatrices en el músculo que pueden desencadenar la fibrilación auricular. Además, contribuye el uso a largo plazo de medicamentos para la arritmia y la exposición a tóxicos.
  • Desórdenes tiroideos. Si el tiroides no está funcionando correctamente, hay una mayor probabilidad de desarrollar FA. El tratamiento con medicamentos para la tiroides puede ayudar a aliviar el problema.
  • Alcohol y Estrés. Estos factores también contribuyen al desarrollo de irregularidades en la frecuencia cardíaca.

Diferencia entre la Fibrilación auricular y las demás arritmias

La Fibrilación Auricular se diferencia de las demás arritmias por su causa. Mientras que las arritmias como la taquicardia supraventricular y la taquicardia ventricular son la acumulación de impulsos eléctricos desde alguna parte en el sistema eléctrico del corazón, la fibrilación auricular no proviene de un solo origen. En vez de eso, se genera desde varios focos ubicados en toda la superficie auricular e incluso en las paredes de las venas pulmonares. Esto causa una actividad eléctrica caótica en la aurícula que a su vez provoca una contracción del músculo cardíaco ineficiente.

Es importante destacar que esta arritmia es mucho más perjudicial y presenta un mayor riesgo que otras arritmias cardíacas (por ejemplo, de padecer accidentes cerebrovasculares). Además, puede ser consecuencia de otras enfermedades cardíacas, incluso problemas con el corazón o con los vasos sanguíneos.

Síntomas de fibrilación auricular

Es importante conocer los síntomas, para poder tratarla adecuadamente y prevenir más complicaciones. Los síntomas de la Fibrilación auricular pueden variar según la persona. Los más frecuentes son:

  • Latido irregular, que puede sentirse en el pecho. Los pacientes notan que el corazón palpita con fuerza o a mucha velocidad. Se siente como si la persona estuviera teniendo una crisis, pero en la mayoría de los casos, los síntomas son leves.
  • Sensación de cansancio.
  • Aturdimiento.
  • Falta de aliento.
  • Palpitaciones.  
  • Dolor en el pecho.
  • Debilidad en el cuerpo.
  • Mareos.
  • Dificultad para respirar.

Otros síntomas pueden ser causados ​​por comorbilidades relacionadas con la fibrilación auricular o complicaciones secundarias. Estos incluyen fatiga excesiva, insuficiencia cardíaca, deterioro de la función cognitiva, accidente cerebrovascular y/o embolia pulmonar.

En casos más graves, cuando el paciente experimenta un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, pone en peligro su vida si no es tratado a tiempo.

Tipos de fibrilación auricular

Existen diferentes tipos de FA, cada una con sus características, causas y síntomas.

  • Fibrilación auricular paroxística persistente (FAP). Es el tipo más común y una de las arritmias más peligrosas. Comienza de forma repentina y generalmente se detiene sin tratamiento, pero también puede durar varias semanas o incluso meses. Los síntomas asociados con la FAP pueden variar desde una leve sensación de latidos irregulares del corazón hasta una presión profunda en el pecho. Esta forma de arritmia también puede aumentar el riesgo de ataque al corazón en algunos casos, y es importante que los pacientes que la padezcan reciban un tratamiento adecuado.
  • Fibrilación auricular Recurrente (FR).  Es menos persistente y los episodios suelen durar menos de una semana. Los síntomas más comunes asociados con la FR son la palpitación y la sensación de latidos irregulares del corazón. Esta también se puede asociar con fatiga y sed, así como algunos otros síntomas.
  • Fibrilación Auricular Atrial (FAA). Es una forma crónica y estable de arritmia mucho menos común que la FAP y la FR. Generalmente no produce síntomas, pero algunos pacientes pueden sentir palpitaciones o latidos irregulares.

