Los pies planos, su causa y tratamiento

Los pies planos son una condición común que afecta a un porcentaje significativo de la población. Aunque a menudo es asintomática, puede causar molestias y problemas en algunas personas. 

¿Qué son los pies planos y cómo se reconocen?

Este tipo de pie se caracteriza por la ausencia del arco plantar, haciendo que la planta del pie toque casi o completamente el suelo al estar de pie. 

Es difícil establecer una cifra exacta, pero algunas estimaciones sugieren que entre un 20% y un 30% de la población puede tener pies planos. El porcentaje llega a aumentar hasta un 44% en el caso de los pies planos en bebés y niños, pero a menudo se corrige con el crecimiento natural. 

Principales síntomas del pie plano

Aunque muchas personas con pies planos no experimentan síntomas y llevan vidas completamente normales y activas, otras pueden enfrentarse a una variedad de signos y molestias asociados. Los síntomas varían dependiendo de la severidad y de factores individuales como el nivel de actividad, el peso y la presencia de condiciones subyacentes. Entre los más comunes se incluyen:

  • Dolor en el pie plano. Es probablemente el síntoma más común. El dolor puede localizarse en el arco del pie o en el talón y a menudo se exacerba por periodos prolongados de pie o actividad física.
  • Fatiga en los pies. Las personas pueden notar que sus pies se cansan con rapidez, especialmente después de estar de pie mucho tiempo o después de realizar actividades físicas.
  • Dolor en rodillas y caderas. Debido a la alteración en la alineación de las piernas que puede provocar la falta de arcos en los pies, es común experimentar dolor de rodilla por pie plano, así como de cadera, ya que estas áreas pueden coger más tensión al caminar o correr.
  • Molestias en la parte baja de la espalda. Del mismo modo, la alineación impactada puede extenderse hasta la parte baja de la espalda, causando dolor o molestias.
  • Dificultad para realizar algunas actividades. Pueden limitar la capacidad para realizar ciertas actividades, especialmente aquellas que involucran correr o saltar, debido al dolor o la incomodidad que generan.
  • Pies hinchados. La hinchazón a lo largo del interior del pie o en el tobillo puede ser otro signo de pies planos, particularmente después de estar de pie o caminar.
  • Cambio en la marcha. Algunas personas pueden desarrollar lo que se conoce como marcha pronadora, donde los pies se inclinan hacia adentro al caminar. Esto puede ser visible en el desgaste desigual del calzado.

Es importante destacar que la presencia de uno o más de estos síntomas no confirma definitivamente la existencia de pies planos, ya que otros trastornos y condiciones pueden causar síntomas similares. Por este motivo es recomendable consultar a un podólogo para un diagnóstico preciso y discutir las opciones de tratamiento.

Causas de los pies planos

Las causas abarcan una amplia gama de factores, incluidas las condiciones genéticas, adquiridas y relacionadas con el estilo de vida. Entenderlas es fundamental para el diagnóstico específico y el planteamiento de un tratamiento efectivo. 

Causas genéticas

Algunas personas nacen con una predisposición a desarrollar esta condición, debido a su herencia genética. Esto puede manifestarse como una ausencia del arco plantar desde el nacimiento (pie plano congénito) o como un arco que se desarrolla inicialmente, pero se colapsa con el tiempo debido a debilidades estructurales inherentes en los ligamentos y tendones del pie.

Causas adquiridas

Varias condiciones médicas y factores externos pueden conducir al desarrollo de pies planos más tarde en la vida, incluyendo:

  • Lesiones. Traumatismos que dañan los músculos, tendones o ligamentos del pie.
  • Enfermedades reumatoides. Condiciones como la artritis reumatoide pueden causar inflamación y daño en los tendones del pie, llevando a cambios estructurales.
  • Obesidad. El exceso de peso pone presión adicional sobre los arcos del pie, pudiendo eventualmente causar su colapso.
  • Enfermedades del sistema nervioso o muscular. Condiciones como la distrofia muscular o la parálisis cerebral pueden afectar la musculatura del pie, alterando su estructura y función.
  • Desgaste y envejecimiento. Con el tiempo, el desgaste natural puede debilitar los tendones y ligamentos del pie, llevando al desarrollo de pies planos en adultos mayores.

Factores relacionados con el estilo de vida

Además de las causas genéticas y adquiridas, ciertas prácticas y hábitos pueden influenciar el riesgo de desarrollar esta patología:

  • Uso de calzado inadecuado. Zapatos con soporte insuficiente, especialmente durante la infancia cuando los pies están desarrollándose, pueden contribuir a su desarrollo.
  • Falta de ejercicio. La actividad física fortalece los músculos que soportan los arcos del pie. La inactividad puede llevar a la debilidad de estos músculos.

Tipos de pies planos

Los pies planos pueden clasificarse en diferentes tipos según diversas características, incluyendo la causa, la flexibilidad del arco, y si la condición es adquirida o congénita. A continuación, se detallan los tipos más comunes. 

Pie plano flexible

Es el tipo de pie plano más común, caracterizado por la presencia de un arco cuando la persona no está parada (por ejemplo, sentada o acostada), que luego se aplana al ponerse de pie. La flexibilidad del arco suele indicar que los ligamentos y tendones aún pueden soportar el pie, pero ceden bajo el peso corporal.

Pie plano rígido

A diferencia de los anteriores, los pies planos rígidos presentan un arco colapsado independientemente de si la persona está de pie o no. A menudo se produce a causa de una malformación ósea o una enfermedad subyacente, como la artritis, y puede ser más dolorosa y debilitante que los pies planos flexibles. En estos casos se requiere una evaluación más detallada para determinar el mejor tratamiento.

Pie Plano congénito vs. adquirido

Además, se pueden clasificar como congénitos o adquiridos:

  • Congénitos. Algunas personas nacen con pies planos debido a la genética o a condiciones presentes desde el nacimiento. En los niños, los pies planos flexibles son bastante comunes y, en muchos casos, el arco se desarrolla con el tiempo a medida que crecen los músculos y ligamentos del pie.
  • Adquiridos. Los pies planos adquiridos se desarrollan durante la vida de una persona debido a factores externos o condiciones de salud que afectan la estructura o funcionalidad del pie. Estos incluyen lesiones, obesidad, desgaste debido al envejecimiento, o complicaciones de enfermedades como la diabetes.

Diagnóstico 

El diagnóstico de los pies planos involucra una combinación de evaluaciones físicas y, en algunos casos, pruebas de imagen para determinar la causa subyacente y la severidad de la condición. Un enfoque detallado en el proceso diagnóstico es crucial para asegurar que el tratamiento sea adecuadamente dirigido para cada persona. El proceso es el siguiente: 

  • Evaluación clínica. Incluye un examen físico y una revisión de la historia médica del paciente. Durante el examen físico, el traumatólogo o el podólogo observan la estructura del pie tanto en reposo como en actividad. Esto permite no sólo identificar la ausencia de un arco al poner peso sobre el pie, sino también evaluar la flexibilidad del arco y la funcionalidad del pie. También se pueden realizar una serie de pruebas para evaluar la fuerza muscular, la alineación del pie y la pierna y la gama de movimiento. Es especialmente importante para distinguir entre los tipos (flexibles versus rígidos) y para identificar cualquier anormalidad subyacente que pueda requerir atención.
  • Pruebas de Imagen. En algunos casos, el médico puede solicitar pruebas de imagen adicionales para obtener una vista detallada de la estructura ósea y de los tejidos blandos del pie. Estas pruebas pueden incluir:
  • Rayos X. Proporcionan imágenes de los huesos del pie y pueden ayudar a identificar cambios en la forma de los huesos.
  • Resonancia magnética (MRI). Ofrece imágenes detalladas de los tejidos blandos del pie, incluyendo músculos, tendones y ligamentos. Esto es particularmente útil para diagnosticar problemas que no se ven en los rayos X, como desgarros en tendones o ligamentos.
  • Tomografía computarizada (TC). Combina múltiples imágenes de rayos X tomadas desde diferentes ángulos para crear una imagen tridimensional. Puede ser útil para evaluar la estructura ósea del pie en mayor detalle.

Estas pruebas de imagen ayudan a excluir otras condiciones que pueden causar síntomas similares, como fracturas por estrés o artritis, y permiten una evaluación más completa de la condición.

Además de la evaluación física y las pruebas de imagen, el médico puede considerar factores como la edad del paciente, el nivel de actividad, y la presencia de dolor o molestias al desarrollar un plan de diagnóstico. 

