Fimosis en adultos: causas, tratamiento y opciones
La fimosis en adultos es una afección que puede generar molestias y afectar la calidad de vida. Se trata de la incapacidad para retraer el prepucio sobre el glande, lo que puede causar dolor, infecciones y dificultades en la higiene íntima. Aunque muchas personas asocian la fimosis con la infancia, en la edad adulta también puede presentarse, ya sea porque no se resolvió en la niñez o debido a factores adquiridos con el tiempo.
Es algo que no solo impacta la salud física del hombre, sino que también puede tener efectos psicológicos, afectando su autoestima y sus relaciones íntimas.
¿Qué es la fimosis en adultos?
La fimosis en adultos se caracteriza por la incapacidad del prepucio para deslizarse completamente hacia atrás y descubrir el glande. Aunque en niños pequeños es un fenómeno común y natural, en la edad adulta puede convertirse en un problema si genera dolor, inflamación o dificultad para mantener una higiene adecuada.
La piel del prepucio puede volverse rígida y perder elasticidad con el tiempo, impidiendo su retracción normal. Esta condición no solo puede causar incomodidad, sino que también puede aumentar el riesgo de infecciones; la acumulación de esmegma- secreción que suele acumularse en los genitales- debajo del prepucio puede favorecer la proliferación de bacterias y hongos. Además, la fimosis puede influir en la vida sexual del paciente, causando dolor durante las relaciones y, en algunos casos, disfunción eréctil derivada de la incomodidad y la ansiedad generada por la afección.
¿Por qué se produce la fimosis en adultos?
Existen diversas razones por las que se produce la fimosis en adultos, entre las principales se encuentran:
- Inflamaciones e infecciones recurrentes: la balanitis o la balanopostitis pueden causar cicatrices que reducen la elasticidad del prepucio. Cuando estas infecciones se presentan con frecuencia, el tejido prepucial puede endurecerse, lo que dificulta su movilidad y retracción. Además, la inflamación prolongada puede generar adherencias que agravan el problema.
- Falta de higiene: la acumulación de esmegma puede provocar irritación y estrechamiento del prepucio. No lavar adecuadamente la zona íntima favorece la proliferación de microorganismos que pueden desencadenar infecciones y procesos inflamatorios, contribuyendo al desarrollo de la fimosis.
- Diabetes: esta enfermedad favorece la aparición de infecciones, que pueden derivar en fimosis. Los niveles elevados de glucosa en la sangre pueden debilitar el sistema inmunológico y alterar la flora bacteriana de la piel, facilitando la aparición de infecciones crónicas en el prepucio.
- Envejecimiento y cicatrización: con el tiempo, el tejido prepucial puede perder elasticidad debido a pequeñas lesiones o cicatrices. La edad puede influir en la capacidad regenerativa de la piel, haciendo que cualquier lesión en el prepucio tarde más en sanar y termine formando tejido cicatricial rígido.
- Enfermedades de la piel: patologías como el liquen escleroso pueden endurecer la piel del prepucio. Este trastorno dermatológico provoca un engrosamiento y endurecimiento de la piel, lo que puede restringir la movilidad del prepucio y derivar en fimosis.
¿Cómo curar la fimosis sin cirugía en adultos?
Si bien la solución definitiva suele ser quirúrgica, existen alternativas para curar la fimosis sin cirugía en adultos, especialmente en casos leves:
- Cremas con corticoides: aplicadas durante varias semanas, ayudan a reducir la inflamación y mejorar la elasticidad de la piel. Estos tratamientos suelen ser efectivos en etapas tempranas de la fimosis y deben ser indicados por un médico para evitar efectos adversos.
- Ejercicios de estiramiento: movilizar el prepucio de manera progresiva, sin causar dolor, puede ayudar a expandir el tejido. Estos ejercicios deben realizarse con delicadeza y constancia para evitar lesiones que puedan agravar la condición.
- Baños de agua tibia con manzanilla: pueden ayudar a relajar la piel y facilitar los ejercicios de estiramiento. La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes que pueden reducir las molestias y mejorar la flexibilidad del prepucio.
Es fundamental acudir al urólogo para determinar si estas medidas son adecuadas o si se requiere otro tratamiento.