Factores de riesgo de la Fibrilación Auricular

Investigaciones recientes han descubierto una amplia variedad de factores de riesgo relacionados con la FA. Existen cuatro factores principales de riesgo. Son:

  • Enfermedad cardiaca. Los pacientes diagnosticados con enfermedades cardíacas estructurales, tales como una enfermedad valvular, hipertensión pulmonar, hipertrofia ventricular izquierda o un antecedente de eventos cardíacos, como un infarto de miocardio o una angina inestable, casi siempre tienen un riesgo aumentado de FA. La enfermedad coronaria parece estar más fuertemente asociada con la FA, con un mayor riesgo en pacientes con insuficiencia cardiaca congestiva. Además, la FA se observa más a menudo en pacientes con miocardiopatía dilatada y con defecto de septum ventricular.
  • Hipertensión. Puede variar desde una presión arterial ligeramente elevada hasta hipertensión grave. Se ha visto que hay mayor presión arterial diastólica en pacientes con FA, lo que sugiere una relación entre ellos. También una elevada presión arterial sistólica se ha asociado con eventos cardíacos y accidentes cerebrovasculares en pacientes con FA.
  • Diabetes. Los pacientes con diabetes tienen un riesgo aproximadamente 3 veces mayor de desarrollar FA que aquellos sin la enfermedad. La razón de esta asociación no se conoce con exactitud, pero el control deficiente de la glucemia a largo plazo se ha vinculado como un posible factor contribuyente.
  • Estilo de vida. Factores como la dieta, el ejercicio y el consumo de tabaco están asociados con la FA. Asimismo, el uso prolongado de determinadas medicaciones, como medicamentos antiarrítmicos y fármacos para el corazón, también se ha relacionado con un mayor riesgo.

Cómo se diagnostica la fibrilación auricular

Para diagnosticar la fibrilación auricular, el médico utiliza varios métodos, incluyendo historia clínica, examen físico, electrocardiograma, ecocardiograma y pruebas de sangre. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como un EEG, resonancia magnética o un holter. En algunos casos puede indicar una prueba de esfuerzo o ergometría.

Tratamiento de la fibrilación auricular

El tratamiento de la fibrilación auricular (FA) es difícil. A veces los medicamentos son suficientes para controlar los síntomas y prevenir que el ritmo cardíaco se vuelva irregular. Otras veces se requiere una intervención quirúrgica, como la ablación por catéter, para obtener un control óptimo de la frecuencia cardíaca.

El enfoque para el tratamiento de la FA depende de la presencia de síntomas, el tipo de arritmia, y la gravedad de cualquier condición cardíaca subyacente concomitante.

Así, los medicamentos antiarrítmicos son el tratamiento principal. Estos pueden aumentar el control sobre el ritmo cardiaco y prevenir episodios recurrentes. Se usan para bajar la frecuencia cardíaca, prevenir la formación de coágulos de sangre y reducir los episodios de arritmia. Los medicamentos utilizados incluyen betabloqueantes, digitálicos, antiarrítmicos y anticoagulantes.

El segundo tratamiento es la ablación por catéter. Esta técnica consiste en insertar un dispositivo de radiofrecuencia en el corazón del paciente para eliminar áreas anormales del tejido responsables de la FA. A través de la ablación por catéter, se puede restaurar el ritmo cardíaco normal en la mayoría de los pacientes.

En los casos graves, la fibrilación auricular se trata con cirugía de corazón con un dispositivo de marcapasos implantable. Esto se usa para restaurar el ritmo cardíaco normal y mejorar la función cardíaca. Este dispositivo monitorea el ritmo cardíaco y envía impulsos eléctricos para contrarrestar los episodios de arritmia.

El éxito del tratamiento depende en gran medida del control de los medicamentos que se usan, los procedimientos quirúrgicos que se realizan, y el estilo de vida que lleva a cabo el paciente. Los pacientes con FA deben evitar el alcohol, el tabaco, y cualquier otro factor que pueda conducir a un mayor riesgo de episodios arritmias. Además, también deben controlar los niveles de estrés para ayudar a prevenir nuevos episodios.

Complicaciones de la Fibrilación Auricular

Aunque los síntomas de la Fibrilación Auricular pueden ser leves o ausentes, en algunos casos pueden ser graves o incluso fatales. Las principales complicaciones de esta arritmia son:

  • Falta de oxígeno en ciertas partes del cuerpo. Esto, a menudo, puede ser potencialmente mortal, ya que el tejido cerebral puede resultar dañado. Además, la falta de oxígeno también puede provocar un ataque al corazón u otros órganos, como el hígado y los riñones.
  • Aumenta el riesgo de desarrollar un accidente cerebrovascular. Esto sucede cuando un coágulo de sangre viaja a través de la circulación y se detiene en una de las arterias, bloqueando el flujo sanguíneo al cerebro. Cuando ocurre, el área del cerebro privada de oxígeno comienza a morir, lo que se traduce en parálisis, habla incoherente o, en los casos más graves, la muerte.
  • Embolia pulmonar. Puede estar provocada cuando un coágulo formado durante la FA viaja a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones. Esto puede causar grave dificultad para respirar y, en algunos casos, la muerte.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva. Se produce cuando el corazón ya no es capaz de bombear la cantidad suficiente de sangre a los órganos corporales. Esto puede provocar disminución en el flujo sanguíneo, fatiga, aumento de la presión arterial y dificultad para respirar, entre otros síntomas.