Tratamiento del pie plano

El tratamiento de los pies planos se personaliza según la severidad de los síntomas, la presencia de condiciones subyacentes y las necesidades individuales de cada paciente. Mientras que algunos casos pueden no requerir tratamiento si no hay síntomas asociados, otros pueden beneficiarse de una variedad de enfoques terapéuticos para aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad del pie. Estas son algunos ejemplos de cómo corregir los pies planos

  • Soporte y calzado adecuado. Una de las recomendaciones más inmediatas incluye el uso de zapatos con un buen soporte de arco y una suela rígida. Puede proporcionar la estabilidad y el soporte necesarios para reducir la tensión en el arco y aliviar los síntomas.
  • Plantillas. Las plantillas ortopédicas personalizadas son una opción de tratamiento común. Se diseñan específicamente para adaptarse a la forma del pie del paciente, proporcionando soporte al arco y distribuyendo el peso de manera más uniforme al caminar o estar de pie. Las plantillas para pie plano pueden ayudar a corregir la pronación excesiva (rotación hacia adentro del pie) y a aliviar la presión en las áreas dolorosas.
plantilla para corregir el pie plano
  • Fisioterapia. Puede ser útil para fortalecer los músculos del pie y mejorar el rango de movimiento. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden ayudar a mantener la flexibilidad y apoyar la estructura del pie. La terapia física también puede incluir técnicas de movilización y masajes para mejorar la función y aliviar el dolor.
  • Modificaciones en el estilo de vida. Para los pacientes cuya patología está relacionada con el peso u otros factores modificables, las recomendaciones pueden incluir la pérdida de peso y el aumento de la actividad física general. Estas medidas pueden reducir la presión sobre los pies y mejorar los síntomas de los pies planos.
  • Medicación. En casos donde se experimenta dolor significativo, se pueden recomendar medicamentos para aliviar el dolor y reducir la inflamación, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
  • Cirugía. La cirugía para los pies planos generalmente se reserva para casos en los que las medidas conservadoras no han aliviado el dolor o en situaciones en las que hay deformidades estructurales significativas. Los procedimientos quirúrgicos pueden incluir la reconstrucción de los tendones y ligamentos, la corrección del alineamiento óseo, o la fusión de ciertas articulaciones para mejorar la estabilidad del arco.

Diferencia con los pies cavos

La principal diferencia entre los pies planos y los pies cavos radica en la estructura y formación del arco del pie. Mientras que los planos se caracterizan por la reducción o ausencia del arco plantar, haciendo que la mayor parte o toda la planta del pie toque el suelo al estar de pie, los pies cavos presentan el efecto contrario, un arco marcadamente elevado, incluso en posición de carga de peso.

  • Estructura del arco. En los planos el arco está colapsado o muy bajo, lo que puede ser visible cuando una persona está de pie. Esto puede llevar a un mayor estrés y presión en otras partes del pie. En los cavos el arco es muy alto y no se aplana con el peso, lo que puede resultar en una distribución desigual del peso sobre el pie y, muchas veces, en una superficie de apoyo reducida durante la marcha.
  • Causas. En los planos pueden variar desde factores hereditarios, debilitamiento de los tendones con la edad, obesidad, hasta lesiones. En muchos casos, los pies planos se desarrollan por una combinación de múltiples factores. Los pies cavos a menudo están asociados con trastornos neuromusculares, como la distrofia muscular o la polineuropatía. Sin embargo, también pueden ser idiopáticos o derivar de condiciones genéticas.
  • Síntomas y complicaciones. Los síntomas de los planos varían ampliamente; algunas personas no experimentan molestias, mientras que otras pueden tener dolor en los pies, tobillos y rodillas. Incluso puede aparecer dolor de espalda por pie plano, debido a la alteración de la alineación normal del cuerpo. Por su parte, los pies cavos a menudo conducen a síntomas como dolor y rigidez en el pie, dificultades para caminar o encontrar calzado cómodo, y un mayor riesgo de esguinces de tobillo debido a la inestabilidad.
  • Tratamiento. En el caso de los pies cavos, el tratamiento puede incluir dispositivos ortopédicos para mejorar la distribución del peso y reducir la presión sobre el arco elevado, junto con fisioterapia centrada en la flexibilidad y fuerza muscular.
infografía sobre los tipos de pie que existen

Diferencia con los pies valgos

Es importante no confundir los pies planos con los pies valgos, ya que muchas veces estas condiciones pueden aparecer juntas. El término pie valgo se refiere específicamente a la alineación del pie en la que el talón se inclina hacia fuera, provocando que el tobillo se desplace hacia adentro. Así, afecta la manera en que se alinean el tobillo y el talón, modificando la distribución del peso corporal en el pie y, potencialmente, alterando la marcha. A menudo se asocia con una pronación excesiva del pie (donde el pie gira hacia adentro), lo que puede contribuir al desarrollo o agravamiento de los pies planos, pero por sí mismo, es una condición distinta.

Para corregir el pie valgo en un adulto generalmente se busca un enfoque multidisciplinario que puede incluir tratamientos conservadores y, en algunos casos, procedimientos quirúrgicos. En términos conservadores, se pueden usar plantillas ortopédicas personalizadas para corregir la alineación del pie y proporcionar soporte. El uso de calzado adecuado también es importante para estabilizar el pie. Además, se pueden recomendar ejercicios específicos para fortalecer los músculos y mejorar la estabilidad del tobillo y el pie

En casos más severos o cuando los tratamientos conservadores no son efectivos, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos como osteotomías (cortar y reposicionar los huesos) o artrodesis (fusión de articulaciones) para corregir la deformidad y restaurar la función normal del pie. La elección del tratamiento depende de la gravedad de la deformidad, los síntomas del paciente y otros factores individuales. Es importante elegir el mejor tratamiento, para evitar las consecuencias del pie valgo. 

Consecuencias si no se tratan los pies planos

La falta de tratamiento adecuado de los pies planos, especialmente en casos donde hay síntomas significativos, puede llevar a una serie de consecuencias a mediano y largo plazo, afectando no solo la salud de los pies sino también la alineación y funcionamiento del sistema musculoesquelético en general. Las principales son: 

  • Desarrollo de dolor crónico. La alteración en la estructura normal del arco del pie puede generar un aumento de la presión y el estrés en áreas específicas del pie y, como resultado, conducir al desarrollo de dolor crónico. Puede extenderse desde la planta del pie hacia los tobillos, las rodillas, las caderas e incluso la espalda baja debido a la alteración de la alineación normal y la distribución del peso del cuerpo.
  • Alteraciones en la marcha y postura. Esta patología puede llevar a cambios compensatorios en la forma de caminar de una persona, que pueden incluir alteraciones en el patrón de pisada y en la postura general. Pueden llevar a un desequilibrio muscular y aumentar el riesgo de lesiones en otras partes del cuerpo, incluyendo esguinces, desgarros musculares y problemas de espalda.
  • Desarrollo de otras condiciones del pie. La falta de tratamiento adecuado puede incrementar el riesgo de desarrollar otras condiciones relacionadas con los pies, como fascitis plantar, tendinitis, espolones calcáneos y bursitis. Estas condiciones pueden agravar el dolor y la incomodidad, limitando aún más la movilidad y la capacidad para realizar actividades diarias.
  • Problemas articulares. Con el tiempo, la pronación excesiva y la alteración de la alineación normal del pie y el tobillo pueden llevar al desgaste de las articulaciones afectadas. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar artritis en los tobillos, las rodillas y, potencialmente, en las caderas y la espalda baja.
  • Limitaciones en la actividad física. El dolor y la incomodidad asociados con los pies planos no tratados pueden hacer que las actividades físicas, especialmente aquellas que implican correr o caminar largas distancias, sean difíciles o incluso imposibles de realizar. Esto puede tener un impacto negativo en la calidad de vida y contribuir al desarrollo de problemas de salud relacionados con un estilo de vida sedentario.

Si crees que puedes tener los pies planos es bueno que acudas al especialista para que diagnostiquen tu patología. Tienes varias opciones, puedes ir al traumatólogo o si lo prefieres, al podólogo para que te realice un estudio de la pisada. Entra en SaludOnNet y descubre los profesionales que pueden hacerte esta prueba, sin esperas y a unos precios muy competitivos. 

Para qué sirven las plantillas ortopédicas

Los pies son los grandes olvidados en temas de salud. Las personas van con frecuencia al especialista a hacerse una revisión dermatológica, ginecológica o simplemente al médico de familia, pero se olvidan de las extremidades inferiores hasta que empiezan a molestar. Lo malo es que cuando esto ocurre surgen problemas importantes, puesto que todo el cuerpo se ve afectado y desequilibrado. 