Operación de fimosis en adultos
Cuando la fimosis genera dolor, infecciones recurrentes o problemas en las relaciones sexuales, la cirugía suele ser la mejor opción. La operación de fimosis en adultos se realiza mediante dos procedimientos principales:
- Circuncisión. Se extirpa total o parcialmente el prepucio. Es el procedimiento más común y garantiza la eliminación definitiva de la fimosis. Este procedimiento no solo resuelve la fimosis, sino que también reduce el riesgo de infecciones urinarias y de transmisión sexual. La circuncisión puede realizarse con anestesia local o general y suele durar entre 30 y 60 minutos.
- Prepucioplastia. Consiste en una incisión para ensanchar el anillo prepucial sin retirar el prepucio por completo. Se recomienda en casos donde se desea preservar la función y estética del prepucio. Aunque menos común que la circuncisión, la prepucioplastia puede ser una alternativa para pacientes que desean evitar la resección total del prepucio.
El procedimiento es ambulatorio y suele realizarse en menos de una hora. Posteriormente, el paciente debe seguir una serie de cuidados postoperatorios para garantizar una correcta recuperación.
Postoperatorio de la fimosis
El postoperatorio de la fimosis es relativamente rápido. En las primeras semanas, pueden aparecer molestias, inflamación y pequeños sangrados. Para una buena recuperación, se recomienda:
- Aplicar cremas cicatrizantes según indicación médica.
- Usar ropa interior cómoda para evitar el roce.
- Evitar relaciones sexuales durante al menos 4 semanas.
- Mantener una higiene adecuada y realizar lavados con suero fisiológico.
Remedios caseros para grietas en el prepucio
En ocasiones, la fimosis causa grietas en el prepucio. Pueden ser dolorosas e indicar un problema subyacente como sequedad, infección o fimosis incipiente. Algunos remedios caseros pueden ayudar:
- Aloe vera: tiene propiedades regenerativas y calmantes.
- Baños con camomila: ayudan a reducir la inflamación.
- Aceite de coco: hidrata y protege la piel.
- Evitar jabones agresivos: usar productos neutros para la higiene íntima.
La fimosis en adultos es un problema que no debe ignorarse. Aunque existen tratamientos conservadores, la solución definitiva suele ser quirúrgica en casos avanzados. Consultar con un urólogo es clave para recibir el tratamiento adecuado y evitar complicaciones. En SaludOnNet contamos con especialistas dispuestos a ayudarte en lo que necesites, sin esperas y a unos precios muy asequibles. La salud íntima es fundamental, y abordar esta afección a tiempo mejora la calidad de vida y el bienestar general.
Qué es una intervención quirúrgica u operación
Una intervención quirúrgica es una operación que se realiza con fines diagnósticos, de tratamiento o de rehabilitación de lesiones que han sido causadas por enfermedades o accidentes. Aunque en muchas ocasiones se le denomina también cirugía, es más apropiado hablar de intervención u operación, puesto que el término cirugía hace referencia a una disciplina médica concreta que se encarga de curar a los pacientes mediante operaciones.
Cuáles son las intervenciones quirúrgicas más comunes
Son muchas son las patologías por las que una persona puede entrar en un quirófano, pero hay algunas que son más habituales que el resto. Las cirugías que con más frecuencia realizan los médicos son:
- Operación de cataratas. Se engloba en el ámbito de la oftalmología. Esta operación consiste en extracción del cristalino que se ha vuelto opaco y su sustitución por uno artificial o por una lente intraocular. En la actualidad más del 70% de las personas mayores de 70 años sufre cataratas, lo que les ocasiones la pérdida total o parcial de la visión.
- Colecistectomía. Forma parte de la cirugía general. Es una operación que consiste en la extracción de la vesícula biliar enferma, para evitar los dolores o cólicos que produce y mejorar la tolerancia a los alimentos. Asimismo también se realiza cuando la vesícula tiene alguna infección o cáncer.
- Operación de Apendicitis o Apendicectomía. También de Cirugía general.Consiste en la extracción quirúrgica del apéndice, cuando este pequeño tubo que se desprende está inflamado a consecuencia de una infección.
- Endoarteriectomía de la carótida. Se trata de una cirugía cardiovascular que busca eliminar la obstrucción de las arterias carótidas, situadas en el cuello y encargadas de trasladar sangre al cerebro. Esta patología es importante tratarla para evitar la aparición de un accidente cerebrovascular.