Prevención de la FA

La Fibrilación Auricular puede ser un trastorno crónico desalentador, pero hay muchas medidas que se pueden tomar para prevenirlo o controlarlo. Se puede controlar con medicamentos, pero un buen cuidado de la salud también puede ayudar a prevenir o reducir la frecuencia y severidad de los episodios.

Uno de los principales factores que contribuyen a la fibrilación auricular son los desequilibrios de sal y de electrolito del cuerpo, particularmente los relacionados con el potasio y el magnesio. Controlar su dieta y suprimir el consumo de sodio puede ayudar a prevenir y controlar los episodios de FA. Una dieta baja en sal que contiene principalmente alimentos ricos en potasio, magnesio y calcio es importante para mantener sus electrolitos en balance. Si experimenta fatiga, palpitaciones o presión arterial baja, esto puede ser un signo de desequilibrio de los electrolitos, y debe consultar a un cardiólogo.

También es aconsejable evitar el estrés y la ansiedad. Las actividades relajantes como la lectura, el yoga, la meditación, la respiración profunda o simplemente salir a pasear pueden ayudar a relajarse y reducir el estrés.

Los cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a prevenir la FA. Evitar el consumo de alcohol, el tabaco y las drogas puede reducir la frecuencia de los episodios. También es importante mantener un peso saludable y realizar al menos 30 minutos de actividad física aeróbica al día. Esto mejorará la salud cardiovascular y ayudará a controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.

Fibrilación auricular: ¿Cuál es la esperanza de vida?

Un estudio de la Universidad McMaster ha indicado que la esperanza de vida promedio de una persona con fibrilación auricular se reduce alrededor de 10 años. Según se pone de manifiesto, las mujeres presentan una mayor reducción en la esperanza de vida que los hombres. El tratamiento es un factor importante cuando se trata de incrementar la esperanza de vida, así como el cambio en el estilo de vida para reducir el riesgo de complicaciones. Esto puede incluir mantener una dieta saludable equilibrada, desarrollar un programa de ejercicio adecuado, mantener un peso saludable y disminuir el consumo de alcohol.

Un buen control médico y el compromiso por seguir un estilo de vida saludable es importante para mejorar su calidad de vida y prolongar la esperanza de vida, por lo que es complicado saber cuántos años se puede vivir con fibrilación auricular.

La fibrilación auricular es una enfermedad seria y que debe tratarse con urgencia. Si piensas que puedes tener esta arritmia, debes acudir al médico lo antes posible para recibir un diagnóstico apropiado y un tratamiento adecuado. En SaludOnNet contamos con cardiólogos especializados en este tipo de arritmias. Puedes comprar una consulta con un cardiólogo desde 26 euros; te ayudará a saber si tienes esta patología y te informará de su tratamiento.

Qué es una arritmia cardíaca: síntomas, causas y tratamiento

Una arritmia cardíaca es un trastorno de la frecuencia cardíaca que se caracteriza por una variación en el ritmo normal del corazón. ¿Qué produce una arritmia cardíaca? Puede estar causada por una variedad de factores, desde una enfermedad cardíaca subyacente hasta una lesión en el corazón.

Las arritmias cardíacas afectan a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, cerca de 17 millones de personas en todo el mundo sufren de arritmias cardíacas. Esto incluye aproximadamente el 5% de la población mundial.

Aunque no es lo habitual si se trata a tiempo, se puede morir de una arritmia cardíaca. Es una afección grave, que cambia el flujo de sangre al corazón y a otros órganos. Aunque es más frecuente que se produzca en ancianos, también son habituales en personas más jóvenes y deportistas.

Síntomas de una arritmia cardíaca

Los síntomas de la arritmia cardíaca pueden variar desde leves a graves, dependiendo de la causa, la gravedad de la arritmia y los síntomas. Además, pueden durar desde unos segundos hasta varias horas.