En los últimos años los podólogos cada vez están realizando más trabajos de ortopedia para eliminar los dolores que las personas presentan en los pies. Lo más demandado son las plantillas ortopédicas u órtesis plantares. 

Qué son las plantillas ortopédicas

Las plantillas ortopédicas son dispositivos diseñados para proporcionar apoyo, corrección y alivio para una variedad de problemas relacionados con los pies, las piernas y la columna vertebral. Son unos moldes realizados manualmente y de manera individualizada que sirven para corregir malas posturas. Se colocan dentro del calzado y ayudan a corregir y aliviar patologías, así como a mejorar la calidad de vida del paciente, ya que permiten andar sin molestias. Están hechas a medida para adaptarse a la forma única del pie de cada persona, por lo que puede darse el caso de que varias personas tengan la misma molestia o patología, pero no de que sus plantillas sean iguales, ya que cada pie, cada pisada, es diferente. 

Pueden estar compuestas de varios materiales como espuma, gel, plástico (polipropileno) o resinas, dependiendo de las necesidades específicas del paciente. Estos dispositivos son recomendados por profesionales de la salud como médicos, podólogos y fisioterapeutas, para tratar y prevenir una variedad de problemas relacionados con los pies, las piernas y la columna vertebral.

Para qué sirven las plantillas ortopédicas: cuando usarlas

Las órtesis plantares se utilizan para tratar una amplia gama de patologías y afecciones que afectan a los pies y a otras partes del cuerpo. Algunas de estas patologías incluyen:

  • Pie plano. Es una condición en la que el arco del pie toca completamente con el suelo. Las plantillas ortopédicas para pies planos pueden proporcionar un soporte adicional al arco del pie y mejorar la alineación de los huesos, lo que a su vez puede reducir el dolor y la incomodidad asociados con el pie plano.
  • Fascitis plantar. Es una inflamación del tejido conectivo en la planta del pie, que causa un dolor intenso en el talón. Las plantillas para fascitis plantar pueden ayudar a aliviar la presión sobre el talón y proporcionar amortiguación adicional, reduciendo así el dolor y favoreciendo la recuperación de esta condición.
  • Pie cavo. Un pie cavo es una anomalía de la anatomía del pie en la que el arco plantar (la parte interna del pie) está más elevado de lo normal. Así, es menor el área del pie que hace contacto con el suelo al caminar o correr. Las plantillas para pie cavo o plantillas para pie cóncavo tienen la función de proporcionar amortiguación y distribuir de manera adecuada la presión en toda la planta del pie. Además, ayudan a aliviar dolores y molestias causados por la falta de soporte adecuado en el arco del pie. Asimismo, estas plantillas para pie con mucho puente buscan corregir problemas como inestabilidad al caminar, dificultad para usar zapatos estándar, fatiga y dolor en los pies, tobillos, rodillas y espalda.
  • Pronación excesiva. Es un movimiento anormal del pie hacia adentro al caminar o correr. Esto puede causar desalineación en las piernas, las rodillas y la columna vertebral, lo que puede derivar en lesiones y dolor crónico. Las plantillas para corregir la pisada pueden modificar la pronación excesiva y mejorar la alineación de las extremidades inferiores.
  • Espolón calcáneo. Esta afección es un crecimiento óseo en el talón que puede causar dolor agudo. Las plantillas para espolón pueden proporcionar amortiguación y apoyo adicional en el talón, reduciendo la presión sobre el área afectada y aliviando el dolor. 

Además de las patologías mencionadas, los dispositivos ortopédicos también pueden ser utilizados para tratar y prevenir otras afecciones, como metatarsalgia, neuroma de Morton, juanetes, lesiones deportivas y problemas relacionados con la artritis. Asimismo, se realizan plantillas para artrosis de rodillas o plantillas para dolor lumbar

Beneficios de usar plantillas ortopédicas

Las plantillas están especialmente diseñadas para adaptarse a las necesidades individuales de cada persona y pueden ser utilizadas tanto como medida preventiva o como parte del tratamiento en caso de lesiones. Los principales beneficios o las respuestas a para qué sirven las plantillas ortopédicas son: 

  • Prevención de lesiones. El uso de estas órtesis ayuda a corregir defectos biomecánicos en el pie, como la pronación o supinación excesiva, que pueden generar un desequilibrio en la postura corporal y afectar a otras partes del cuerpo, como las rodillas, caderas y columna vertebral. Al corregir estos desequilibrios, se reduce la carga y presión ejercida sobre las articulaciones y se minimiza el riesgo de desarrollar lesiones por sobreuso o trauma.

Además, son muy beneficiosas en el tratamiento de ciertas lesiones. Por ejemplo, en casos de fascitis plantar, una inflamación en la fascia plantar que causa dolor agudo en el talón, las plantillas ortopédicas pueden proporcionar un soporte adicional al arco del pie, reduciendo la tensión en la fascia y aliviando el dolor. También son útiles en el tratamiento de espolones calcáneos, metatarsalgia y tendinitis, entre otras afecciones comunes en los pies.

  • Impacto en la comodidad y el rendimiento deportivo. Al proporcionar soporte adicional, estabilizar la pisada y corregir defectos biomecánicos, ayudan a reducir la fatiga muscular y el estrés en las articulaciones durante la actividad física. Esto se traduce en una mayor comodidad y una mejor eficiencia en el movimiento, lo que permite mejorar el rendimiento atlético y prevenir lesiones causadas por un mal funcionamiento del pie.

No obstante, para obtener los beneficios adecuados de las plantillas para pies, estas deben ser elegidas y adaptadas por un profesional cualificado en podología o medicina del deporte. Cada persona tiene unas necesidades específicas de soporte y corrección, por lo que el uso de moldes genéricos o no adecuadas puede empeorar la afección o no proporcionar los beneficios esperados.

Efectos secundarios de las plantillas ortopédicas

Si bien estas órtesis plantares pueden ser beneficiosas para muchos pacientes, también es importante tener en cuenta los posibles efectos secundarios que pueden surgir al usarlas.

Uno de los efectos secundarios más comunes es la molestia inicial. Se sabe que alrededor del 30% de los pacientes que usan plantillas experimentan algún grado de incomodidad o dolor al principio. Esto se debe a que los pies necesitan adaptarse a la nueva posición. Sin embargo, esta molestia generalmente desaparece con el tiempo a medida que el pie se acostumbra.

Otro efecto es la aparición de ampollas o abrasiones en los pies. Puede ocurrir debido al roce constante entre los pies y las plantillas. Para minimizar este efecto secundario, es importante asegurarse de que estén adecuadamente ajustadas y que los zapatos sean lo suficientemente amplios para acomodarlas. Además, es recomendable utilizar calcetines que ayuden a reducir la fricción.

Se debe tener en cuenta también la posibilidad de desarrollar callosidades o endurecimientos excesivos en los pies. Este efecto secundario se debe a la redistribución de la presión en los pies causada por las plantillas. Si bien están diseñadas para aliviar la presión en los puntos problemáticos, en algunos casos pueden resultar en una distribución desigual de la presión, lo que puede provocar la formación de callosidades.

Además, es importante destacar que el uso prolongado e inadecuado de plantillas ortopédicas puede llevar a debilitar los músculos del pie y del arco. Esta dependencia excesiva puede hacer que los músculos se vuelvan perezosos y pierdan fuerza con el tiempo. Por lo tanto, es fundamental utilizarlas siguiendo las recomendaciones de un profesional de la salud y combinarlas con ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mantener la salud y la funcionalidad de los pies.

Dolor al usar plantillas ortopédicas

El dolor al utilizar plantillas ortopédicas puede tener diversas causas y es importante identificarlas para encontrar una solución adecuada. Algunas de las posibles causas son: 

  • Ajuste inadecuado. Es esencial asegurarse de que estén correctamente adaptadas a la forma y tamaño de los pies. Si son demasiado pequeñas o grandes, pueden ejercer presión en áreas incorrectas o no brindar el soporte adecuado, lo que puede provocar molestias.
  • Sobrecorrección. Puede ocurrir cuando hay una falta de precisión en la evaluación del problema o un mal diagnóstico. La sobrecorrección puede generar una presión adicional sobre ciertas áreas del pie, lo que puede resultar incómodo e incluso doloroso.
  • Adaptación. Al principio, es común que su uso cause cierto grado de incomodidad o dolor leve. Esto se debe a que los pies necesitan tiempo para adaptarse a las nuevas estructuras de soporte. Generalmente, este dolor desaparece después de unos días o semanas. Sin embargo, si el dolor persiste o se intensifica, es importante buscar una revisión por parte de un profesional de la salud.
  • Patología subyacente. Por ejemplo, si el dolor se localiza en una zona específica del pie y no desaparece después de un periodo de adaptación, puede ser necesario buscar un diagnóstico adicional para descartar problemas como fracturas, esguinces o enfermedades más graves que requieran un tratamiento específico.

