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te regalamosProstatectomía radical en Córdoba. ¿En qué consiste?
La prostatectomía radical es una intervención quirúrgica avanzada realizada para el tratamiento del cáncer de próstata en etapas localizadas. Este procedimiento tiene como objetivo la extirpación completa de la próstata y, en algunos casos, de los tejidos circundantes para eliminar el tumor y reducir el riesgo de recurrencia.
Principales indicaciones
La prostatectomía radical se indica principalmente en pacientes con cáncer de próstata en etapas tempranas, donde el tumor está confinado a la próstata y no se ha diseminado a otras partes del cuerpo. Se recomienda en los siguientes casos:
- Cáncer de próstata localizado: cuando el cáncer está limitado a la próstata y no ha afectado los ganglios linfáticos cercanos.
- Elevación del PSA: niveles elevados de antígeno prostático específico (PSA) que sugieren la presencia de cáncer.
- Biopsia positiva: resultados de biopsia que confirman la presencia de células cancerosas en la próstata.
Procedimiento de la Prostatectomía Radical
La prostatectomía radical se puede realizar mediante dos técnicas principales: cirugía abierta y cirugía laparoscópica asistida por robot. El procedimiento incluye los siguientes pasos:
- Anestesia y preparación. El paciente se somete a anestesia general. En la cirugía abierta, se realiza una incisión en el abdomen o la parte inferior del abdomen. En la cirugía laparoscópica asistida por robot, se hacen pequeñas incisiones para insertar los instrumentos quirúrgicos.
- Extirpación: de la Próstata. El cirujano remueve la próstata junto con las vesículas seminales y, a veces, los ganglios linfáticos cercanos. Se preservan los nervios que controlan la erección si es posible.
- Reconexión de la uretra. Se reconecta la uretra al cuello de la vejiga para permitir la continencia urinaria postoperatoria.
Recuperación
El proceso de recuperación después de una prostatectomía radical generalmente incluye:
- Estancia hospitalaria. Los pacientes suelen permanecer en el hospital de 1 a 3 días, dependiendo del tipo de cirugía y la recuperación inicial.
- Catéter urinario. Se coloca un catéter durante unos días para drenar la orina mientras el área quirúrgica se cura.
- Rehabilitación. La mayoría de los pacientes pueden reanudar sus actividades normales en unas pocas semanas, pero se recomienda evitar actividades físicas intensas y levantar objetos pesados durante al menos 6 semanas.
- Seguimiento. Se realizan consultas periódicas para monitorear la recuperación, los niveles de PSA y la función urinaria y sexual.
Beneficios de la intervención
Los beneficios de la prostatectomía radical incluyen:
- Eliminación del cáncer. La extirpación completa de la próstata puede eliminar el cáncer en etapas localizadas y reducir el riesgo de recurrencia.
- Mejora de la calidad de vida. Para muchos pacientes, la cirugía proporciona alivio de los síntomas y una mejor calidad de vida a largo plazo.
- Opciones de tratamiento adicionales. La cirugía puede permitir opciones de tratamiento adicionales o combinadas para el cáncer de próstata avanzado si es necesario.
Complicaciones
Como con cualquier cirugía mayor, la prostatectomía radical conlleva riesgos y posibles complicaciones, entre las que se incluyen:
- Infección: riesgo de infecciones en el sitio quirúrgico o en el tracto urinario.
- Sangrado: hemorragia durante o después del procedimiento.
- Incontinencia Urinaria: problemas para controlar la orina, que suelen mejorar con el tiempo y la rehabilitación.
- Disfunción Eréctil: problemas para lograr o mantener una erección, que pueden mejorar con el tiempo o con tratamiento especializado.
- Linfedema: hinchazón en las piernas debido a la eliminación de ganglios linfáticos.
La prostatectomía radical realizada en Córdoba es una opción de tratamiento eficaz para el cáncer de próstata en etapas tempranas. Con técnicas quirúrgicas avanzadas y un enfoque en la preservación de la calidad de vida del paciente, este procedimiento ofrece una solución para manejar y potencialmente curar el cáncer de próstata.
La elección entre cirugía abierta y laparoscópica, junto con el manejo adecuado de la recuperación y las posibles complicaciones, contribuye al éxito general del tratamiento y la mejora en la calidad de vida postoperatoria.