Síntomas leves 

Una vez establecido qué es una arritmia cardíaca, necesitamos saber cómo reconocerla. Los principales síntomas de una arritmia cardíaca son: 

  • Palpitaciones. Sensación de latidos acelerados o irregulares en el pecho. Puede estar producida por una variedad de factores como el estrés, el ejercicio intenso, el consumo excesivo de cafeína, los medicamentos o la ansiedad.
  • Falta de aliento. También conocida como disnea, es una sensación de falta de aire o de dificultad para respirar. Puede ser un síntoma de una variedad de afecciones médicas, desde una infección respiratoria hasta una enfermedad cardíaca. 
  • Mareos. Efecto de inestabilidad o desequilibrio. Pueden aparecer por una variedad de factores como la deshidratación, la fatiga, el estrés, los cambios en la presión arterial, los medicamentos, los trastornos del oído interno, del equilibrio o del sistema nervioso, entre otros.
  • Fatiga. Sensación de cansancio y agotamiento físico y mental que se presenta como resultado de un esfuerzo excesivo o prolongado.
  • Dolor en el pecho. Puede variar desde una sensación de presión o apretón hasta un dolor punzante o ardor. El dolor puede ser constante o intermitente, y puede ser leve o intenso. El dolor en el pecho también puede irradiarse hacia el cuello, la mandíbula, los brazos y la espalda.

Síntomas graves

Cuando aparecen los siguientes síntomas, se habla de síntomas graves:

  • Desmayos. Son pérdidas temporales de la consciencia, también conocidos como síncopes. Pueden ocurrir cuando el flujo de sangre al cerebro se ve interrumpido, lo que provoca una disminución de oxígeno en el cerebro. 
  • Convulsiones. Son episodios repentinos de actividad eléctrica anormal en el cerebro que pueden causar una serie de síntomas, como movimientos involuntarios, pérdida de conciencia, rigidez muscular, cambios en la respiración y la presión arterial, y cambios en el estado mental.
  • Presión arterial baja. Es una condición en la que la presión arterial sistólica (la presión arterial más alta) es menor de 90 mmHg. Esto significa que el corazón no está bombeando sangre con suficiente fuerza para llevar la sangre a todas las partes del cuerpo.
  • Dolor en el pecho intenso. Sensación de dolor agudo o punzante en el área del pecho.
  • Sangrado nasal. Hemorragia desde una o ambas fosas nasales. Esto puede ocurrir debido a una infección, una lesión, una alergia o una enfermedad subyacente.
  • Confusión. Estado mental en el que una persona no puede pensar con claridad, no entiende lo que está sucediendo o no puede recordar información. 
  • Debilidad extrema. Condición en la que una persona experimenta una gran cantidad de fatiga y falta de energía.

Es importante que los pacientes con síntomas de arritmia cardíaca sean evaluados por un cardiólogo para determinar la causa y el tratamiento adecuado.

Arritmia cardíaca: causas principales

La arritmia cardíaca es un trastorno del ritmo cardíaco que puede ser leve o grave y estar causado por una variedad de factores. Las principales causas son: 

  • Enfermedad cardíaca subyacente. Esto incluye patologías como la enfermedad de la válvula cardíaca, la enfermedad cardíaca isquémica, la cardiomiopatía y la enfermedad de la arteria coronaria. 
  • Lesión en el corazón. Puede incluir un ataque cardíaco, una cirugía cardíaca o una lesión traumática. Estas lesiones pueden dañar el tejido cardíaco y afectar el ritmo cardíaco. 
  • Medicamentos. Algunos medicamentos pueden causar arritmias. Incluyen medicamentos para el corazón, para la presión arterial, para el asma y para el tratamiento de la depresión. Estas medicinas pueden afectar el ritmo cardíaco y causar arritmias. 
  • Estrés y ansiedad. El estrés y la ansiedad también pueden ser una causa común, afectando el ritmo cardíaco y causar arritmias. 
  • Alcohol y drogas.

En conclusión, hay muchas posibles causas de arritmia cardíaca, desde enfermedades cardíacas subyacentes hasta lesiones en el corazón, medicamentos, estrés y ansiedad. Si sospecha que puede padecerla, es importante que consulte a su médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Tipos de arritmia cardíaca

¿Qué es una arritmia cardíaca? Cada uno de los tipos de arritmias se caracteriza por un ritmo cardíaco anormal, que puede ser rápido, lento, o irregular. 