- Cesárea. Se engloba en el ámbito de la obstetricia. Es un parto quirúrgico que se realiza mediante una incisión realizada en la zona baja del abdomen. Se lleva a cabo cuando los médicos consideran que el más seguro para el bebé, la madre o ambos que el parto sea así, en vez de por el canal natural.
Asimismo también hay que hacer referencia a otras intervenciones habituales como la biopsia de mama, el legrado uterino , la operación de hemorroides, la histerectomía o extracción del útero, la intervención de hernia inguinal, la mastectomía o la prostactectomía o extirpación de la glándula prostática.
Cómo afrontar una intervención quirúrgica
Ante una operación las personas reaccionan de diversa manera. Hay quienes lo asumen con tranquilidad, siendo conscientes que forma parte de un proceso natural. Es normal sentir múltiples emociones, al prepararse para ponerse en manos de los cirujanos.
Pero hay veces que las emociones negativas afectan a la intervención quirúrgica. Diversos estudios indican que enfrentarse a una operación con un cuadro de ansiedad o estrés es malo para el proceso de recuperación. El estrés quirúrgico puede llevar a desarrollar tensión muscular, sudor en las manos y molestias estomacales e intestinales. En ocasiones también aparecen taquicardias.
En este sentido, es mejor prevenir y practicar ejercicios de meditación como el Mindfullness, muy eficaces en momentos de ansiedad, estrés o dolor.
Permisos laborales por intervención quirúrgica
Para conocer cuántos días de permiso corresponden por una intervención quirúrgica de un familiar hay que acudir al Estatuto de los Trabajadores. Según se indica son 2 días por accidente o enfermedad grave, hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que requiera reposo domiciliario, hasta el segundo grado de consanguineidad o afinidad. En los casos en los que se requiere desplazamiento a otra provincia el plazo se amplía a 4 días.
En este sentido es importante conocer que no es obligatorio que el permiso comience el enfermo siga ingresado. También que se cuentan los días naturales (incluyen fines de semana y festivos) y seguidos, no pudiendo partir el permiso. En cualquier caso la duración de estos permisos se puede ver mejorada por el convenio colectivo de cada trabajador. Los familiares de primer grado son padres, hijos, cónyuge, suegros, yernos y nueras. Los de segundo grado son abuelos, hermanos, nietos y cuñados.
Por otro lado cuando una persona se somete a una intervención quirúrgica no le corresponde ningún día de permiso, sino una baja laboral. Tras la operación el hospital prepara un informe con el que se debe de acudir al médico de cabecera para que tramite la baja por los días necesarios para la recuperación. Si te vas a someter a una intervención quirúrgica debes mantener la calma, afrontarla con un pensamiento positivo y pensar que te pones en buenas manos. En SaludOnNet contamos con cirujanos expertos que harán que tu experiencia en quirófano sea lo mejor posible.
¿Qué es la frenuloplastia? ¿En qué consiste y en qué casos se aconseja?
Muchos hombres padecen un trastorno congénito que se conoce como fimosis. Consiste en la dificultad de retraer el prepucio por la existencia de un frenillo corto. El frenillo es una estructura cutánea que se localiza en el pene y posibilita que los varones puedan retraer el prepucio de manera que se libere el glande en su totalidad, lo que permite una correcta higiene en la zona y mantener relaciones sexuales placenteras. (más…)
Frenillo corto o fimosis: Preguntas y respuestas
La fimosis es una malformación del pene que afecta a los varones desde el nacimiento. Es común en los bebés y con frecuencia son las madres las que van al médico, al observar que su hijo presenta dificultad para retraer el prepucio.El frenillo corto es el calificativo más usado por la mayoría de la población, aunque su nombre desde el punto de vista científico es fimosis. (más…)
Qué es la fimosis y cuándo operar mediante circuncisión
El cuidado del pene en los niños es importante y se considera uno de los puntos de atención en la visita al pediatra. Los padres han de retraer la piel suavemente hacia atrás cuando realizan la higiene o el cambio de pañal, para evitar que aparezca la fimosis. Pero ¿qué es la fimosis? Es un problema en la piel del pene que se produce cuando está en erección. En ese estado el glande debería quedar al descubierto, pero no lo hace por culpa de un anillo de tejido fibroso formado en el prepucio, que lo impide. Se da con bastante frecuencia en los recién nacidos y niños pequeños, a modo de protección, y generalmente se resuelve por sí solo.