Trastornos de alimentación: tipos, síntomas y tratamientos
Los trastornos de alimentación son un problema frecuente y de inicio cada vez más temprano. Según señalan diversos estudios uno de cada 250 adolescentes, también chicos, tendrá algún problema con la alimentación. Además empezará con 13 o 14 años, mucho antes que hace unos años. El más conocido es la anorexia, una enfermedad mortal si no se detecta precozmente y se trata de forma adecuada.
Tipos de trastornos
La sociedad actual impone un canon de belleza que en muchos casos no se corresponde con los cuerpos de la mayoría de las personas. Chicas y chicos muy delgados, casi esqueléticos, desfilan por las pasarelas de medio mundo e inundan los anuncios de importantes marcas. Son el ejemplo a seguir de muchos adolescentes que consideran que lo ideal es estar muy delgado. Y es cuando aparecen los trastornos de alimentación. Aunque hay algunos más conocidos que otros, enumeramos los más frecuentes.
- Anorexia. Pérdida significativa de peso causada por la propia persona, que controla de modo exagerado la ingesta de alimentos con el objetivo de no engordar, tomando incluso, productos para inhibir el apetito o laxantes. Existe una alteración mental que hace que la persona que la padece centre sus esfuerzos en perder peso. Quienes sufren esta patología tienen una visión totalmente distorsionada de su cuerpo. Es una enfermedad que, sobre todo, se asocia con chicas adolescentes. Pero cada son más los chicos y las personas adultas que la padecen.
- Bulimia. Las personas con esta enfermedad comen de forma voraz alimentos con muchas calorías y después, ante un sentimiento de culpa enorme, se provocan el vómito con el objeto de no engordar.
- Ortorexia. Patología que se basa en la obsesión por comer sano. Generalmente la padecen quienes hacen mucho deporte y quieren tener un cuerpo diez. Suelen dejar de comer alimentos como la carne roja, grasas, azúcar y lácteos.
- Vigorexia. Trastorno por el cual la persona no termina de verse con suficiente masa muscular, a pesar de estar constantemente haciendo ejercicio. Suelen ingerir suplementos de proteínas y anabolizantes.
- Potomanía. Obsesión por beber agua constantemente. Quien lo padece puede llegar a tomar hasta 4 litros diarios. Llenar el estómago de líquidos es otra forma de restringir la comida, por lo que está relacionado también con la anorexia y la bulimia.
- Pregorexia. Trastorno que les sucede a las mujeres embarazadas que no quieren engordar. Se restringen la comida, con lo que se pone en riesgo también la vida del bebé.
Síntomas de trastornos alimenticios
Se desconoce la causa exacta de estos trastornos, pero influyen factores psicológicos, sociales, culturales y genéticos. Se sabe qe algunas personas pueden haber sufrido trastornos de ansiedad desde la niñez, son muy perfeccionistas o han tenido problemas con la alimentación desde niños, entre otros síntomas. Es importante atender a las señales para tomar medidas lo antes posible. Algunas de ellas son:
- Adelgazar de manera notable
- Obsesionarse con la alimentación y con estar delgado
- Pesarse muchas veces
- Beber agua de manera constante
- Comer raciones muy pequeñas
- Evitar alimentos que contienen grasas o lácteos
- Hacer ejercicio de manera exagerada
- Evitar celebraciones que giren en torno a la comida
- Mostrarse insatisfecho con su cuerpo
- Ir al baño siempre después de las comidas
- Comprar laxantes frecuentemente
Consecuencias de trastornos alimenticios
Los trastornos de alimentación tienen graves consecuencias al derivar en problemas de salud importantes, como la desnutrición. Afectan de distintas formas, aunque las más comunes son:
- Pérdida de pelo
- Ausencia de menstruación en las mujeres (amenorrea)
- Fragilidad, mareos
- Dolor de estómago
- Anemia
- Pérdida de potasio, que puede conllevar problemas cardiacos
- Problemas emocionales, agravados con estrés
Tratamiento de los trastornos alimenticios
Cuando se detectan de forma temprana es posible tratar estos trastornos de alimentación. Ayudar a quien los padece a comer cada vez más y mejor es una labor complicada, pero posible. Eso sí, es importante trabajar con un equipo multidisciplinar, en el que haya médicos psiquiatras, psicólogos y endocrinos o dietistas.
La terapia familiar ayuda en la recuperación de quien sufre un trastorno de estas características. Los padres y hermanos juegan un papel importante en el trabajo de ayuda. Estos trastornos son muy frecuentes en la adolescencia, momento complicado en la vida de cualquier persona, por lo que es importante que el enfermo no se sienta un bicho raro. El objetivo es que la persona está conforme con su peso y acepte su cuerpo.
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