Bradicardias

Es una condición en la que el corazón late a un ritmo más lento de lo normal. Una frecuencia cardíaca normal es de 60 a 100 latidos por minuto y una frecuencia cardíaca lenta es menor de 60 latidos por minuto. La bradicardia puede ser una condición normal en algunas personas, especialmente en los atletas entrenados. En otros casos, puede ser un signo de una afección médica subyacente.

Taquicardias

Es un trastorno del ritmo cardíaco caracterizado por un aumento de la frecuencia cardíaca. Esto significa que el corazón late más rápido de lo normal. La taquicardia puede ser una afección temporal o crónica.

  • Taquicardia ventricular. Es una arritmia caracterizada por un ritmo cardíaco anormalmente rápido y regular. Se produce cuando el corazón late más de 100 veces por minuto. Esta arritmia puede ser peligrosa si no se trata de inmediato, ya que puede provocar un paro cardíaco. Los síntomas de la taquicardia ventricular incluyen palpitaciones, mareos, desmayos, dificultad para respirar y dolor en el pecho. Si se sospecha que una persona está sufriendo una taquicardia ventricular, debe buscarse atención médica de inmediato.
  • Taquicardia supraventricular. Es un trastorno del ritmo cardíaco en el que el corazón late más rápido de lo normal. Esta afección se produce cuando los impulsos eléctricos que controlan el ritmo cardíaco se originan en el área superior del corazón, en lugar de en el área inferior. Esto hace que el corazón se contraiga más rápido de lo normal, lo que aumenta el ritmo cardíaco. La taquicardia supraventricular puede ser una afección aislada o un síntoma de una afección más grave. Los síntomas de la taquicardia supraventricular incluyen palpitaciones, mareos, fatiga, dificultad para respirar y desmayos.
  • Fibrilación auricular. Es una arritmia cardíaca en la que el corazón late de forma irregular y rápida. Esta arritmia se produce cuando los impulsos eléctricos que controlan el ritmo cardíaco se desorganizan y se producen impulsos eléctricos anormales. Causan que el corazón se contraiga de forma irregular y rápida. Esto puede provocar síntomas como palpitaciones, cansancio, falta de aliento y mareos. La fibrilación auricular puede ser una afección grave si no se trata adecuadamente.

Arritmia sinusal

Es un trastorno del ritmo cardíaco en el que el corazón late a un ritmo anormalmente rápido o lento. Esto puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo enfermedades cardíacas, medicamentos, estrés, lesiones, enfermedades del sistema nervioso o cambios hormonales. Es común una amplia variación en la frecuencia sinusal en individuos jóvenes, sanos y por lo general no es patológica.

Clasificación de las arritmias cardíacas

Se pueden clasificar las arritmias en base a la causa subyacente. Estas incluyen: 

  • Arritmias cardíacas primarias. Son aquellas que no tienen una causa subyacente conocida.
  • Secundarias. Las que se deben a una enfermedad cardíaca subyacente.
  • Sintomáticas. Las arritmias sintomáticas son aquellas que se deben a una lesión en el corazón.

Arritmia cardíaca en adultos mayores

En adultos mayores puede estar causado por una variedad de factores, incluyendo enfermedades cardíacas, medicamentos, estrés, enfermedades del sistema nervioso, enfermedades del sistema endocrino y enfermedades del sistema circulatorio. Los síntomas en adultos mayores pueden incluir palpitaciones, falta de aliento, mareos, fatiga, dolor en el pecho y desmayos. 

Si se sospecha que un adulto mayor tiene arritmia cardiaca, es importante que se realice una evaluación médica para determinar la causa y el tratamiento adecuado. El tratamiento puede incluir medicamentos, cambios en el estilo de vida, cirugía o dispositivos implantables. 

Es importante que los adultos mayores se mantengan activos, coman una dieta saludable y reciban una atención médica regular para ayudar a prevenir y controlar la arritmia cardiaca.

Diagnóstico arritmia cardíaca

El diagnóstico de arritmia cardíaca es una parte importante del cuidado de la salud cardiovascular. Las arritmias cardíacas son una variedad de trastornos del ritmo cardíaco que pueden afectar la frecuencia, el ritmo y la fuerza con la que el corazón bombea sangre. 

