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Consulta + Infiltración de ácido hialurónico Hospital Viamed Santa Ángela de la Cruz

valoración

8,8 (93 valoraciones)

Avenida de Jerez, 59, Sevilla (Sevilla)

Registro Sanitario: 31303

Las infiltraciones de ácido hialurónico en traumatología, en forma de inyecciones intraarticulares en pacientes con artrosis de rodilla (gonartrosis), reciben también el nombre de viscosuplementación. El AH es un polisacárido glucosaminoglicano no sulfurado, que está 
distribuido por el cuerpo humano, formando parte del tejido conectivo y  del líquido sinovial. Actúa como lubricante, rellenando las articulaciones y permite realizar movimientos sin que exista fricción. 

La infiltración de una articulación es un procedimiento  que presenta pocos riesgos y muchos beneficios. Lo que el médico busca  es obtener un efecto lubricante, mecánico y bioquímico en la articulación afectada de artrosis. De esta forma el paciente consigue un alivio del dolor y mejora su movilidad.

Se trata de un tratamiento cuyos efectos se suelen empezar a notar pasadas 24 horas. En este sentido ya hay estudios que demuestran su eficacia y consiguen retrasar la implantación de prótesis en el caso de personas que tengan artrosis severa de rodilla

En los últimos años las infiltraciones con ácido hialurónico se han extendido a otras articulaciones, como el tobillo, la cadera, el hombro e incluso pequeñas articulaciones de la mano o la temporomandibular.

Su uso está aprobado por la Unión Europea como tratamiento para paliar el dolor en las zonas antes descritas, así como los problemas que ocasiona la artritis en las articulaciones temporomandibulares y facetarias de la columna vertebral. 

También se utiliza en infiltraciones, junto a corticoides, en personas que no teniendo lesiones importantes sufren  dolor de origen articular o en aquellas en las que el tratamiento conservador no resulta útil. Asimismo, en la actualidad se usa en multitud de operaciones realizadas por artroscopia (en las que se trabaja con la articulación llena de suero fisiológico). En estos casos se infiltra el ácido hialurónico al terminar la intervención, con el fin de que la recuperación sea mejor. 

El uso de AH en la rodilla alivia el dolor durante un largo periodo de tiempo que, dependiendo del caso, puede durar hasta por 12 meses. No obstante, si el dolor persiste después de poner la infiltración, hay que valorar un procedimiento quirúrgico.

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