Vaginitis: síntomas, tipos y tratamiento
La vaginitis es un proceso inflamatorio de la vulva y/o de la vagina con un aumento de las secreciones vaginales. También se llama vulvovaginitis y sus síntomas son inespecíficos. Les ocurre tanto a las mujeres adultas como a las niñas, aunque a estas últimas en menor medida. Se calcula que un 75% de las mujeres tendrá algún caso de vaginitis una vez en su vida.
Se produce por falta de higiene, por tener una vida sexual activa o a consecuencia de alguna alergia, entre otros motivos. Para realizar un diagnóstico correcto el médico debe tomar una muestra del flujo vaginal, que será analizada en un laboratorio, ya que sólo con la exploración física de la paciente es muy complicado determinar si tiene o no vaginitis.
Principales síntomas
Cuando una paciente tiene esta patología presenta síntomas característicos, en su mayoría bastante molestos:
- El flujo vaginal cambia, tanto en la cantidad que tiene como en el aspecto y olor. Puede mostrarse blanquecino o grisáceo, grumoso y, por lo general, desprende un fuerte olor a la pescado.
- Aparece irritación en la zona de la vulva y la vagina (eritemas o edemas vulvares).
- Fuerte picor en la zona.
- Aparición de fisuras y cambios en el aspecto del cuello del útero.
La vaginitis puede ser de diferentes tipos. En función de cuál tenga la paciente, así debe ser el tratamiento médico a seguir:
- Infecciosa. En casi el 50% de los casos se trata de vaginosis bacteriana (VB), en un 20% de vulvovaginosis candidiásica (VVC) y, en un porcentaje menor, de vaginitis trichomoniásica (VT).
- No infecciosa. Suponen el 10% de la vaginitis. Pueden ser inflamatorias descamativas, atróficas, por retención de cuerpos extraños, por reacciones alérgicas al látex o por enfermedades del colágeno, entre otras.
El tratamiento varía en función del tipo de vaginosis que presente la paciente, por lo que es importante acudir al ginecólogo en cuanto aparezcan los síntomas. La más frecuente es la vaginosis bacteriana (VB). Muchas veces es asintomática y la padecen con más frecuencias las mujeres sexualmente activas, muy por encima de aquellas que no tienen apenas sexo. Se trata con metronidazol, por vía oral o vaginal o clindamicina y está indicado en mujeres sintomáticas, cuando la paciente se ha contagiado y va a ser intervenida quirúrgicamente del aparato genital y en el caso de mujeres con riesgo de infección por VIH. Es frecuente que en un plazo de tres meses vuelva a aparecer, tras haber sido eliminada la VB. Ocurre en el 30% de las pacientes.
Recomendaciones para aliviar los síntomas
Por lo general el médico realiza algunas recomendaciones para las mujeres que tienen vaginosis, con el objeto de ayudarles a llevar mejor los síntomas:
- Es mejor asearse con duchas y no con baños. Se deben evitar mientras dure la inflamación.
- Hay que quitarse la ropa húmeda enseguida, sobre todo los bañadores.
- No se deben tomar antibióticos de amplio espectro, en la medida de lo posible.
- Hay que usar ropa interior de algodón y evitar las prendas sintéticas.
- No mantener relaciones sexuales hasta que desaparezcan los síntomas.
- Tener una correcta higiene vaginal, con agua y jabón y secar bien la zona.
- No se debe tomar alcohol hasta 48 horas después de finalizar la toma de la medicación.
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