Los diferentes métodos de diagnóstico incluyen:

  • Historia clínica. Incluye preguntas sobre los síntomas, la medicación, los antecedentes familiares y los antecedentes médicos.
  • Examen físico. Es importante para evaluar la presión arterial, el ritmo cardíaco y la presencia de signos de enfermedad cardíaca.
  • Pruebas de laboratorio. Los exámenes de laboratorio pueden ayudar a identificar los factores de riesgo para la arritmia cardíaca, como la diabetes, la hipertensión y los niveles altos de colesterol.
  • Electrocardiografía. La electrocardiografía (ECG) es la prueba diagnóstica de referencia para esta patología. Es un examen no invasivo que se utiliza para medir la actividad eléctrica del corazón. Puede ayudar a identificar los trastornos del ritmo cardíaco.
  •  Ecocardiografía. La ecocardiografía es un examen no invasivo que se utiliza para evaluar el tamaño y la función del corazón. También puede ayudar a identificar los trastornos del ritmo cardíaco.
  •  Prueba de esfuerzo cardíaco. Se utiliza para evaluar la respuesta del corazón a una actividad física. Puede ayudar a identificar los trastornos del ritmo cardíaco. 
  • Holter ECG. Es una prueba de larga duración que se utiliza para evaluar la actividad eléctrica del corazón durante un período de tiempo prolongado. Ayuda a identificar los trastornos del ritmo cardíaco.
  • Holter de tensión. Dispositivo portátil que se usa para medir la presión arterial durante un período prolongado de tiempo. Registra la presión arterial durante 24 horas o más. 
  • Resonancia magnética cardíaca. Prueba no invasiva que se utiliza para evaluar el tamaño y la función del corazón. También puede ayudar a identificar los trastornos del ritmo cardíaco.

Tratamiento de la arritmia cardíaca

El tratamiento de la arritmia cardíaca es un tema de gran importancia para la salud de los pacientes. Depende de la causa y la gravedad de los síntomas. Puede incluir: 

  • Medicamentos. Ayudan a controlar los síntomas. Pueden incluir betabloqueantes, anticoagulantes, antiarrítmicos, bloqueadores de los canales de calcio y otros medicamentos. Pueden ayudar a controlar los síntomas de la arritmia cardíaca, como palpitaciones, taquicardia y fibrilación auricular.
  • Cirugía. Puede ser necesaria la operación por arritmia cardíaca para corregir la causa subyacente. La cirugía para el tratamiento de la arritmia cardíaca puede incluir distintos tipos de ablación como la ablación con catéter, con láser, con radiofrecuencia y con corriente eléctrica. Estas técnicas se utilizan para destruir el tejido anormal que causa la arritmia.
  • Dispositivos implantables. Los dispositivos implantables, como los marcapasos, pueden ayudar a regular el ritmo cardíaco. Otros dispositivos son los desfibriladores implantables y los dispositivos de estimulación cardíaca. Se implantan quirúrgicamente en el cuerpo y ayudan a controlar el ritmo cardíaco.
  • Cambios en el estilo de vida. Los cambios en el estilo de vida, como reducir el estrés, pueden ayudar a prevenir y controlar los síntomas.

Prevención de las arritmias cardíacas

Es importante que los pacientes sean conscientes de los síntomas y busquen atención médica inmediata si experimentan alguno de ellos. Si se detecta una arritmia cardíaca, el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir complicaciones graves.

Pero para prevenir la aparición de esta patología hay algunos consejos que pueden ayudar: 

  • Llevar un estilo de vida saludable. Esto incluye hacer ejercicio regularmente, comer una dieta saludable, mantener un peso saludable, evitar el consumo excesivo de alcohol y dejar de fumar. 
  • Controlar los niveles de estrés y descansar adecuadamente. 
  • Vigilar los factores de riesgo. Incluye controlar la presión arterial, el colesterol y los niveles de glucosa en sangre. También es importante controlar los niveles de hormonas, como la tiroides, y tratar cualquier afección cardíaca subyacente, como la hipertensión arterial o la enfermedad coronaria. 
  • Acudir al médico para que determine si el paciente necesita medicamentos para controlar la afección. Las medicinas pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir complicaciones graves. 

En SaludOnNet contamos con cardiólogos dispuestos a ayudarte en lo que necesites. Solo tienes que acudir a consulta con el especialista para que realice un diagnóstico y te indique el tratamiento más adecuado. 

¿Por qué duele el brazo izquierdo?

El dolor en el brazo izquierdo es algo que suele asustar bastante, porque muchas veces se asocia con un problema cardiaco. La mayoría de las personas que lo tienen se sugestionan y creen que les va a pasar algo grave.

