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¿Qué es la reversión de vasectomía?
La vasectomía consiste en la ligadura de los conductos deferentes a nivel escrotal con el fin de impedir el paso de los espermatozoides. De esta forma se consigue que el hombre pueda mantener relaciones sexuales con una mujer, sin protección, sin que exista ninguna posibilidad de fecundarla. Pero con el tiempo un porcentaje de los varones que se han sometido a esta intervención se arrepienten y quieren recuperar la capacidad de reproducirse.
La reversión de la vasectomía o vasovasostomía es una operación que anula la vasectomía y requiere de cirujanos expertos y familiarizados con técnicas microquirúrgicas. Tiene por finalidad restablecer la permeabilidad de las vías seminales que han sido previamente ocluidas, conectando de nuevo el conducto deferente que transporta los espermatozoides desde los testículos hasta el semen. Casi todas las vasectomías pueden revertirse, pero eso no significa que tengan éxito a la hora de concebir un hijo. Esta operación se realiza en hombres que desean recuperar la fertilidad después de haber sido previamente vasectomizados.
El porcentaje de logro de embarazos en las parejas en las que el hombre se ha realizado una reversión de la vasectomía con éxito puede llegar a rondar el 80%. Los especialistas señalan que la tasa de fertilidad disminuye en función del tiempo transcurrido desde la vasectomía. No obstante, gracias a las técnicas de reproducción asistida muchos hombres que en su día se hicieron una vasectomía y la quieren revertir pueden ser padres.
Indicaciones
La reversión de la vasectomía está indicada para todos aquellos hombres que se han realizado una vasectomía y, pasado un tiempo, quieren recuperar su fertilidad. Actualmente se estima que ocurre entre el 2 y el 4% de los varones. La operación no es agresiva y tiene muy pocos efectos secundarios. Si a esto le unimos que cuenta con un porcentaje importante de efectividad se convierte en una intervención aconsejada por los médicos y mucho más barata que cualquier método de reproducción asistida.
Se trata de una cirugía compleja, con una tasa de éxito elevada, rondando el 90%, que depende de varios factores como:
- El tipo de procedimiento que se utilice para realizar la reversión.
- El tiempo que ha transcurrido desde que el paciente se hizo la vasectomía.
- La habilidad del médico en la intervención quirúrgica.
- La calidad y cantidad de los espermatozoides.
- Los efectos anatómicos de la vasectomía.
- La presencia de anticuerpos antiespermáticos.
- Fertilidad de la pareja.
Operación de reversión de vasectomía
La operación de reversión de vasectomía es mínimamente invasiva y su precio es inferior al de cualquier tratamiento de reproducción asistida. Ofrece la posibilidad de conseguir un embarazo de manera natural y da la opción de congelar semen en el momento de la reversión y obtenerlo en un futuro, si se quieren usar técnicas de reproducción asistida más adelante.
El médico en consulta, generalmente un urólogo con manejo de la técnica, realiza la historia clínica y un examen físico del paciente. Asimismo es habitual que quiera asegurarse de que el paciente produce espermatozoides sanos que le permitan poder tener hijos y confirmar que la pareja también puede tenerlos, recomendando estudios ginecológicos.
Antes de la intervención es probable que el médico solicite la suspensión de medicamentos como anticoagulantes o analgésicos, porque pueden incrementar el riesgo de sangrado.
La reversión de la vasectomía se realiza en un hospital y tiene una duración de entre 3 y 4 horas. Por lo general se trata de un procedimiento ambulatorio, que se lleva a cabo con anestesia general o epidural. Es una operación más complicada que la vasectomía, por eso es importante que el médico tenga práctica. Se puede realizar de dos formas y el cirujano opta por una u otra en función de las características del paciente al analizar el líquido del conducto deferente:
- Vasovasostomía. Consiste en la unión, mediante puntos, de los extremos seccionados de cada conducto deferente que transporta los espermatozoides.
- Vasoepididimostomía. Es la unión de los conductos deferentes directamente al epidídimo, órgano ubicado detrás de cada testículo que contiene los espermatozoides. Esta intervención es más complicada y se elige cuando no se puede realizar la anterior o cuando hay pocas posibilidades de que funcione.
Hay veces que el urólogo opta por una combinación de ambas técnicas.
El cirujano realiza una pequeña incisión de unos 3 cm en la bolsa testicular, en la parte inferior del escroto, dejando a la vista el conducto deferente, encargado de transportar los espermatozoides. Después realiza un corte para abrir el conducto, extirpa la porción ocluida y comprueba si el líquido seminal tiene espermatozoides. En caso afirmativo conecta los extremos del conducto mediante puntos de sutura con técnica microquirúrgica, para reestablecer el paso del esperma. En ocasiones el estado de los extremos de los conductos impide la repermeabilización quirúrgica.
Cuando el tejido cicatrizal bloquea su paso y al abrir no se observa líquido o es muy espeso el especialista suele optar por realizar una vasoepididimostomía.
Postoperatorio
El postoperatorio de una vasovasectomía es llevadero y no suele presentar complicaciones. Después de la cirugía las heridas causadas por las incisiones se cubren con una venda. Se recomienda utilizar un suspensorio varias semanas durante todo el día con el objetivo de que la zona quede bien sujeta. Sirve de apoyo al escroto y evita roces innecesarios y dolorosos. Pasados 15 días es aconsejable utilizarlo cuando se haga ejercicio.
También es recomendable la aplicación de frío en la zona intervenida, para reducir a inflamación. Lo normal es que los puntos desaparezcan en una semana.
En ocasiones aparecen algunos efectos secundarios. Los principales, que requieren de visita al médico para su tratamiento, son:
- Infección. No es frecuente pero es un riesgo que está presente en todas las intervenciones quirúrgicas. Se trata con antibióticos.
- Sangrado en el escroto. Puede producir que se acumule sangre en la zona, provocando inflamación y dolor.
- Dolor crónico. Es poco frecuente que las molestias continúen después de la intervención quirúrgica.
Durante los primeros días es normal que haya dolor e inflamación en la zona, pero las molestias desaparecen rápido. El paciente debe retomar su vida con calma, limitando las actividades que causen movimiento en los testículos como el runnning, montar a caballo o en bicicleta o coger peso durante el primer mes.
No se aconseja mantener relaciones sexuales ni eyacular hasta tres semanas después o hasta que el médico lo considere apropiado.
Pasadas 8 semanas de la intervención quirúrgica el médico examina el semen del paciente y determina si la operación ha tenido éxito. Es la única forma de saber si contiene o no espermatozoides. La probabilidad para lograr un embarazo depende de factores como el tiempo que haya pasado desde que el paciente se hizo la vasectomía o la edad de la mujer.
La tasa de éxito de la intervención oscila entre 70 y 90% y la de gestaciones entre 40 y 80% de los casos en los que se logra repermeabilizar. Si el procedimiento fracasa es posible someterse a una segunda cirugía de reversión de vasectomía.
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