Cuando se experimenta dolor es importante buscar una consulta con un especialista en podología o con un médico ortopedista. Entre las posibles soluciones, se pueden mencionar:

  • Ajuste adecuado. En caso de un ajuste inadecuado, el podólogo puede realizar los cambios necesarios para garantizar que se ajusten correctamente a tus pies.
  • Cambio de plantillas. En algunos casos, si están ejerciendo una sobrecorrección excesiva, puede ser necesario cambiarlas por unas con una corrección más adecuada.
  • Tratamiento complementario. En función de la patología subyacente, el especialista puede recomendar tratamientos adicionales, como terapia física, ejercicios de fortalecimiento o medicación, para aliviar el dolor y promover la recuperación.

Tipos de plantillas ortopédicas 

Existen diversos tipos, cada una diseñada para tratar un problema específico. La elección de la plantilla ortopédica adecuada debe ser realizada por un especialista, ya que cada caso es único y requiere de un análisis individualizado.

Plantillas para el dolor de pies

Las personas que tienen pies planos, pies cavos, juanetes o fascitis plantar, probablemente experimenten dolor en la planta del pie. Están diseñadas para ofrecer soporte adicional en el arco del pie, distribuir la presión de manera más uniforme y aliviar el dolor.

Plantillas para problemas de espalda

Muchas veces, los problemas de espalda pueden estar relacionados con una mala posición del pie al caminar o al estar de pie. Están realizadas para corregir la alineación del pie, lo que a su vez ayuda a mantener una postura más correcta y alivia la presión en la columna vertebral.

Plantillas para el pie diabético

Las personas con diabetes pueden sufrir de neuropatía periférica, lo que puede ocasionar problemas en los pies, como úlceras o deformidades. Ayudan a aliviar la presión en áreas específicas del pie y a prevenir lesiones.

Plantillas para problemas de rodilla

Cuando hay problemas en las rodillas, como el síndrome de la banda iliotibial o la tendinitis rotuliana, las plantillas ortopédicas pueden ser de gran ayuda. Pueden mejorar la distribución de la presión en los pies y corregir desalineaciones que puedan estar afectando las rodillas.

¿Cómo saber si necesito plantillas ortopédicas?

Existen algunas señales que pueden indicar cuándo usar plantillas ortopédicas. Las principales son:  

  • Dolor crónico en los pies. Se produce cuando hay dolor recurrente en los pies, especialmente después de caminar o estar de pie durante períodos prolongados. Este dolor puede ser causado por problemas como la fascitis plantar (inflamación de la fascia plantar), espolones calcáneos (crecimientos óseos en el talón) o metatarsalgia (dolor en la parte delantera del pie). 
  • Problemas de alineación: Cuando hay una desalineación en los pies, como una pronación excesiva (los pies se inclinan hacia adentro) o una supinación excesiva (los pies se inclinan hacia afuera), las órtesis plantares pueden ayudar. Estas desviaciones de la alineación natural pueden causar una carga desigual en los pies y provocar dolor y lesiones a largo plazo. 
  • Lesiones recurrentes. Cuando una persona es propensa a sufrir lesiones en los pies, como esguinces de tobillo o fracturas de estrés, pueden ser una solución. Estas lesiones a menudo se producen debido a una falta de soporte adecuado en los pies. Las órtesis plantares proporcionan estabilidad y ayudan a distribuir de manera uniforme la presión en los pies, reduciendo así el riesgo de lesiones repetitivas.
  • Diferencia en la longitud de las piernas. Las personas que tienen una pierna más corta que la otra es posible que necesiten corrección para nivelar y equilibrar la longitud de tus piernas. La desigualdad en la longitud de las piernas puede provocar problemas de alineación y aumento del estrés en los pies y tobillos.

Si experimentas alguno de estos síntomas o problemas en los pies, es importante consultar a un podólogo o médico especialista en pies. Ellos evaluarán tu condición y determinarán si necesitas plantillas ortopédicas o si hay otras opciones de tratamiento más apropiadas para ti. Recuerda que siempre es recomendable utilizar plantillas ortopédicas que sean personalizadas y hechas a medida, ya que brindan el mejor ajuste y soporte para tus pies. Además, asegúrate de adquirirlas de proveedores confiables y autorizados para garantizar la calidad del producto.

En SaludOnNet contamos con podólogos especializados en órtesis plantares, que pueden ayudarte a corregir la pisada y explicarte para qué sirven las plantillas ortopédicas. 

¿Cuándo es recomendable el estudio de la pisada?

La pisada es el proceso de apoyar el pie en el suelo durante la marcha o la carrera. Cada persona tiene una forma única de caminar o correr, lo que significa que sus pisadas también pueden variar. El estudio de la pisada es una herramienta importante en el campo de la medicina deportiva y la podología, ya que puede ayudar a identificar problemas biomecánicos o lesiones relacionadas con la forma de caminar o correr de una persona. 

Sus beneficios son múltiples, desde prevenir lesiones y mejorar el rendimiento deportivo, hasta seleccionar el calzado adecuado. Esta prueba también es conocida como estudio biomecánico de la marcha o análisis de la marcha. 

¿Qué es el estudio de la pisada?

Es una evaluación detallada de la forma en la que una persona camina o corre. El objetivo principal de esta prueba es analizar la alineación y la biomecánica del pie y la pierna, y detectar cualquier anomalía o problema que pueda estar causando dolor, incomodidad o lesiones. Durante la prueba, se miden varios parámetros, como la distribución de la presión plantar, el ángulo de la pisada, la pronación y la supinación, entre otros.

Existen diferentes métodos para realizar el estudio de la pisada, pero uno de los más comunes es el análisis de la pisada en una plataforma de presiones. Consta de una serie de sensores que registran la presión ejercida por el pie en diferentes áreas mientras se camina o corre sobre ella. Estos datos se utilizan después para elaborar un informe detallado sobre la forma de pisada de la persona. A continuación, explicamos los principales métodos. 

Observación visual

En esta prueba un especialista observa y analiza la forma en la que una persona camina o corre a simple vista. Se busca detectar posibles problemas como el balanceo excesivo de los pies hacia adentro o hacia afuera, el uso desigual de las extremidades, o cualquier otra anomalía en la marcha. Aunque es rápido y económico, no proporciona una evaluación precisa de la biomecánica de la pisada.

Podoscopio

El podoscopio es un dispositivo que se utiliza para analizar la planta del pie mientras la persona está de pie o caminando sobre él. Consiste en una plataforma de vidrio o acrílico que se coloca en el suelo, con una fuente de luz colocada debajo y una cámara ubicada encima para capturar imágenes. El paciente se coloca de pie sobre la plataforma mientras el podólogo toma varias fotografías de la planta del pie en diferentes posiciones y ángulos.

El uso del podoscopio permite al podólogo obtener una visión clara de la huella plantar, es decir, la forma y distribución de la presión que se ejerce en el pie al caminar o correr. Esta información es útil para determinar si existe algún desequilibrio en la pisada, como un arco demasiado alto o plano, una pronación o supinación excesiva, o una distribución anormal de la presión del pie.

Existen diferentes formas de realizar un estudio de la pisada utilizando el podoscopio, y cada una de ellas proporciona información valiosa para el diagnóstico y tratamiento de diversas afecciones del pie y la pierna.

  • Prueba estática. El paciente se coloca de pie sobre el podoscopio mientras el podólogo captura imágenes de la planta del pie en posición neutral. Esto permite evaluar la forma del arco del pie, identificar posibles desviaciones o asimetrías en la posición de los huesos y analizar la distribución de la presión.
  • Prueba dinámica. El paciente camina o corre sobre la plataforma mientras el podólogo captura imágenes de la planta del pie en movimiento. Esto permite evaluar la forma en que el pie se mueve durante la fase de apoyo y despegue, identificar posibles problemas de alineación o movimiento y analizar la distribución de la presión en diferentes fases de la marcha.