Es cierto que una de las causas por las que se produce es por un infarto de miocardio, pero no es la única. A continuación, hablamos de las principales patologías que pueden provocarlo.

Problemas cardiacos que pueden causar dolor en el brazo izquierdo

El especialista, para saber si está ante una cardiopatía isquémica, debe conocer los antecedentes del paciente: la edad, si es fumador, si bebe alcohol, si tiene el colesterol alto, si cuenta con antecedentes familiares de infarto o si practica actividad física o es sedentario.

Ante una sospecha puede solicitar pruebas de diagnóstico como un ECG o un ecocardiograma.

INFARTO DE MIOCARDIO

Se origina un dolor en el pecho que se irradia al brazo izquierdo. El dolor cardiaco aparece cuando existe dificultad en la circulación de las arterias del corazón, llamadas arterias coronarias. El corazón no recibe suficiente sangre y se produce un infarto de miocardio. La molestia suele ser característica y consiste en:

  • Dolor intenso de aparición súbita, surge de repente.
  • Se produce en el centro del pecho o en la boca del estómago.
  • Se puede trasladar al cuello o al hombro izquierdo (brazo y antebrazo o parte de la mano y los dedos). A veces se traslada al otro lado brazo o se irradia hacia la espalda.
  • Va acompañado de otros síntomas como mareo, transpiración, malestar general, náuseas y vómitos.

Aunque estos síntomas del infarto son los más frecuentes, en ocasiones los infartos se presentan con dolores que van y vienen y están acompañados de palpitaciones, sudoración, debilidad o sensación de muerte.

ANGINA DE PECHO

El dolor comienza en el centro del pecho, pero puede irradiarse al brazo izquierdo, al cuello o a la mandíbula. Se produce por una obstrucción parcial del riego sanguíneo, provocado por un deterioro de las arterias coronarias a lo largo del tiempo. Esta patología no causa daños permanentes en el corazón.

Los síntomas son similares a los del infarto, aunque con diferente intensidad y duración.

Problemas traumatológicos

El dolor en el brazo izquierdo por encima del codo, que va generalmente desde el hombro, puede estar producido por algunas patologías de traumatología. Las principales son:

TENDINITIS DEL MANGUITO ROTADOR Y BURSITIS SUBACROMIAL

Ambas provocan dolor muscular en el brazo izquierdo, en la zona lateral, y en el hombro. Es una sensación de daño pesado y constante. Aunque duela el hombro, en estos casos la lesión se ha producido en el hombro del paciente.

IRRADIACIONES CERVICALES

Son problemas de la región cervical que hacen que las raíces nerviosas que inervan esa zona provoquen dolor.

PUNTOS GATILLO

Son puntos dolorosos localizados en un músculo concreto. Generalmente el problema también suele estar en los músculos del hombro.

FRACTURA DE HUESOS

Un hueso del brazo roto, generalmente producido por un traumatismo o por osteoporosis, provoca mucho dolor. Cuando es esta enfermedad la que provoca la rotura suele producirse en los extremos de los huesos largos, sobre todo en la parte superior del húmero.

Problemas psicológicos como causa del dolor en el brazo izquierdo

El dolor en el brazo izquierdo, así como en toda la zona izquierda del cuerpo, puede ser un síntoma de problemas de ansiedad. De hecho, en función de la persona y del grado de ansiedad que tenga el dolor se puede irradiar a la zona de la axila, el bíceps o el antebrazo.

El dolor en el brazo izquierdo por ansiedad no solo también provoca sensación de hormigueo, como si la extremidad se quedara dormido. Pero es importante tener en cuenta que una cosa es la ansiedad, que es un problema psicosomático y otra un infarto, que es un problema fisiológico del corazón.

Problemas digestivos

Las molestias estomacales repercuten en el sistema musculoesquelético. La irritación del estómago crea tensiones en los músculos que repercuten en la región dorsal y cervical y también en el hombro izquierdo. Provocan inflamaciones, contracturas y tendinitis.

Si te duele el brazo izquierdo y no has tenido un traumatismo reciente es importante que descartes un problema cardiológico. Desde SaludOnNet te recomendamos que acudas a un especialista que pueda ayudarte.

Pros y contras de correr a partir de los 40

El atletismo popular ha crecido exponencialmente en los últimos años. Cada vez son más las personas que se animan a iniciarse en el running, sobre todo a correr a partir de los 40 años. De hecho, muchos atletas logran sus mejores marcas durante esta década. Y es que el hecho de envejecer no significa tener que renunciar a ser competitivo. Es una manera de estar en forma y mantenerse activo, pero es importante hacerlo con cabeza, para evitar posibles daños y lesiones.

Prepararse para correr

Las personas, sobre todo a partir de una edad, deben ser conscientes de sus limitaciones y no iniciarse en el running sin estar en buen estado de salud. No hay que apuntarse a correr porque se quiera estar en forma, tener más resistencia o perder kilos, sino que hay que estar en buena forma para empezar a correr. Es importante el peso corporal y tener una buena técnica para evitar las lesiones.

Quienes tienen sobrepeso, una mala condición física, llevan mucho tiempo inactivos, no tienen técnica y cuentan con poca movilidad articular tienen más riesgo de tener una lesión. En estos casos lo fundamental, antes de empezar con el running, es:

  • Realizar un calentamiento adecuado.
  • Comenzar a caminar antes de empezar a correr. Se recomienda una caminata diaria a paso ligero de unos 30 o 40 minutos para mejorar la condición física.
  • A continuación, se pueden subir escaleras e ir elevando la intensidad poco a poco.
  • Fortalecer los músculos de las piernas para que aguanten el peso del cuerpo y evitar una lesión.
  • Tener un calzado adecuado y cómodo para rendir.

También se recomienda realizar un chequeo médico en el que se incluya una prueba de esfuerzo o ergometría.

Ventajas y desventajas de correr a partir de los 40

Correr a partir de los 40 tiene muchas ventajas, por eso lo hace mucha gente. Las principales son:

  • Fortalece el corazón, mejorando el sistema cardiovascular. También es bueno para los sistemas respiratorio, metabólico e inmunológico.
  • Favorece el cambio de hábitos, apostando por una vida más saludable, tanto en la alimentación como en el ejercicio físico. Esto ayuda a reducir el colesterol malo.
  • Afianza los músculos y aumenta la masa muscular.
  • Ayuda a controla el peso y modifica el cuerpo, reduciendo grasa y aumentando músculo.
  • Mejora la autoestima y combate el estrés.  
  • Ayuda a relajarse y mejora el humor, gracias a las endorfinas que se generan.  Ayuda a conciliar el sueño.
  • Fomenta las relaciones interpersonales, al salir a correr en grupo.

No todo son cosas buenas. También hay “peros” que hay que tener en cuenta. Entre las desventajas que encontramos están:

  • Problemas articulares, debido al impacto.
  • Lesiones como hernias de disco, tendinitis o problemas en las rodillas.
  • Debilita el suelo pélvico. Las mujeres que ya lo tienen debilitado no deberían correr, sino realizar ejercicios para fortalecerlo.
  • Sobrecarga la zona lumbar, causando lumbalgias.

Tips para correr mejor

Una vez conseguida una técnica adecuada y un buen estado de forma se puede empezar a correr a partir de los 40. Esto debe de ir acompañado de una buena alimentación y un equilibrio mental. Los especialistas aconsejan:

  1. Alimentación saludable. Comer sano siempre es importante, pero más según se van cumpliendo año. Una dieta para hacer ejercicio debe tener:
  2. Alimentos ricos en proteínas como los huevos, la carne de vaca, el pollo y las legumbres. Son necesarios para que el cuerpo repare los tejidos dañados al entrenar y para mantener la masa muscular.
  3. Vitaminas y minerales como las frutas y las verduras. El ácido fólico, el potasio y la vitamina C ayudan a aumentar el rendimiento.  
  1. Respetar la recuperación del cuerpo. Los músculos y tejidos tendinosos necesitan un tiempo para recuperarse tras un entrenamiento intenso o una carrera partir de los 40 el cuerpo tarda más en recuperarse. Se pueden aplicar terapias como los masajes deportivos, los estiramientos, sesiones de yoga…etc. El objetivo es acelerar y estimular la recuperación de los tejidos a partir de una mayor irrigación sanguínea.
  2. Entrenamientos cruzados. Al cumplir años el cuerpo empieza a perder masa muscular. Por este motivo es importante incorporar varias rutinas de entrenamiento de fuerza.
  3. Estar motivado. En ocasiones es bueno salir de la zona de confort para no caer en el aburrimiento.

Si tienes más de 40 años y estás pensando en empezar a correr te recomendamos que consultes con tu médico y te realices un chequeo para comprobar que todo está correcto. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites.

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