Plantillas o soportes de presión

Se utilizan dispositivos de alta tecnología como plantillas o soportes de presión para medir la distribución de la carga y el contacto del pie con el suelo. Están equipados con sensores que registran la presión ejercida por cada área del pie durante la marcha. La información recopilada se analiza para determinar si existe una pronación o supinación excesiva del pie, desequilibrios en la distribución de la carga o cualquier otro problema relacionado con la pisada.

Análisis de la pisada mediante cámaras

Este estudio biomecánico de la pisada utiliza cámaras de alta velocidad para capturar imágenes del pie y las extremidades inferiores durante la marcha. Estas imágenes se analizan en detalle para evaluar la alineación, el movimiento y la biomecánica del pie, el tobillo, la rodilla y la cadera. Este método es muy preciso y permite un análisis detallado de la anatomía y movimiento de las extremidades inferiores, pero puede ser costoso y requerir equipos especializados.

Es importante destacar que el estudio de la pisada es un proceso complejo y se recomienda combinar varias técnicas de evaluación como el análisis visual, el uso de plantillas de presión y el análisis de video, para obtener una comprensión más completa de la pisada y poder realizar un diagnóstico certero.

Beneficios del estudio de la pisada

Esta prueba puede ser beneficiosa para diferentes personas, incluyendo atletas, corredores, personas con problemas crónicos en los pies o las extremidades inferiores, y aquellos que deseen mejorar su rendimiento o prevenir lesiones. De hecho, es muy frecuente que esté relacionado el estudio biomecánico y el running. Algunos de los beneficios del estudio de la pisada incluyen:

  • Prevención de lesiones. Permite identificar posibles problemas biomecánicos que pueden estar aumentando el riesgo de lesiones durante la actividad física, como esguinces, tendinitis y fascitis plantar, entre otras. Al realizar intervenciones específicas, como el uso de plantillas ortopédicas o el diseño de ejercicios de fortalecimiento y corrección postural, es posible reducir la probabilidad.
  • Mejora del rendimiento deportivo. Al corregir los desequilibrios o anomalías en la pisada, es posible mejorar la eficiencia y el rendimiento durante la práctica deportiva. Esto se debe a que una pisada más equilibrada y alineada facilita un mayor aprovechamiento de la energía y una mayor transferencia de fuerza en cada paso.
  • Alivio de síntomas. Algunas afecciones comunes como la fascitis plantar, los espolones calcáneos o el síndrome de sobrecarga tibial, pueden estar relacionadas con problemas en la pisada. Un estudio de la pisada puede ayudar a identificar la causa subyacente y permitir el diseño de tratamientos específicos para aliviar los síntomas.
  • Puede ser útil para la elección y adaptación de calzado deportivo adecuado.

Quién debe hacerse el estudio de la marcha

Aunque es una prueba que puede realizar todo el mundo, ya que no es dolorosa y aporta información sobre la forma de caminar, está dirigido principalmente a aquellas personas que: 

  • Experimentan dolor o molestias al caminar o correr. A veces están producidas por patologías como el Neuroma de Morton
  • Practican deportes de alto impacto o tienen una mayor actividad física. Ahora que muchas personas se han apuntado a correr es importante realizar un estudio de la pisada para mejorar el running y evitar posibles daños en las articulaciones.
  • Con antecedentes de lesiones en los pies, rodillas o cadera. 
  • Con deformidades o enfermedades del pie, como el pie plano o el pie cavo.

Por ejemplo, si una persona sufre de dolor crónico en los pies, rodillas o cadera, el estudio de la pisada puede ayudar a identificar la causa subyacente y sugerir tratamientos adecuados. También es recomendable para aquellos que deseen mejorar su rendimiento deportivo o prevenir lesiones antes de comenzar una nueva actividad física o deporte.

El profesional que realiza este estudio del pie y el movimiento es el podólogo o el especialista en medicina deportiva. Ambos están capacitados para analizar y evaluar la biomecánica de la pisada, así como para ofrecer consejos y recomendaciones personalizadas en función de los resultados obtenidos. 

Duración y fases de la prueba

La duración y las fases de la prueba pueden variar dependiendo del profesional y del método utilizado. Por lo general, la prueba dura alrededor de 30 a 60 minutos y consta de varias etapas.

  1.  Se realiza una entrevista en la que se recopilan datos sobre el historial médico y la actividad física de la persona. 
  2. Se procede a realizar mediciones y registros de la pisada utilizando diferentes herramientas y técnicas. 
  3. Se elabora un informe detallado que incluye los resultados de la prueba y las recomendaciones correspondientes.

En definitiva, es recomendable realizar un estudio de la pisada y plantillas en casos de dolor crónico, actividad física intensa o para mejorar el rendimiento deportivo.

Si tienes que realizarte esta prueba en SaludOnNet contamos con podólogos especializados en el estudio de la pisada. Ahora puedes comprar un análisis de la pisada, exploración biomecánica, desde 39 euros. 

Tengo mal olor de pies, ¿qué puedo hacer?

¿Por qué los pies huelen mal? Esta pregunta ha intrigado los científicos durante años y ahora se sabe que hay varios factores involucrados en el olor persistente de los pies. Los niños, adolescentes, mujeres embarazadas y ancianos tienen mayor probabilidad de tener mal olor de pies, debido al cambio hormonal o a la disminución de la circulación. Si es tu caso, quizás te estás preguntando qué es lo que puedes hacer para reducir el mal olor.

Los pies tienen una gran cantidad de glándulas sudoríparas, por lo que pueden sudar mucho; esto provoca la aparición del olor. Pero, ¿qué puede hacer que los pies huelan todavía más?

Causas del mal olor de pies

Es común sufrir este problema durante el verano debido al aumento de las temperaturas. El exceso de sudoración, el uso de zapatos cerrados y la falta de higiene son algunas de las principales causas de la desagradable fragancia que emanan algunos pies.

Las principales causas del mal olor de pies son:

  • Bacterias que crecen en un medio húmedo. Los pies sudan mucho y por lo tanto son un lugar ideal para el crecimiento de bacterias. Estas bacterias descomponen los deshechos de la piel, como los lípidos y la queratina, que se encuentran en las células muertas de la piel y desprenden grandes cantidades de amoníaco y ácido cáprico, lo que resulta en un abundante olor a pescado.
  • Falta de oxígeno. Los pies están muy recogidos dentro de los zapatos durante muchas horas al día, reciben mucho menos oxígeno que el resto del cuerpo. Esto promueve el crecimiento de bacterias que huelen mal.
  • Falta de aseo. Las sudoraciones excesivas aumentadas por el uso de zapatos cerrados pueden ser la base para una gran cantidad de bacterias, hongos y malos olores.

Prevención del mal olor

No todas las personas tienen mal olor de pies. Esto varía de persona a persona y no siempre depende del nivel de higiene. Existen algunas cosas que se pueden hacer para evitar el mal olor de los pies. Estas incluyen:

  • Cremas y lociones. Se recomiendan cremas y lociones para los pies con alto contenido en aceite, para reducir el desprendimiento de lípidos de la piel.
  • Mantener los pies secos. La humedad juega un papel clave. Se recomiendan cremas con ácido salicílico para eliminar cualquier residuo que quede en los pies.
  • Hidratar los pies. Se recomienda usar loción hidratante para prevenir grietas y la acumulación de células muertas.
  • Lavarse los pies a diario e intentar mantenerlos tan secos como sea posible. Se pueden limpiar con un cepillo suave o esponja para exfoliar la piel. Esto ayuda a remover el sudor y cualquier piel muerta.
  • Cambiarse de zapatos diariamente. Esto permite que los zapatos se sequen y que los pies respiren.
  • Usar medias o calcetines limpios diariamente y, preferentemente, de algodón. Esto ayuda a prevenir el olor de los pies. Los calcetines tienen la capacidad de absorber el sudor y, por lo tanto, reducir el olor.
  • Usar lociones, desodorantes y otros tratamientos especialmente diseñados para el cuidado de los pies con mal olor.

En general, el olor de pies depende de los hábitos de higiene, la acumulación de bacterias y se ha descubierto que también de la genética. Si bien es distinto entre cada persona, es importante saber que siguiendo unos sencillos pasos se puede reducir el mal olor en los pies.

Si tienes mal olor de pies puedes seguir nuestras indicaciones y además acudir al podólogo para que te dé algunas recomendaciones. También los dermatólogos pueden recomendarte tratamientos como la higiene de los pies, los calcetines especiales, los talcos antifúngicos y otras medidas médicas para obtener los resultados deseados. Por todo ello, los pies con mal olor no deberían ser un motivo de preocupación o de vergüenza. En SaludOnNet contamos con especialistas de los pies dispuestos a ayudarte. Puedes comprar una consulta de podología desde 13 €.

Callos en los pies: qué son y cómo se tratan

Los callos en los pies o helomas son un engrosamiento de la piel de los pies, como respuesta ante un exceso de fricción y/o presión. Es un tipo de lesión que se produce en la piel, principalmente en las capas superficiales, como mecanismo de defensa. Técnicamente se trata de una disqueratosis inflamatoria crónica que se produce por la muerte o necrosis del queratinocito.

Qué es un heloma o callos en los pies

Los callos en los pies, el endurecimiento de la capa epidérmica podal, son algo muy frecuente entre la población general. Se calcula que actualmente tres de cada diez personas tienen callosidades, siendo la lesión más frecuente en las consultas de podología

El heloma plantar afecta principalmente a mujeres de entre 20 y 50 años, por el uso de calzado estrecho e inapropiado y por una mala sujeción de este. Surgen por un exceso de presión y es necesario tratarlos, para que desaparezcan. Asimismo, se recomienda hidratarlos diariamente con una crema que contenga urea.  

El clavo plantar o heloma plantar puede ser doloroso cuando se ejerce presión sobre él. El síntoma principal es la piel gruesa o endurecida en una zona concreta

Tipos de callos en los pies

Los tipos de callos en los pies o helomas o callos se clasifican en función de la zona del pie en la que aparezcan. En ocasiones reciben el nombre de heloma profundo, porque la hiperqueratosis se encuentra en la capa más profunda de la epidermis. 

El Consejo General de Colegios Farmacéuticos realiza una clasificación, atendiendo a aquellos que con más frecuencia aparecen. Pero los especialistas también hablan de otro tipo de callos, por su frecuencia. 

Callos entre los dedos de los pies

Los callos o durezas que aparecen entre los dedos de los pies, en el espacio interdigital, reciben comúnmente el nombre de Ojo de gallo. Su formación se produce principalmente por el uso de un zapato estrecho. Es un callo muy doloroso y limitante y hace que el paciente no pueda calzarse por el dolor que tiene. 

Su diagnóstico de los callos entre los dedos de los pies es sencillo, porque se ven con facilidad. No obstante, se puede realizar una radiografía para comprobar si existe algún pico de hueso o deformidad que su formación. 

El tratamiento es conservador y consiste en utilizar zapatos de horma ancha, para no llevar los dedos apretados. También pueden usarse pequeñas siliconas, que ocupan poco espacio y evitan el roce de un hueso contra otro.

En los casos en los que el tratamiento conservador no es efectivo es necesario pasar por el quirófano. Es una operación sencilla y elimina el dolor por completo.  

Heloma duro 

Es una superficie queratosa de color amarillo a blanquecin que aparece en las articulaciones interfalángicas. Es doloroso y se produce por enfermedades sistémicas como la artritis reumatoide, alteraciones estructurales y el uso de un calzado inadecuado.

También podemos hablar de heloma duro plantar, cuando se localizan puntos de presión en la zona delantera de la planta del pie. Son dolorosos y tienen aspecto de capa de piel dura y muy rígida.

Heloma dorsal

El heloma dorsal es un callo que aparece en la parte superior de los dedos. Se produce por la fricción con el calzado y es una patología frecuente en personas que tienen dedos en garra, martillo o mazo

Es muy frecuente el heloma dorsal del 5º dedo, que aparece debido a una rotación de este. Es una lesión dolorosa, que puede llegar a ulcerarse si el roce es constante. 

Heloma subungueal y heloma perinungueal

El heloma subungueal es un callo que aparece bajo la uña y tiene un aspecto verrugoso. Causa dolor a la compresión de la lámina ungueal. Provoca dolor y puede llegar a desprender la uña bajo la que se forma. 

Su tratamiento consiste en cortar la uña en forma de triángulo hasta conseguir llegar al final de la queratina. 

El heloma periungueal se produce cuando hay inflamación periungueal y dolor a la presión.

Heloma de fondo de saco

El heloma de Molle o heloma de fondo de saco es un tipo de callo blando que surge en el espacio interdigital entre el 4º y el 5º dedo. Se produce por la presión que se genera entre la cabeza metatarsal del 4º metatarso con la cabeza de la falange proximal del 5º.   Generalmente es asintomático y aparecen en superficies sin carga o presión. No obstante, hay veces que es muy doloroso. 

Heloma vascular o hemorrágico y heloma neurofibroso

El heloma vascular es un callo de color rojo, anaranjado, amarillo o marrón. Tiene peor pronóstico que el resto y es fácil que produzca una infección, tanto superficial como profunda.

El heloma neurofibroso es un callo que surge en zonas de mayor presión, como la cara medial del primer dedo. Debido a la presencia de elementos vasculares tiene aspecto verrucoide y produce un dolor intenso y punzante.

Por qué salen los callos en los pies

Los helomas o callos se producen, generalmente, por el uso de un calzado inadecuado o una alteración biomecánica. Las causas más frecuentes son:

  • Incorrecta forma de pisar el suelo.
  • Falta de hidratación de los pies.
  • Uso de zapatos con la punta demasiado estrecha.
  • Prominencias óseas. Existencia de patologías como los juaneteslos dedos en garra o el dedo martillo.

La formación de los helomas o callos consta de tres fases.

  • Hiperqueratosis o engrosamiento de la piel.
  • Irritación de tejido subcutáneo, que produce una bolsa serosa.
  • Penetración en zonas más profundas de la piel, pudiendo llegar hasta el hueso.

Tratamiento de un heloma plantar

Antes de describir cómo quitar el heloma plantar, hay que saber que se pueden realizar dos procedimientos diferentes. Por un lado, un tratamiento preventivo antes de que aparezca la lesión, y por el otro un tratamiento activo con el fin de eliminarla, una vez que ya se tiene.

Cómo prevenir los helomas 

Es importante tener en cuenta que este tipo de lesiones aparecen por un exceso presión, ligado al tipo de pisada que tiene cada persona. Por eso los especialistas recomiendan:   

  • Un estudio biomecánico y un tratamiento con órtesis plantaresAyudan a prevenir que estas lesiones aparezcan. A través de una exploración biomecánica se determinan los puntos de mayor presión al caminar. Con las plantillas se puede corregir la pisada y repartir la carga.
  • Uso de crema hidratante, para mantener la piel elástica y flexible.
  • Utilizar un calzado ancho y cómodo.

Tratamiento activo del heloma plantar

Se realiza cuando ya hay una lesión que es necesario eliminar. Para conocer cómo quitar los callos de los pies es importante saber que se puede optar por dos tratamientos:

  • Quiropodia, cuando se trata de un heloma normal. Se quita con bisturí y es prácticamente indolora. La quiropodia consiste en eliminar las capas superficiales en las que se acumulan células muertas en la piel del pie.
  •  Cirugía en los casos de helomas por inclusión. Este tipo de callos suele generar un tejido fibrótico alrededor del núcleo, que provoca mucho dolor.

Los podólogos no recomiendan el uso de callicidas. Es un tratamiento que, mediante un ácido crea una quemadura para eliminar ese tejido. El problema es que, además de terminar con el callo, puede quemar la piel sana si se aplica mal. Así, muchas veces agravan la situación generando una quemadura o herida en la piel.

Tampoco es aconsejable: 

  • Andar descalzo. 
  • Cortar los callos con tijeras o limarlos.

Si crees que tienes un heloma o callo debes acudir al podólogo para que evalúe tu pie y ponga un tratamiento adecuado. 

Diferencias entre los callos en los pies y las durezas o hiperqueratosis

Aunque suelen confundirse, no es lo mismo un heloma o callo que una hiperqueratosis o dureza Generalmente se diferencian por la profundidad de la lesión.

  • se produce en la capa superficial, y se van acumulando más capas. Es una lesión muy superficial que generalmente no duele.
  • es una lesión que se va formando capas hacia lo profundo, llegando a crear una especie de clavo o una puntita que se clava o se pincha.

Diferencias entre los callos en los pies y la verruga plantar o papiloma

Los callos en los pies no deben confundirse con la verruga plantar o papiloma. Esta última está causada por el virus del papiloma humano (VPH), que entra en el cuerpo a través de cortes o grietas de la piel. 

En la verruga o papiloma se visualizan vasos sanguíneos, como puntos negros o rojizos, que corresponden con capilares, y hay dolor agudo al pellizcar. No obstante, no molesta cuando se presiona la planta del pie. Asimismo, los dermatoglifos o huellas digitales de los pies están borrados. 

En los callos plantares no se ven puntos negros y el dolor apenas existe a la presión. Además se ven los dermatoglifos sobre la lesión. Eso sí, cuando el heloma está muy avanzado se terminan perdiendo estas líneas de la superficie plantar.  En Saludonnet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a precios muy asequibles.

Qué es un papiloma en el pie o verruga plantar

Los niños y adolescentes son más propensos a tener papilomas o verrugas plantares. Son lesiones que no son graves y para su contagio sólo es necesario el contacto directo. Las piscinas, los gimnasios o los colegios suelen ser los lugares en lo que más posibilidades hay de transmisión. Estas verrugas están provocadas por el virus del papiloma humano (VPH). A continuación resolvemos las preguntas más comunes que la mayoría de personas se hace cuando tienen un papiloma.

Qué es un papiloma en el pie

El papiloma en el pie o verruga plantar es una lesión que está producida por la infección del papilomavirus humano, que afecta a la epidermis y la dermis. Este virus se introduce en el organismo aprovechando pequeñas heridas, cortes o grietas que se han producido en la piel. En el inicio de su crecimiento comienzan a salir capilares y terminaciones nerviosas a su alrededor, lo que le da un aspecto de coliflor.  

Cómo es un papiloma en el pie

El papiloma en la planta del pie tiene unas características propias: es plano, tiene en el centro una parte más dura y produce dolor al caminar. Puede aparecer una lesión única o surgir en forma de racimo.

Cómo saber si tienes un papiloma en el pie: síntomas

Los papilomas en el pie suelen aparecer en los lugares que más peso soportan, como los talones o las almohadillas. Debido a la presión ejercida al estar de pie o caminar, generalmente se forma un callo, creciendo la verruga plantar por debajo de este. Muchos desaparecen sin necesidad de tratamiento. Los principales síntomas de un papiloma son:

  • Aparición de una protuberancia gruesa y áspera en la planta del pie.
  • Forma de coliflor y un color grisáceo o marrón.
  • Puede aparecer solo o con forma de racimo junto con otras verrugas.
  • Produce molestias a la presión y al pellizcar la zona.

Papiloma en el pie: tratamiento

El tratamiento más utilizado en dermatología es la crioterapia . Con nitrógeno líquido a una temperatura de -196 grados se congela y destruye la verruga plantar. Dependiendo del tamaño que tenga el papiloma en pie se necesitan diferentes aplicaciones de nitrógeno. Es importante tener en cuenta que tanto si es una verruga en el pie como en la mano, ambas zonas están recubiertas de una gruesa capa de queratina. Por este motivo primero se recomienda quitar el exceso de piel con un bisturí hasta que aparezcan los puntos sangrantes y después aplicar el nitrógeno, tanto en la lesión como ampliando sus bordes.

En el caso de los podólogos, utilizan otros productos como la cantaridina y el ácido nítrico para eliminar los papilomas.

Si ninguno de estos dos métodos funciona el especialista puede recomendar otros como la aplicación de ácido tricloroacético o el tratamiento con láser para quemar los pequeños vasos sanguíneos que están cerrados o, en casos más raros, la cirugía menor.

Papiloma en el pie: contagio

Los papilomas son muy contagiosos. El contagio se produce piel con piel, por eso es importante tomar precauciones para evitarlo. No andar descalzos por zonas públicas es la principal medida que se debe considerar. Asimismo es importante que la parte infectada no entre en contacto con otras zonas sanas, para que el virus no se propague.

Tomar medidas ayuda a evitar el contagio. Algunas de ellas son:

  • Intentar siempre ir calzados en zonas comunes como piscinas o duchas.
  • Secarse bien los pies.
  • Utilizar calcetines y calzado que transpire.
  • Ventilar el calzado después de usarlo.
  • Vigilar que no aparezca ninguna grieta en la planta del pie.

Papiloma en el pie en niños

Los niños están más expuestos a tener un papiloma en el pie que los adultos. El dolor o la molestia en la planta del pie puede ser un indicador de que hay un lesión de tipo “verruga pie”. Los más pequeños suelen contagiarse en las piscinas y dichas públicas, por lo que los profesionales recomiendan el uso de escarpines en las mismas para evitar el contagio, que se produce piel con piel. Asimismo también deben de secar bien la piel después de bañarse, no compartir toallas e intentar no permanecer demasiado tiempo con los pies húmedos.

La vacuna del virus del papiloma humano, incluida en el calendario de vacunación para prevenir el cáncer de cuello de útero en las niñas de 11 a 14 años, también ayuda a estar protegido contra los papilomas del pie.

Cuánto cuesta quitar un papiloma

El tiempo que tarda una verruga plantar en desaparecer depende del paciente, el tamaño que tenga y el tratamiento elegido. Generalmente en los niños desaparece antes, siendo necesarias un promedio de 4 o 5 sesiones. En adultos a veces se requieren el doble de sesiones.

Si hablamos de cuento cuesta quitar un papiloma en términos monetarios debemos decir que no existe un precio estándar, al ser un tratamiento que no siempre dura el mismo tiempo ni se realiza de la misma manera. No obstante el promedio del tratamiento completo para la eliminación de un papiloma plantar suele oscilar entre los 120 euros y los 250 euros. Pero hay que tener en cuenta que el precio siempre va a depender del proceder terapéutico. Si tienes verrugas plantares o papilomas debes acudir al médico o podólogo para eliminarlo. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y con el mejor trato.

¿Por qué se me duermen los pies?

Casi todo el mundo ha sentido alguna vez la incómoda sensación de tener los pies o las manos dormidas. En la mayoría de los casos se trata de un hecho puntual, sin mayor importancia, que desaparece en cuanto se le da movilidad a la parte del cuerpo afectada. Pero ese desagradable hormigueo o adormecimiento que aparece en las partes distales de las articulaciones, en ocasiones puede ser una señal de aviso ante la aparición de alguna patología a tener en cuenta.

Es importante prestar especial atención cuando es algo que se repite de forma recurrente en el tiempo. A continuación exponemos las principales causas de por qué se duermen los pies.

Un problema postural

Es el motivo más frecuente y se produce cuando se mantiene durante un tiempo una posición corporal en la que se está presionando un nervio. Sucede, por ejemplo, al sentarse en el suelo y poner un pie sobre el glúteo o cruzar una pierna sobre otra. En muchas ocasiones la persona es consciente de la postura adoptada, pero otras veces ocurre cuando está durmiendo, de forma involuntaria. Para conseguir “despertar” el pie dormido solo hay que recuperar la posición natural del cuerpo y mover la parte dormida.

Causa neurológica

Existen enfermedades que pueden causar daño en los nervios, encargados de enviar señales al cerebro y la médula espinal. Algunas están producidas por el abuso de sustancias como el alcohol, el tabaco o medicaciones como la utilizada en la quimioterapia en pacientes oncológicos. Estas patologías provocan síntomas como el hormigueo en los pies de forma repetida.

Asimismo hay otras enfermedades que afectan a los nervios y pueden producir que se duerman los pies:

  • La esclerosis múltiple. Es una enfermedad autoinmune degenerativa del sistema nervioso, que afecta a la médula espinal y al cerebro.
  • Los neuromas o lesiones de tipo tumoral en un nervio.
  • Pinzamientos o nervios atrapados como ocurre en las hernias discales.
  • Neuropatías periféricas, producida cuando los nervios periféricos no funcionan correctamente.

Causa vascular

Los problemas vasculares pueden ser también los responsables de este hormigueo en los pies. Las principales patologías que lo pueden causar son:

  • Ateroesclerosis o acumulación de grasa, colesterol u otras sustancias en las paredes de las arterias.
  • Trombosis o formación de un coágulo en una arteria o una vena, que no deja pasar el flujo de sangre hacia los tejidos
  • Síndrome de Reynaud. Es un trastorno raro que afecta a las manos y pies, provocando un estrechamiento de los vasos sanguíneos cuando la persona siente frío o situaciones de estrés.
  • Frío extremo en la parte distal de las articulaciones.

Artritis reumatoide

El 90% de las personas que padecen artritis reumatoide tienen afectadas las articulaciones de los pies casi desde el inicio de su enfermedad. Generalmente ocurre con las metatarsofalángicas, encargadas de unir la base de los dedos con el resto del pie. El síntoma más característico es la molestia en la parte superior del pie, que aumenta cuando se camina, se ejerce presión o se apoya el pie. El dolor puede aparecer solo o estar acompañado de una sensación de tener algo en la planta que molesta, como arenilla o cristales. Ocurre sobre todo por las mañanas y en ocasiones es similar a la que se tiene cuando se duermen los pies.

A medida que avanza la enfermedad, si no se pone tratamiento, aumenta la inflamación y se generan deformidades en los huesos del pie, ensanchándose la zona delantera y desviándose el dedo gordo hacia el exterior, mientras el resto quedan rígidos en flexión.

Un calzado inadecuado

El uso de zapatos de horma estrecha, que se ajustan demasiado al pie, puede causar problemas de circulación y provocar que se duerman los pies. La forma de solucionarlo es sencilla, se debe optar por un calzado más cómodo que no comprima los dedos ni la parte anterior del pie.

Para saber por qué se duermen los pies hay que descartar también otros factores como la falta de vitamina B12, la diabetes mellitus , las migrañas, tratamientos de quimioterapia o el hipotiroidismo. En este sentido, el tratamiento depende de la causa que lo ha producido y su pronóstico depende de las patologías asociadas.

Cuando la sensación de pies dormidos persiste en el tiempo se recomienda acudir al médico para que valore la causa de este síntoma. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites.

Qué son los dedos martillo, en garra o en maza y cómo se corrigen

El uso de un calzado inadecuado puede dar origen a determinadas malformaciones en los dedos de los pies como los dedos martillo, en garra o maza. Zapatos que quedan muy justos o tacones demasiado altos y estrechos obligan a comprimir los dedos de la parte delantera, haciendo que las articulaciones se doblen. Tener el pie muy apretado tensiona los músculos y termina acortando los tendones o ligamentos encargados de buscar el equilibrio y mantener rectos los dedos de los pies.  

Diferencias entre cada patología

Cada uno de los cuatro dedos más pequeños del pie tiene tres huesos. Lo normal es que estén en posición extendida. Cuando existe una presión sobre ellos aparecen algunas patologías que hacen que las articulaciones que los unen se arqueen. Curiosamente los dedos más largos del pie son los más propensos a padecer deformidades. Las más comunes son los dedos martillo, los dedos en garra y los dedos en maza, en función de la articulación que se flexione.

  • Dedos martillo. Se produce cuando se dobla hacia el suelo en la articulación media del dedo, elevando la propia articulación. Lo más frecuente es que ocurra en el segundo dedo. Las personas que tienen juanetes son más propensos a padecer también dedo martillo.
  • Dedos en garra. La articulación flexionada es la de la base del dedo, mientras la articulación del medio está doblada hacia abajo. Esta deformidad implica a los cuatro dedos del pie más pequeños, que se doblan hacia arriba en la zona en la que se unen con el resto del pie y hacia abajo en las articulaciones del medio y en las más cercanas a la punta de los dedos. Esto provoca que los dedos del pie se curven hacia abajo, simulando una garra de un animal.
  • Dedos en maza. En el dedo en maza, la articulación flexionada es la que está más próxima a la punta del dedo. Por lo general suele afectar al segundo dedo del pie, aunque también puede aparecer en los otros dedos.

Principales síntomas y diagnóstico

Aunque son tres patologías diferentes muchas veces comparten síntomas. El más frecuente es el dolor en un dedo o en el metatarso, compuesto por cinco huesos metatarsianos. También hay que prestar atención a la aparición de callos, que pueden ser muy dolorosos. Lo más habitual es:

  • Formación de una callosidad o dureza en la zona en la que el dedo entra en contacto con la parte superior del calzado.
  • Formación de un callo en la zona posterior de la punta del dedo o metatarso.

El diagnóstico de estas patologías se realiza en consulta, con una exploración física del pie. Allí, tanto el traumatólogo como el podólogo examinan el pie del paciente, comprobando si tiene o no callos, y realizando movimientos de flexión y extensión de las articulaciones. En ocasiones el especialista puede solicitar una radiografía, para descartar enfermedades como la artritis.

Tratamiento y prevención

Cuando los pies presentan alguna deformidad que molesta de manera constante hay que tomar medidas que ayuden a recuperar la calidad de vida. Los más frecuentes son:

Tratamiento conservador

  • Uso de un calzado de horma más ancha y poco tacón.
  • Tratamiento de las callosidades acudiendo al podólogo.
  • Llevar almohadillas en los dedos también favorece la desaparición del dolor, al eliminar la presión del callo que causa el dolor. Para el dedo en maza se recomiendan almohadillas de gel y para el dedo en martillo o en garra con un pequeño trozo de fieltro colocado sobre la articulación curvada es suficiente.
  • Tomar analgésicos cuando aparezca el dolor y recomiende el profesional.

Solución quirúrgica

  • Cuando los métodos no invasivos no dan resultados, el dolor aumenta y la pérdida de movilidad es importante hay que acudir a la cirugía para enderezar los dedos.  Se puede realizar de distintas formas que incluyen la extracción de parte del hueso, de una parte de la articulación o la movilidad de los tendones. El médico elige el método más adecuado tras estudiar las características del pie del paciente.  

Para prevenir estos problemas en los pies es recomendable el uso de calzado con tacón bajo y ancho. Además, hay que tener en cuenta que utilizar de manera frecuente zapatos con mucha altura y estrechos en la punta termina causando otros problemas como el Neuroma de Morton.

Asimismo los ejercicios que se realizan para fortalecer los dedos de los pies ayudan a evitar que las articulaciones se pongan rígidas. Algunos de los más útiles son:

  • Recoger canicas con los dedos de los pies y soltarlas. Repetir el ejercicio unas 20 veces.  
  • Estirar los dedos durante 5 segundos colocando una banda elástica que los cubra todos. Repetir unas 10 veces.

Si tienes deformidades en los pies como los dedos en martillo, garra o maza, debes acudir al médico para que realice un diagnóstico y ponga un tratamiento adecuado. En SaluOnNet contamos con traumatólogos expertos en problemas de pie y dispuestos a ayudarte.

Por el contrario, si prefieres que sea un podólogo el que te vea primero entre en nuestro portal y adquiere una consulta sin listas de espera y a unos precios muy asequibles.

¿En qué consiste el espolón calcáneo?

La musculatura de la planta del pie está protegida por la fascia plantar, que es un tejido fibroso que da consistencia al arco plantar y termina en la zona del talón. En ocasiones se produce una prolongación ósea, en forma de pico, a consecuencia de una acumulación de cristales de ácido cálcico o ácido úrico en la zona del talón, como una prolongación del hueso. En este caso hablamos de espolón calcáneo. No es lo mismo que fascitis plantar, aunque muchas veces se producen a la vez.

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Dolor en el pie: ¿Neuroma de Morton?

Cuando el tejido de un nervio se engrosa, por irritación de la zona o compresión, se forma un neuroma. Puede producirse en diferentes partes del cuerpo, pero el más frecuente, en un 75% de los casos, es el que aparece en la base del tercer y cuarto dedo del pie, entre los huesos metatarsianos. Se denomina Neuroma de Morton y causa una dilatación o engrosamiento del nervio que provoca dolor permanente.

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Fascitis plantar: síntomas y tratamiento

Hacer deporte pisando en superficies duras e irregulares, llevar tacón durante muchas horas o tener los pies cavos o con exceso de curvatura puede provocar inflamación de la fascia plantar. Es una banda de tejido elástico que va desde el hueso calcáneo, que forma el talón del pie, hasta la zona en la que se encuentran los metatarsos, delante de los dedos. Cuando se hincha provoca lo que conocemos como fascitis plantar.

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Pensando en él ¿y si regalas SALUD?

Una corbata, un teléfono, una colonia, algo de ropa, la música que le gusta… ¿Y por qué no le regalas SALUD? Quizás ahora sea el momento de acabar con los regalos predecibles y sorprenderle, a la vez que le ayudas a que se cuide un poco. Es perfecto si no sabes qué regalar para el Día del Padre o para cualquier otra efeméride importante en la que quieras sorprenderlo. En función de cuáles sean sus aficiones y su estilo de vida (alimentación, sedentarismo o ejercicio…) en SaludOnNet te proponemos algunas opciones con las que acertarás seguro.

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Las molestas uñas incarnadas

Los pies son una parte muy importante de nuestro cuerpo, que debemos cuidar y prestar atención. Hace tiempo hablábamos del aumento de consultas podológicas a causa de la importante demanda de plantillas ortopédicas, pero uno de los principales de motivos por los que las personas acuden a la consulta de podología es a causa de las uñas incarnadas, encarnadas u onicocriptosis. Quienes las han tenido en alguna ocasión saben lo dolorosas y molestas que son.

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